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En la ruta de la excelencia

Se enriquece a diario, especialmente por su trabajo académico en la Facultad de Medicina de la UCV. Investigador a pesar de las dificultades, la suya es una de las voces que grita en el desierto

  • Diario El Universal

22/02/2020 08:08 pm

CAROLINA JAIMES BRANGER
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

Médico por vocación más que por tradición, Alejandro Rísquez se ha dedicado de lleno a la investigación, un área olvidada en Venezuela. No le teme al coronavirus porque Venezuela en muchos aspectos está aislada. Aunque si llegara, reconoce que no estaríamos preparados para hacerle frente. Defensor de las vacunas, hace campaña porque haya vacunación masiva contra las enfermedades prevenibles. Tiene una fe inquebrantable en un futuro mejor, pero a la par, trabaja para que sea una realidad.

-Eres nieto de Francisco Rísquez, hijo de Fernando Rísquez, hermano de Francisco Rísquez Parra, piedras angulares en la historia de la Medicina en Venezuela. ¿Cómo se asume esa responsabilidad?
-Efectivamente, provengo de una familia de médicos ilustres que han dejado marcas muy positivas en su paso por la trayectoria médica nacional, lo cual sin lugar a dudas, ha influido de manera constructiva en el forjamiento de una ruta de la búsqueda de la excelencia con la bondad y el ejercicio del estudio, la reflexión, la práctica y el compartir generosamente y abierto con mis colegas, amigos y maestros. 

El aprendizaje es permanente y enriquecedor desde la perspectiva social y científica, en especial en mi vida académica en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Las diferentes etapas que me ha tocado vivir con la práctica clínica, pediatría y medicina preventiva con un especial ahínco en la vacunación como primera herramienta del médico para evitar y mitigar enfermedades, han sido muy aleccionadoras. La gente, nuestra gente es amable, alegre y confía en los médicos venezolanos y siento que es una de las virtudes más importantes de la profesión. Los niños son una permanente luz que ilumina hasta los personajes más sombríos, vivo la dicha de poder participar en su desarrollo saludable y es una satisfacción muy reconfortante.



-Te has dedicado a la investigación, un área muy subestimada en nuestro país. ¿Qué debe hacerse a la luz de tu experiencia?
-El ejercicio de la medicina no solo necesita y requiere de los valores éticos y la entrega de cuerpo y alma a la carrera “vocación”, sino que además es exigente en cuanto al fluir en el río caudaloso del conocimiento mediante el estudio reflexivo y la investigación para la búsqueda de respuestas a las situaciones de salud que enfrentamos.

En mi formación como médico sanitarista o de salud pública, he podido desarrollar una larga experiencia en proyectos de investigación biomédica y de salud colectiva que necesitan mucho talante y esfuerzo de equipo. Trabajar con la gente, por la gente y para la gente es un deber intrínseco del rol médico. La investigación científica basada en las evidencias forma parte indispensable de la ética y el accionar de los galenos y los salubristas. 

En lo personal he corrido con la suerte de haber podido hacer mucha investigación clínica, epidemiológica operativa y social, formo parte del Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Escuela Luis Razetti de la Facultad de Medicina de la UCV y dentro de todas nuestras actividades le dedicamos un ingente número de horas a la investigación práctica en todas las áreas de la Medicina Social y salud pública. Contribuimos de manera continua con los médicos clínicos y los Institutos de Medicina Experimental, Anatomía, Medicina Tropical e Inmunología por mencionar algunos de los centros del saber de la universidad. He disfrutado y trabajado arduamente con profesores, colegas, estudiantes de pre, post grado y doctorado en innumerables proyectos de investigación, algunos de ellos de gran alcance social, con la inmensa fortuna de no requerir mayor financiamiento o recursos para poder realizarlos con éxito.



