Los reyes de España continúan su gira por las comunidades autónomas, siendo la segunda escala Palma de Mallorca, ciudad que no les es ajena pues allí acuden en Semana Santa y es el lugar donde comienzan sus vacaciones de verano. Esta vez el viaje está marcado por intenciones diferentes pues se trata de un recorrido que forma parte de un encuentro nacional con aquellas personas que han trabajado duramente en los peores días de la pandemia del coronavirus, que obligó a cerrar actividades vitales para la economía del país.

Las autoridades locales, representantes del sector turístico, patronales, sindicatos, empresarios y emprendedores se pudieron reunir con Felipe VI, quien acompañado de Letizia, concluyó sus actividades dando un paseo por las playas de Arenales que estaban muy concurridas ya que con anterioridad algunas organizaciones habían solicitado que la gente hiciera acto de presencia en las calles para apoyar a la monarquía.

En esta oportunidad la reina seleccionó un traje verde con estampados, cintura drapeada con elástico de la firma Maje. Nuevamente se decantó por unas espardrilles en tono crudo y sujetas a los tobillos y recogió su cabello en una cola, lo que resulta un peinado cómodo para esta temporada calurosa.

Aunque la celebración de San Juan no tuvo el brillo de otros años porque las hogueras no ardieron ni hubo encuentros festivos en las playas, sin embargo, en Mónaco no pasó inadvertida. El príncipe Alberto II estuvo acompañado de Charlente, quien cada vez está más presente en los actos del Principado y pareciera estar más cercana a su esposo. No sólo se ve más cariñosa sino que en su Instagram escribió lo que ya se ha calificado como una declaración de amor. Habló de los jefes de Estados monegascos que antecedieron a Alberto II resaltando una característica. Alberto I lo tildó de explorador, a Rainiero de constructor a su marido de príncipe del corazón, de su corazón. En julio se celebra en noveno aniversario de su boda y con estas demostraciones de afecto pareciera que la pareja quiere silenciar todos los rumores que han estado presentes desde su noviazgo. 

Los festejos se iniciaron con una misa, luego los príncipes, en compañía de sus hijos, los gemelos, Jacques y Gabriella salieron al balcón del palacio para ver los bailes típicos y el encendido de la hoguera en el centro de la plaza que este año contó con una asistencia mínima de personas.

 

“Echaremos de menos a Magnar. Significó mucho para la familia”, decía el comunicado emitido por el matrimonio de los futuros reyes de Noruega, al conocerse el deceso de Magnar Fjeldvær, la actual pareja de la madre de la princesa Mette-Marit,  quien falleció a la edad de 83 años.

Marit Tjessem, madre de la princesa, había quedado viuda en 2008 de su segundo marido, Rolf Bernsten, quien vino a hacer las veces de padre para Mette-Marit, pues su verdadero progenitor, por ser alcohólico no solo provocó el divorcio sino que mantenía con su hija una relación que  le provocaba inestabilidad, pues ella no quería que nadie se enterara de la adicción de su padre por el alcohol. La muerte de Bernsten significó para ella un duro golpe.

En cuanto a Magnar Fjeldvær ya era un invitado frecuente al palacio, lo que significaba buenas relaciones con la familia real.

La princesa Alexia de Orange es la segunda de las tres hijas de los reyes, Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos. Tiene 14 años y como todos los adolescentes es una fanática de las redes sociales. Le gusta cantar y documentar en ellas esos momentos que considera divertidos o esas ideas que piensa son originales.  Pero sus padres no están de acuerdo con ello, desean que sus actos estén protegidos tras las paredes del palacio.

Esto no solo sucede con Alexia sino con otros jóvenes de las casas reales europeas pues dentro del protocolo no está bien visto una exposición permanente de la vida privada de sus miembros.

Alexia, quien es la que guarda un físico más parecido con su madre y la que tiene un estilismo diferente al de sus hermanas, quiso usar Tik Tok y allí se grabó cantando una melodía cuya letra es algo irreverente, In the party, de la rapera Flo Milli. El video se hizo viral pero con la misma velocidad como sumó reproducciones desapareció de esa red social.

La princesa también llevaba una cuenta anónima en Instagram dedicada a la moda y a la indumentaria que ella usaba y solicitaba a sus seguidores opiniones sobre su estilismo.

La Casa de Orange es sumamente celosa de su vida privada y una de las maneras que conseguido preservarla es convocar a la prensa a ciertas épocas del año para que hagan foto de Guillermo Alejandro con su familia. La entrada de las vacaciones de verano y cuando se van a esquiar son dos de las actividades donde los medios son invitados.

¡Gracias a Harry y Meghan, duques de Sussex, por visitarnos y apoyarnos en nuestros equipos de café y panadería! Así se expresó a través de Instagram la ONG  Homeboy, donde acudieron a apoyar en el trabajo de elaboración de comida. Según lo informa la institución, el personal estaba encantado de trabajar junto a ellos mientras ayudaban a preparar alimentos y aprendieron más sobre el programa #FeedHOPE, recientemente instaurado y que emplea a los participantes del programa para proporcionar comidas a personas mayores y jóvenes con inseguridad alimentaria en Los Ángeles a raíz de la pandemia del COVID-19.
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Durante 32 años, Homeboy Industries ha sido un faro de esperanza en Los Ángeles y se presenta como un desafío a hombres y mujeres que buscan transformar sus vidas después de haber integrado alguna pandillas o haber estado  en la cárcel. Anualmente brinda apoyo a casi 9.000 personas a través de la capacitación laboral y servicios gratuitos como eliminación de tatuajes, servicios de salud mental, clases de GED  (principal examen de equivalencia de la escuela secundaria) y servicios legales, entre otros.

En este momento el futuro heredero más joven de un trono europeo es Carlos de Luxemburgo, hijo de Guillermo, primero en la línea de sucesión del Gran Ducado de Luxemburgo. Con un mes de nacido también es el primer príncipe que nació en la época del coronavirus. Sus padres son Guillemo, próximo Gran duque; y su esposa Stephania. Henri, actual Gran Duque y María Teresa de Luxemburgo, abuelos del pequeño, lo conocieron por fotos tomadas con el celular.