Los actos conmemorativos del Día Nacional de Mónaco tuvieron varias característica, un reducido número de asistentes que se reunieron en la Catedral, la ausencia de actos que permitieran la aglomeración de persona y de la princesa Estefanía.
Los príncipes Alberto y Charlene presidieron los actos. También estuvieron su dos hijos, Gabriella y Jagques, este último lució el uniforme de gala de carabinero, al igual que su padre e hizo el saludo militar. Gabriella llevaba un elegante traje oscuro con pasamanería en rojo.
Si este año llamó la atención la ausencia de Estefanía, más lo hizo que la familia Grimaldi no abriera el balcón del palacio para realizar el acostumbrado saludo. Este lugar se ha convertido en un termómetro de las relaciones entre los miembros de la familia y allí han quedado reflejados las tensiones y los buenos tiempos que ellos han vivido.
Gabriell junto a su madre y Jacques, el heredero, cumpliendo el protocolo FOTOS AFP
No faltó a la cita la princesa Carolina, ataviada con un modelo de Chanel, marca a la que se niega traicionar y que es la seleccionada para las grandes ocasiones. Este fue un traje de dos piezas con remates de plumas y ribetes blancos en las mangas y el cuello, Como accesorios, guantes blancos y un cintillo negro que permitió hacer más evidentes sus canas.
Chalene también se visitó de negro. LLevó sombrero rodeado de tul y un abrigo con una aplicación fuscia que sobresalía en el cuello y el brode de las mangas que combinó a la perfección con la cartera sobre en el mismo tono.
También asistieron los hijos de Carolina: Andrea y Pierre Casiraghi, con sus respectivas esposas, Tatiana Santo Domingo Rechulski y Beatrice de Borromeo. Ambas elegantes. La primera con un traje y abrigo en gris y Beatrice, en un dos piezas en negro. Junto a sus hermanos, Alexandra de Hannover, la menor de los hijos de Carolina.
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