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Día Nacional en homenaje a las víctimas del terrorismo

En esa oportunidad, en el Colegio Francia se develó una placa conmemorativa en honor a Sven Alejandro Silva Perugini, único venezolano que murió en los ataques terroristas de París de 2015

  • MAYTE NAVARRO

07/04/2020 04:35 pm

Para recordar a las víctimas del terrorismo se llevó a cabo un acto en el Colegio Francia, que fue presidido por Romain Nadal, embajador de Francia; y el director del citado centro educativo. En acto resultó muy emotivo y permitió que los más jóvenes se sumaran a este homenaje, lo que enriquecerá su sensibilidad, su sentido del humanismo, acrecentará en ellos el respeto a la vida y la importancia de la tolerancia por aquellos que piensan diferentes, profesan otra religión o pertenecen a un grupo étnico diferentes.

Durante el acto, las palabras centrales estuvieron a cargo del embajador Romain Nadal donde dejó muy claro que los actos terroristas, además de ser crímenes contra la humanidad, rompen la alegría, destrozan familias y truncan vidas que pudieron ser útiles al mundo.


Briggite Saíz, Mikel Orue, Jean-Marc Aubry Director del Colegio Francia  FOTOS CÉSAR PALACIOS

Durante la ceremonia se develó una placa donde se pudo leer la frase: A la memora de las víctimas del terrorismo.  Sven Alejandro Silva Perugini. 29 años. 13 de noviembre de 2015. Sven fue el único venezolano que murió aquella noche en París.


Romain Nadal, embajador de Francia y Jean-Marc Aubry Director del Colegio Francia

DISCURSO DEL EMBAJADOR DE FRANCIA ROMAIN NADAL
Estimadas y estimados representantes electos de la comunidad francesa, estimados miembros de la dirección del Colegio Francia, estimados profesores y alumnos. Queridos amigos venezolanos y franceses.

Es un inmenso dolor y una profunda tristeza los que nos reúne hoy.

Cómo no compartir, frente a esta placa conmemorativa realizada en homenaje a Sven Alejandro Silva Perugini, la pena de su familia, de sus allegados, de sus amigos, con todos aquellos que jamás lo olvidarán y que piensan en él todos los días.

Sven Silva tenía 29 años. Fue el único venezolano en perder la vida en los ataques terroristas de París del 13 de noviembre de 2015. Pero varios ciudadanos venezolanos estaban presentes ese día en los lugares donde ocurrieron los ataques aquella noche. Un amigo de Sven, Félix Salazar, que estaba con él resultó herido en el Bataclan y otro, Juan Pablo Azares González, se encontraba en el restaurante Le Petit Cambodge. No fue herido físicamente, pero fue testigo directo del ataque.

Aquella noche, el terrorismo más abyecto y más cobarde no sólo suprimió vidas, sino que destrozó familias, rompió los lazos más tiernos, los sentimientos más fuertes que unen a los seres que se aman profundamente. El terrorismo no escogió a sus víctimas al azar : eran jóvenes que amaban la música, la fiesta, el vivir juntos. 

El terrorismo quiso destruir la felicidad, romper una visión del mundo fundada en la tolerancia ; quiso desfigurar la alegría de vivir, aniquilar con una determinación sádica vidas que eran felices. Nuestras vidas. Porque, a través de todas las víctimas del terrorismo, somos nosotros a quienes alcanzan y golpean, somos nosotros a quienes tienen en la mira, cualquier sea el país o el continente donde estos actos horrendos ocurren.

Que me sea permitido expresar la tristeza de todos los franceses ante el dolor de la familia de Sven Alejandro Silva Perugini, dolor al que quiero rendir homenaje, en particular a su mamá Giovanina y a su papá Asdrúbal.


El 13 de noviembre de 2015, yo me encontraba en París en mi apartamento que queda a pocos metros del Bataclan. Me acuerdo de una muchedumbre multitudinaria que caminaba como un solo hombre ; recuerdo calles enteras invadidas por velas y dibujos, lágrimas en los ojos de los transeúntes, un piano instalado en la calle enfrente del Bataclan donde músicos aficionados tocaban sin cesar para celebrar la vida y detener la muerte. Me acuerdo de todas estas miradas, miles de ellas, que atravesaban los corazones hasta romperlos. Me acuerdo de la determinación de la gente, muchedumbre innumerable y pacífica, que por nada quería ceder al odio.  ¡No, no tendrá nuestro odio !  fue el título de un libro escrito por el esposo de una de las víctimas del Bataclan, obra desgarradora traducida y leída en el mundo entero. Nos teníamos de la mano, nos abrazábamos. Algunos rezaban, otros cantaban La Marsellesa. Estas imágenes están grabadas en mi memoria para siempre.

