La moda, como industria, no sólo ha evolucionado desde el aspecto económico, ya que es una de las fuentes generadoras de empleos y capitales, sino que también asume sus responsabilidades para con la sociedad y el medio ambiente. Consciente de haber sido generadora de contaminación, ahora se suma con sus acciones a la defensa de la naturaleza utilizando materiales menos contaminantes y buscando la sustentabilidad.
Mariana Rosales, empresaria que ha hecho de la sustentabilidad una bandera
En Venezuela uno de esas iniciativas la asume Mariana Rosales, al frente de la empresa que lleva su nombre y que se dedica a fabricas ropa deportiva para damas y niñas, aunque recientemente reveló que entre sus proyectos también está el dedicar un capítulo a los caballeros.
Esta odontóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela y ahora dedicada a la empresa del diseño y la moda, decidió lanzar su nueva colección en estos días de confinamiento y la llamó Esperanza, porque considera que el futuro siempre depara momentos mejores. Por otra parte, ella tiene una posición ante la vida que la aleja de lo negativo. Por eso su puesta en escena se basó en un mensaje de relajamiento, de introspección, en busca de ese lado positivo que se puede originar de cualquier situación.
Antes de mostrar su colección, lo que hizo a través de la plataforma Zoom, hubo una sesión de relajación y la oportunidad de disfrutar de un té Rooibus que ella se encargó que sus invitados lo tuvieran en casa con anticipación.
En una conversación con Mario Aranaga fue descubriendo algunos aspectos fundamentales de su empresa. Subrayó que el material que utiliza para la elaboración de los ekoleggins y las chaquetas es 100% reciclado y explicó que procede de botellas PET, que después de someterse a varios procedimientos se convierte en fibra para textiles. Más del 80% de su piezas presentan eko poliester UPF+50 que se combina con Lycra Dupont Quick Dry, ubicada entre las de mejor calidad.
Este trabajo de reciclaje de las botellas se realiza en una fábrica de Medellín, Colombia; y el material lo compran a un grupo de personas que han hecho de la recolección y clasificación del plástico un trabajo que les genera beneficios económicos y al mismo tiempo resulta de un gran valor ecológico porque evita que estas botellas lleguen hasta ríos y mares, donde están causando graves problemas a la flora y fauna.
Para la realización de una de estas prendas se requiere de unas 8 botellas plásticas. Pero no todo se reduce al textil también se extiendo a los tintes que utiliza para estampar los pantalones, éstos, según explicó, también son ecológicos porque son de origen vegetal.
Una de los paquetes de botellas que la fábrica colombiana utiliza para transformarla en hilos
En esta oportunidad junto a los ekoleggins que mostraron nuevos estampados entre los que resaltan los motivos vegetales como flores y hojas, animal prints y palabras, además de los unicolores, las chaquetas hicieron su debut. Se trata de una pieza deportiva, realizada en material impermeable, unicolor, con un ribete contrastante que le da un toque elegante. El material textil seca rápidamente, lo que representa una ventaja, sobre todo si utiliza durante la práctica de algún deporte. A eso se suma que protege la piel de los rayos ultravioleta.
Otro aspecto que ha tomado en cuanta desde que se inició en el trabajo del diseño es que sus piezas puedan ser usadas por mujeres de diversas edades y tallas. Para ello la confección lleva piezas y costuras de refuerzo que contribuyen a entallar la silueta y suman comodidad a quien las use.
Durante este tiempo de pandemia, Mariana Rosales se sumó a otras firmas y ha elaborado mascarillas que se han entregado a los centros de salud y algunas organizaciones para que sean distribuidas en aquellas comunidades más vulnerables.
Para aquellas damas interesadas en adquirir su ekoleggins y chaquetas pueden visitar su Instagram @mrmarianarosales donde pueden ver los modelos y ordenar sus pedidos que llegarán a su domicilio a través de un servicio de de delivery y empaquetadas en bolsas biodegradables que también han sido elaboradas a partir de botellas PET recicladas.
Judith Castillo
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