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Un vestido sencillo y complicado

El traje de novia de Meghan Markle exigió perfección y deja testimonio de su estilo limpio y exigente

  • AP

19/05/2018 03:04 pm

Londres - Clare Waight Keller es la diseñadora británica detrás del vestido de seda con cuello bote y velo amplio que lució Meghan Markle para su boda con el príncipe Harry en la Capilla de San Jorge. 

Las líneas sencillas del traje blanco resaltaron el rostro sonriente de Markle cuando se sentó frente al altar sosteniendo la mano de Harry, mientras la larga cola se extendía a sus pies.  

"Es valiente no tener decoraciones ni adornos. Qué gran declaración de moda. Es moderno y clásico al mismo tiempo", dijo Phillipa Lepley, una conocida diseñadora de trajes de novia en Londres, a The Associated Press. "El look en general es muy años 50 y es hermoso!".  

Waight Keller, la primera mujer que se desempeña como directora artística de la casa de moda francesa Givenchy, se reunió con Markle a principios de este año, dijo el Palacio de Kensington. Según el comunicado, Markle quería un vestido con una "estética elegante, confección impecable, y apariencia relajada".  

El vestido no incluyó nada de encaje ni bordado. Tenía un clásico cuello bote, mangas tres cuartos (francesa) y una falda en A con una cola de unos 178 centímetros desde la cintura. Markle complementó el look con una tiara, un velo bordado catedral, una pulsera Cartier y unos pequeños aretes de diamantes.  

El velo contenía referencias florales a todos los 53 países del Commonwealth, el grupo de naciones que corresponden al antiguo Imperio Británico y que es encabezado por la abuela de Harrye, la reina Isabel II, pero será sucedida frente el príncipe Carlos. Trabajadores del palacio pasaron cientos de horas cosiendo el delicado diseño de flores en el velo, lavándose meticulosamente las manos cada media hora para mantener limpios los hilos y la seda de tul.  

"No hay costuras en el corpiño", dijo Lepley. "Vestidos increíblemente pulcros y sencillos como este toman mucho tiempo y son muy complicados de hacer, porque a diferencia de un vestido de encaje, no hay espacio para el menor error. No se puede esconder una sola arruga, la tela debe caer a la perfección".  

El palacio dijo que, además de las flores del Commonwealth, Markle también escogió otras dos plantas: wintersweet y, en un guiño a su lugar de nacimiento, la amapola californiana.  

"El vestido es simplemente hermoso en su sencillez clásica", dijo Caroline Burstein, propietaria de Browns Bride, una elegante boutique para novias en Londres. Lo calificó como "una guiño a Grace Kelly, Audrey Hepburn y cada boda emblemática que hemos atestiguado a lo largo de los siglos XX y XXI. Es perfecto para ella y para la ocasión que están celebrando".  

La decisión de Markle no era un asunto casual. Las bodas reales televisadas como esta han tenido una influencia decisiva en lo que las novias de todo el mundo quieren usar y son seguidas muy de cerca por toda la industria de la moda.  

El vestido de novia de la princesa Diana en 1981, con sus detalles románticos y dramática cola, definió el estilo nupcial de los 80. Más recientemente, cuando Kate Middleton se casó con el príncipe William en el 2011, su vestido de encaje y manga larga desató de inmediato una moda de trajes más modestos y tradicionales.  

El nombre de la diseñadora del vestido de Markle fue uno de los secretos mejor guardados de la boda, y provocó meses de especulaciones.  

Keller fue una opción sorpresiva - su nombre no estaba entre los muchos diseñadores mencionados como posibles contendientes para lo que muchos llaman el encargo del año. Educada en el Ravensbourne College of Art en Londres, Keller inició su carrera en Calvin Klein en Nueva York diseñando ropa de confección femenina antes de mudarse a Ralph Lauren para trabajar con el sello de ropa para caballeros "Purple Label".  

Tras trabajar para Gucci, Pringle y Chloe, fue designada directora artística de alta costura de Givenchy, así como de ropa de confección para hombres y mujeres, el año pasado.  

Antes de la boda, las apuestas destacaban a la marca británica Erdem, fundada por la diseñadora canadiense Erdem Moralioglu; Ralph & Russo, que Markle escogió para su vestido de compromiso; Alexander McQueen, creador del traje de novia de Catalina; Stella McCartney; Burberry y Oscar de la Renta.  

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