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El señor de la Venezuela Positiva

Acaba de recopilar en un solo libro, todos los prólogos que escribió para los libros de la Fundación Venezuela Positiva. Dice que es un grano de arena, pero la realidad es que es una piedra de granito

  • Diario El Universal

08/08/2020 01:15 am

CAROLINA JAIMES BRANGER
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

Mi abuelo decía que en Venezuela era más fácil llegar a ser doctor, que ser señor. Y Heraclio Atencio Bello es un señor en toda la extensión de la palabra. Trabajador incansable por el bienestar del país, deja su impronta a través de la Fundación Venezuela Positiva, que se ha dedicado a buscar y ofrecer soluciones para el país en todos los ámbitos. Haber vivido en los Estados Unidos lo acercó más a Venezuela. Viajero incansable, con una cultura envidiable, es también un esposo y padre dedicado y amoroso. Además, es generoso, abierto, buen amigo. Para más señas, maracucho, aunque le gusta más que le digan marabino o maracaibero. Como abogado, lamenta el laberinto judicial en el que nos hemos metido. Como economista, espera nuevos modelos de desarrollo. Como venezolano, sigue aportando su “grano de arena”.

-Dicen que ser maracucho es algo especial... ¿por qué?
-Creo que el marabino o maracaibero se debe a la historia y a la prosperidad que ha disfrutado esa población venezolano aislada por muchos años frente a su puerto, su lago y su sol. Maracaibo siempre fue una ciudad inicialmente movida por la presencia de un buen número de españoles realistas, curas y soldados monárquicos. Fue la última región en sumarse a la independencia de Venezuela, Bolívar pasó por ahí en varias oportunidades y en su lago se libró la batalla naval que logró la independencia definitiva de Venezuela. Teniendo puerto con fácil acceso hacia el Caribe, Maracaibo fue fundamental en la exportación del café de los Andes. El puerto le facilitó una aproximación comercial y cultural con el resto del mundo. Los maracaiberos tuvieron electricidad, bancos, compañías de seguros, calles asfaltadas mucho antes que el resto de Venezuela. Y a partir de 1914 aconteció un hecho que cambiaría la dinámica de Maracaibo y de Venezuela: apareció el petróleo. A partir de esa fecha Maracaibo y el estado Zulia inician una etapa de gran prosperidad y empiezan a llegar extranjeros de todas partes del mundo para trabajar en la explotación del petróleo y los margariteños que dejaban la isla para para trabajar en los campos petroleros. Y el Zulia paralelamente a este boom que trajo con él más riqueza, trabajo, prosperidad y alegría, continuó sus actividades de ganadería, producción de leche, azúcar y otros productos comestibles, multiplicándose aún más la actividad del comercio con los estados andinos. Y en los años 70 se descubrieron unas grandes minas de carbón, agregándole aún más riqueza al estado. Cipriano Castro cerró la Universidad del Zulia en 1904 y no fue abierta nuevamente hasta 1949. No obstante, el zuliano buscaba educarse en los Andes, Colombia, los EE.UU. y hasta Europa, durante estos años que la universidad estuvo cerrada. Y la costa occidental del lago no se unió con la costa oriental hasta 1961 cuando fue inaugurado el Puente sobre el Lago. Esa prosperidad le dio al zuliano un bienestar económico y social que lo hizo sentir muy diferente y especial. 

Heraclio Atencio Bello junto a sus hermanas Carmen, Elvita y Almira  FOTOS CORTESÍA

-Cuéntame de tu experiencia viviendo en Estados Unidos. ¿Qué aprendizajes te trajiste de allá?
-Mi padre se retiró de sus negocios y comenzó a vivir de sus rentas a partir de 1948. Ese año decide retirarse a la ciudad de Miami con mi madre, mi hermana Carmen y yo. Yo tenía 4 años. Una de las razones por las que mi padre decide esto es por el estado asmático de mi hermana. Vivimos en Toledo Street, Coral Gables hasta el año 1953, cuando los médicos le recomiendan a mi padre que un clima como la ciudad de Nueva York podría favorecer a mi hermana. Durante nuestra residencia en Coral Gables, nacen mis hermanas menores Elvita y Almira. El Nueva York vivimos en Forest Hills Gardens, justo en frente del Forest Hills Tennis Country Club. En Coindre Hall, Huntington, Long Island me gradué de primaria y luego fuí a Bay Saint Louis, Mississippi, para comenzar mis estudios secundarios con la misma orden, Brothers of the Sacred Heart de Coindre Hall. En el año 1961 regresamos todos a Venezuela y nos ubicaron en colegios americanos en Caracas donde nos graduamos y fuimos a estudiar nuestras carreras universitarias en los EE.UU. Estando allá aprendí a respetar a los demás, a valorar mi tiempo, a ser solidario, a valorar el trabajo, el dinero y las amistades. Eso, una formación educativa singular y las memorias de unas personas maravillosas, es lo que yo me traje de los EE.UU. 

