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El príncipe Andrés invitado a declarar

El duque de York de ser un deseado playboy se ha convertido en controversial debido a su actitud y a sus amigos de dudosa reputación

  • AFP

03/07/2020 02:11 pm

El príncipe Andrés, tercer hijo de la reina Isabel II de Inglaterra, está "perplejo" ante los llamados a cooperar en la investigación sobre Jeffrey Epstein, tras la detención de la exnovia del financiero estadounidense, según una fuente cercana al príncipe.

El duque de York, de 60 años, amigo del fallecido Jeffrey Epstein, está de nuevo bajo los focos después de que Ghislaine Maxwell fuera detenida el jueves en Estados Unidos. 

Esta excolaboradora y exnovia de Epstein fue inculpada de tráfico de menores, acusada de haber reclutado a jóvenes, víctimas de abusos sexuales cometidos por el financiero neoyorquino.

La fiscal Audrey Strauss indicó el jueves que los investigadores todavía esperaban poder interrogar al príncipe Andrés, caído en desgracia con este caso.

"Nos encantaría que el príncipe Andrés viniera a hablarnos, nos gustaría contar con el beneficio de su testimonio", indicó, subrayando que la investigación seguía en curso.

"El equipo del duque está perplejo, teniendo en cuenta que hemos comunicado dos veces con el Departamento de Justicia (DoJ) el mes pasado, y hasta hoy, no hemos obtenido ninguna respuesta", indicó una fuente cercana al príncipe a la agencia Press Association.

En documentos judiciales publicados en agosto de 2019, una mujer, Virginia Roberts, afirmaba haber tenido relaciones sexuales con el príncipe Andrés, obligada por Epstein cuando tenía 17 años.

El duque de York siempre desmintió estas acusaciones, pero la publicación de una foto en la que se ve a Virginia Roberts en esa época abrazada por el príncipe alimentó los rumores, al igual que una instantánea del príncipe paseando por Nueva York junto a Epstein cuando este ya había sido condenado y encarcelado por recurrir a la prostitución en 2008.

El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró el viernes que las autoridades estadounidenses no se han puesto en contacto con su gobierno para pedirle que facilite su investigación o ayude a organizar una reunión con el príncipe.  "No ha habido ninguna petición de ese tipo. Este es un asunto que concierne a la familia real", dijo Johnson a la radio LBC. "Si se hiciera (...) entonces sería un asunto del gobierno británico", afirmó. Y agregó: "por supuesto, la ley debe ser aplicada y la ley debe ser obedecida".

El mes pasado, el fiscal general de Manhattan, Geoffrey Berman, entonces a cargo de la investigación, le acusó de aparentar cooperación. Pero los abogados del duque de York aseguraron que su cliente había propuesto tres veces testificar y una fuente real calificó las declaraciones de Berman como "francamente confusas".

Admirado y controvertido
Hijo predilecto" de la reina Isabel II, el príncipe Andrés fue visto durante años como un playboy y militar valiente, pero su vida está salpicada de controversias y acabó cayendo en desgracia por su amistad con el fallecido Jeffrey Epstein.

Nacido el 19 de febrero de 1960 en el Palacio de Buckingham, diez años después que su hermana, la princesa Ana, fue un niño fácil y lleno de entusiasmo. En su juventud fue uno de los solteros más codiciados y multiplicó las conquistas antes de casarse, en 1986, con Sara Ferguson. La reina le concedió el título de duque de York.
Dos hijas nacieron de esa unión, las princesas Beatriz (1988) y Eugenia (1990), pero el matrimonio no duró. A pesar de su divorcio, en 1996, Andrés y Sara afirmaron seguir siendo "los mejores amigos del mundo" y la duquesa recientemente salió en su defensa.

El Duque de York, de 60 años, héroe de la guerra de las Malvinas (1982) donde luchó a los 22 años como piloto de helicóptero, vio su reputación comprometida y ahora corre el riesgo de enfrentarse a un nuevo alud de revelaciones y acusaciones.

En el punto de mira por su relación con el financiero estadounidense quien, acusado de explotar sexualmente a niñas menores de edad durante años se suicidó en prisión, Andrés vio como la detención el jueves de la británica Ghislaine Maxwell volvía a sacar su nombre a la luz: los investigadores estadounidenses insisten en interrogarlo.

El príncipe, octavo en el orden de sucesión al trono británico, se mostró arrogante y carente de compasión por las presuntas víctimas de Epstein. Ante la polémica provocada, anunció finalmente que se retiraba de la vida pública, una decisión humillante y rarísima para un miembro de la familia real.

Las malas compañías

Tras su separación, el príncipe Andrés fue visto junto a mujeres con los pechos descubiertos de vacaciones en Tailandia o participando en una fiesta sobre el tema "prostitutas y proxenetas" en Estados Unidos junto a Ghislaine Maxwell.

Sus relaciones con el yerno del expresidente tunecino Ben Ali, el hijo del difunto dictador libio Muamar Gadafi y un sulfuroso multimillonario kazajo ya eran vistas con malos ojos, pero en 2011 salieron a la luz sus vínculos con Epstein, condenado en 2008 por conducir a las niñas a prostituirse.

Esta relación fue "imprudente" reconoció el príncipe en noviembre. Pero unos días antes, durante una entrevista televisada, explicó que el financiero le había permitido conocer a gente interesante. En palabras aún más torpes, el duque de York juzgó simplemente "inapropiado" el comportamiento de su amigo.

Muy discreto desde que se retiró de la vida pública, ha aparecido unas cuantas veces junto a su madre y fue fotografiado envolviendo ponquecitos para un hospicio con Sarah Ferguson durante el confinamiento.
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