Agradezco a todos los Venezolanos quienes, en 2015, se hicieron presentes para brindar su apoyo a las víctimas de los atentados de París. Fuimos muy sensibles a sus atenciones permanentes y profundamente sinceras manifestadas en tan trágicas circunstancias para Francia y para las familias de todas las nacionalidades. Estos mensajes, estas atenciones, estos gestos recibidos por parte de Venezuela son los de la fraternidad y de la amistad, de los cuales la relación franco-venezolana atestigua cada día y más que nunca en las duras pruebas que nos impone la vida. Podemos medirlo cada día aquí en el Colegio Francia. Esta es la razón por la que hemos decidido organizar esta ceremonia aquí, en este templo de la fraternidad franco-venezolana.

Sven Silva era infórmatico de profesión. A lo largo de su infancia y de su adolescencia fue scout, explorador en español, en San Antonio de los Altos. Pasó su infancia y los años de su juventud en los Altos Mirandinos. Pertenecía al grupo de los exploradores de Cayaumira.

Diplomado del Instituto Universitario de Tecnología de Caracas en el año 2007, encontró su primer empleo de inmediato. Pero sus ansias de viajar y de buscar otras oportunidades lo habían llevado, junto con su joven hermana Asvany, a instalarse en Irlanda por algún tiempo, en enero de 2014. En noviembre de 2014, Sven había encontrado el trabajo perfecto: un puesto en la empresa de ingeniería informática Concatel, en Lleida, en Cataluña, España.

Sven había llamado la atención de todos durante la fiesta de la empresa de fin de año. Al fin un colega que sabía bailar salsa ! Pero el cliché suramericano se detiene allí porque, en su Ipod, el ambiente era ecléctico. "Todas las músicas le interesaban, explica su hermana, Asvany. El reggaeton, la música electro, el rock… "

Para sus amigos, Sven era "El Negro". Un apodo al que estaba muy apegado y que remontaba a sus años de explorador. "Es sin duda en aquella época que cogió ese gusto por descubrir, pasear, explorar, cuenta su mamá Giovanina. Con los exploradores, fue a los Andes, a la Gran Sabana, recorrió todo el país". El apartamento de sus padres conserva el recuerdo de los viajes del hijo, porque a Sven le gustaba pintar paisajes. "Todos los cuadros que están en la casa son de él : las playas de Choroní, el Salto Ángel, …".

El viernes 13 de noviembre de 2015, Sven se hallaba en París, una ciudad de libertad, de tolerancia y de cultura, para encontrarse con dos amigos del Instituto Universitario de Tecnología de Caracas, Alfredo Reyes y Félix Salazar. Juntos, fueron a escuchar rock en el Bataclan, una pequeña sala de concierto popular y mítica de la capital francesa que acogía aquella noche al grupo americano Eagles of Death Metal para pasar un buen rato de compartir y de fraternidad. Sus dos amigos sobrevivieron. Pero Félix Salazar resultó herido.

Después de los atentados, fue la mamá de Sven Alejandro, Giovanina, quien confirmó su muerte. Publicó un mensaje en Facebook para agradecer a todos los que la acompañaron con sus oraciones y por las condolencias después de la desaparición de su hijo. Escribió : "A nuestra bienamada luz Sven Alejandro Silva Perugino, quien ya no se encuentra físicamente entre los seres que amamos. Ustedes se acuerdan de su sonrisa, de sus bromas, de su optimismo, de su carisma".

El anuncio de la muerte de Sven Alejandro suscitó inmediatamente una ola de mensajes de amigos, de sus familiares, pero también de desconocidos en las redes sociales. En el muro de la página Facebook de Sven, sus amigos se acuerdan de él durante las vacaciones, partidas de dominós y otros bellos momentos compartidos con él.

Para Francia, y para el mundo, el año 2015 siempre será el año de los atentados contra el periódico Charlie Hebdo y contra el supermercado Hypercasher en enero de 2015, y el año de aquella trágica noche del 13 de noviembre de 2015 cuando el odio de nuevo golpeó a personas inocentes. El recuento oficial de las víctimas es de 130 muertos y de 413 heridos hospitalizados, dentro de los cuales 99 en situación de emergencia absoluta.

Además de una mayoría de franceses fallecida durante estos atentados, numerosas personas de otras nacionalidades figuran entre las víctimas: 2 algerinos, 2 alemanes, 1 inglés, 2 belgas, 2 chilenos, 1 egipcio, 1 español, 1 franco-ruso, 1 italiana, 1 marroquí, 1 mexico-americana, 1 mexicano, 2 portugueses, 2 rumanos, 1 sueca, 2 tunecinas y 1 venezolano.

El número de "heridos sicológicos" no se ha podido determinar, pero centenares de personas han recibido asistencia (sobrevivientes con heridas sicológicas, sobrevivientes ilesos, familias, amigos, testigos directos e indirectos) en toda Francia y en varios países alrededor del mundo. Una comisión de investigación parlamentaria francesa estima en 4.000 el número de víctimas físicas y/o sicológicas de estos ataques.

Estos atentados han sido los más mortíferos de los ataques perpetrados en Francia desde la Segunda Guerra Mundial y los segundos en Europa (exceptuando los atentados aéreos) después de los 191 muertos que hicieron los atentados en Madrid el 11 de marzo de 2004. De hecho, es para hacer eco a la fecha del día europeo que conmemora este atentado en España, el que hizo más víctimas en Europa, que el 11 de marzo también fue escogido en Francia.