Heraclio Atencio Bello con su esposa María Pieretti de Atencio, su hijas María Doménica Atencio Pieretti, sus nietos y su yerno Alfonso Valdés Ferrer

-Has sido un abogado exitoso y, sobre todo, honesto. ¿Qué sientes cuando ves en lo que ha devenido el Derecho en Venezuela?
-Yo he ejercido en forma honesta la Economía y el Derecho casi simultáneamente. La Economía y el Derecho me han proporcionado experiencias y casos extraordinarios. Es lamentable que no tengamos a estas alturas un sistema judicial eficiente, imparcial y más sencillo en su aplicación para lograr resultados oportunos. La política ha impedido que el sistema judicial sea inmaculado. Hace falta crear unas carreras para abogados que quieren ser jueces y una vez en sus funciones dotarlos con las herramientas necesarias para que cumplan fielmente su trabajo. Los jueces deben ser personas destacadas, haber sido excelentes estudiantes y con posgrados. Y deben ser bien remunerados, como el resto del personal administrativo judicial. Hoy en día y en consideración del pobre sistema judicial que tenemos, cualquier abogado consciente te recomienda un arreglo antes de iniciar un juicio. Y eso se debe al laberinto judicial que tenemos en Venezuela. 

Con la junta directiva de la Fundación Venezuela Positiva 
-Eres fundador, fuiste presidente muchos años y ahora miembro permanente de la junta directiva de la Fundación Venezuela Positiva. ¿Cómo evalúas todos estos años de vida de la Fundación?
-Fueron años provechosos, interesantes, de gran trabajo con mi equipo de colaboradores, donde aprendí mucho más de lo que sabía de nuestra cultura, historia, geografía, costumbres e historia de nuestra Venezuela. Se publicaron 21 libros sobre Venezuela, se realizaron conferencias en todo el país y se mantuvo un buen ritmo de trabajo para complacer a nuestros miembros. 

Heraclio Atencio Bello y su esposa, María Pieretti de Atencio en la presentación de un libro de Venezuela Positiva

-Prologaste todos los libros que ha publicado la Fundación y ahora en el libro "Un grano de arena" recoges todos esos sesudos análisis. Háblame del libro.
-El libro es mi agradecimiento a todas esas personas que tuvieron relación con la Fundación Venezuela Positiva. Son innumerables esas personas y por ello no ha sido fácil recordarlas a todas en esta nueva publicación. Son unas 775 páginas de lo que ha sido el objetivo de la FVP y su desarrollo a través de 28 de existencia fructífera. Es muy difícil hablar de un libro, más fácil es leerlo. Tiene unas fotografías muy fuertes de la que ha sido nuestros últimos años. Años en que ha habido un choque permanente entre el gobierno y la oposición del país. Esa brecha o distancia entre gobierno y la oposición existe, pero no debería existir, ya que lo que busca el colectivo de los venezolanos es un país en marcha con justicia y democracia.

-¿Cómo te gustaría ser recordado?
-Como un ser humano cualquiera que trató de vivir honestamente, haciendo lo que más le gustaba y disfrutó mucho de su familia, amigos y conocidos sin hacerle mal a nadie. 



-¿Qué significa Venezuela para Heraclio Atencio Bello?
-Venezuela es mi país de nacimiento y no tengo interés en obtener otra nacionalidad. Mi familia ha estado en Venezuela desde 1727 y ha contribuido al desarrollo del país en diferentes campos. El haber pasado todos mis años de formación fuera de Venezuela, me acercó más al país. Y por ello realicé una Maestría en Desarrollo Económico. Me interesaba saber las razones de por qué unos países crecen y otros lamentablemente retroceden. Venezuela es indudablemente hermosa y Caracas, si la cuidaran más, sería con su majestuoso cerro El Ávila, la sucursal del cielo. Pero hemos cometido muchos errores como país que nos están perjudicando terriblemente. No hay justificación para que el 95% de la población viva en pobreza y no tenga una mejor alternativa para incorporarse a la economía productiva del país. Ello es muy desgarrador, muy lastimoso. Y por ello en esta hora aciaga se nos van los jóvenes, los no tan jóvenes y los adultos mayores. Estamos expulsando nuestros mejores cerebros, nuestros mejores talentos hacia el exterior. Y esa diáspora no terminará hasta que el país se acomode a otro 
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