Aún si el dinero no compensará jamás tal tragedia, en nombre de la justicia, el gobierno francés decidió ayudar y apoyar a todas las víctimas y a sus familias, cualquiera sea su nacionalidad. 2.625 víctimas de los atentados del 13 de noviembre recibieron una ayuda financiera. El Estado francés indemniza tanto a las personas heridas, físicamente o sicológicamente como a los derechohabientes de personas fallecidas durante atentados. Entre ellas, 1.302 propuestas de indemnización son definitivas y 856 arreglos definitivos ya han sido aceptados.

A pesar del dolor y de la pena, por hondos que sean, la vida debe seguir para no ceder a los que quieren aniquilar nuestra civilización y nuestras libertades. El 12 de noviembre de 2016, un año después de los atentados, la sala del Bataclan reabrió sus puertas con un concierto en beneficio de las asociaciones de víctimas dado por el cantante británico Sting y sus músicos, acompañados por el trompetista francés Ibrahim Maalouf.

El 13 de noviembre de 2016, seis placas conmemorativas fueron desveladas en el lugar de cada uno de los ataques del 13 de noviembre del 2015 porque, fuera del Bataclan, otros lugares populares fueron atacados también : el estadio de Francia y terrazas de restaurantes y de cafés.

Cada placa en París enarbola el siguiente texto : "En memoria de las víctimas heridas y asesinadas en los atentados del 13 de noviembre de 2015. A las vidas truncadas en estos lugares." Siguen los nombres de las víctimas, por orden alfabético.

La ceremonia de hoy ha sido decidida por el Presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, quien ha querido que se celebre cada año un día nacional en homenaje a las víctimas del terrorismo. Este día tiene lugar por primera vez este año. Para que el recuerdo de las víctimas no se borre nunca. Para que las familias y los allegados de todas las nacionalidades sepan que estamos a su lado. Esta ceremonia se organiza en el mundo entero alrededor de las embajadas de Francia y de las instituciones vinculadas a Francia.

Asimismo, esta ceremonia tiene por objeto mostrar la fuerza de la vida y de nuestro modelo de civilización fundado en la libertad y la fraternidad. Los terroristas no nos harán renunciar a nuestras libertades. No nos someterán a su visión totalitaria y odiosa del mundo. Perderán y yan han perdido. El balance del terrorismo sólo es hecho de desgracia y de fracasos. El terrorismo jamás ha hecho progresar una causa, cualquiera sea. Y eso por una buena y sencilla razón : el terrorismo le quita todo crédito moral y la condena políticamente. Ninguna causa puede justificar tal violencia.

El combate en contra del terrorismo no es la responsabilidad de un solo país. Este combate es un combate colectivo. Un combate de los Estados de derecho en contra de las organizaciones criminales. Desde 2015, hemos progresado en la lucha contra el terrorismo y en pro de la justicia. De ahora en adelante, los terroristas saben que no tienen tregua, en ninguna parte, nunca. Adonde se encuentren, adonde sea que se escondan, los están buscando y deben rendir cuentas de sus crímenes. Cada uno debe saberlo: las democracias no dejarán impune ningún acto de terrorismo.

Francia no olvidará nada y Francia no dejará jamás de reclamar justicia. Pese a la cobardía de los autores de los crímenes del 13 de noviembre de 2015 quienes pretendían escapar al derecho, la justicia francesa se ha puesto en la tarea de establecer los hechos y de juzgar a los responsables cuidando que se respete el derecho a la justicia de todas las víctimas de todas las nacionalidades.

Frente al terrorismo, no hay otra actitud posible : no ceder nunca, jamás dejarse intimidar, no renunciar nunca a perseguir a los responsables, ir hasta los confines del mundo de ser necesario, con paciencia, resueltamente, metódicamente.

El 13 de noviembre de 2015, Venezuela y Francia estuvieron de luto. Juntos, compartimos el recogimiento, la pena y la tristeza. Francia no ha olvidado a Sven Alejandro Silva Perugini. Francia no olvida el dolor de sus padres y de su familia. 

Hoy, en un mundo acechado por la incomprensión, mientras que las fracturas y las crisis se multiplican, que sepamos guardar vivo el recuerdo de Sven Alejandro y de todas las demás víctimas de atentados. Hoy más que nunca, su recuerdo debe guiar nuestra acción a favor de la defensa de nuestras libertades, de la paz y del diálogo entre las culturas. Hoy más que nunca, Francia es un país que no se pierde en el odio del otro, sino que halla en sus valores de libertad, de igualdad y de fraternidad su razón de ser y de vivir en paz con todas las demás Naciones.


Gerard Comtard y Gabriel Laflaverge


Helene Layaveige, Flor Voirol y Judith Levy


Jean Anglade, Erioc Marciano y Pierre Roger


Cónsul de Francia, doctor Kaml Rebaiz y Alexandra Bellayer 
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