-En un país donde el control migratorio es inexistente, ¿qué riesgos ciertos e inminentes hay de que haya epidemia de coronavirus?
-La actual epidemia de coronavirus 2019 que padece China y que se ha convertido en preocupación internacional anunciada por la Organización Mundial de la Salud es una materia de salud pública de gran importancia para el país en materia de control migratorio. La vigilancia de puertos y aeropuertos es fundamental para detectar de manera rápida y oportuna los casos sospechosos, sus contactos y poder aislarlos y que pasen al protocolo establecido de confirmar o descartar la infección. Un reto enorme para un país en crisis, con limitados recursos para la salud pública y con una crisis médico asistencial grave. De acuerdo a los informes internacionales sobre preparación ante la epidemia, Venezuela no está preparada para poder enfrentarla. Es muy necesario que todos conozcamos sobre el problema mundial para que podamos enfrentarlo y ayudar a impedir su ingreso. El riesgo país es considerado bajo para su propagación por las dificultades en los arribos de pasajeros de países con la enfermedad, debido al poco flujo de tráfico aéreo y marítimo que puede llegar directo a nuestros puertos y aeropuertos, requieren además paradas previas donde pueden ser filtrados los casos sospechosos. Sin embargo, debemos prepararnos y estar a la altura de las circunstancias, en especial ante esta crisis sanitaria tan profunda y que recibe ayuda humanitaria internacional.

-Dentro de tus trabajos científicos has hecho énfasis en el regreso al país rural de principios del siglo XX, por el resurgimiento de enfermedades consideradas erradicadas como la malaria y el sarampión, entre otras. ¿Qué puede hacerse?
-El resurgimiento de enfermedades infecciosas controladas y emergentes denota la falla intensa, reciente y acumulada por años en las medidas preventivas del Estado. La reaparición de la difteria, considerada una enfermedad de la pobreza; y del sarampión, ambas enfermedades controladas durante décadas, nos muestra el bajo nivel de cobertura vacunal, programa esencial de la Atención Primaria de la Salud, razón básica del Estado para la protección de la población.

Ya la Academia, las Sociedad Científicas y los médicos nos hemos manifestado sobre la necesidad de fortalecer el programa con inversión robusta y sostenida de los programas, sin embargo, al parecer no somos escuchados y hablamos al vacío.

De igual manera podemos mencionar los programas de lucha contra los vectores, es decir los mosquitos propagadores de enfermedades endémicas que debilitan a la población y causan malestar, baja condición de vida y muerte como son la malaria o paludismo, el dengue y las más recientes que han afectado en forma pandémica a la región como el Chikungunya y el Zika.

La intersectorialidad de la salud con economía, educación y seguridad, dentro de los programas sanitarios efectivos, nos habla de que las enfermedades de origen hídrico han aumentado casi en forma epidémica para las hepatitis A y E, y las enfermedades diarreicas y disentéricas, por lo cual se acompañan de las parasitosis intestinales y las amebiasis, que aunadas a la desnutrición y anemia de la población infantil y vulnerable, han aumentado las muertes.

Se puede hacer mucho, con programas dirigidos a estos problemas de salud pública estructurales con abordaje integral y programas para mitigar las consecuencias inmediatas con apoyo nutricional, antianémicos y antiparasitarios a las poblaciones de menores recursos y abandonados por los programas sociales y sanitarios.


Con Carolina Jaimes Branger   FOTO CORTESÍA INSTAGRAM

-El área de las vacunas tiene en ti a un gran aliado. ¿Qué le dices a ese creciente movimiento mundial en contra de las vacunas?
-El movimiento en contra de las vacunas no es reciente, hay un viejo dicho que dice que el ataque a las vacunas es consecuencia de su éxito para prevenir y controlar las infecciones, esto quiere decir que a medida que la población no percibe la enfermedad en su entorno, es susceptible de creer con mayor facilidad las mentiras y los falsos testimonios de personas que son antivacunas. Por supuesto, la enfermedad no está presente por estar bajo control, la mayoría se inmuniza y cree cualquier cosa. En los últimos años se ha demostrado de manera repetida por autoridades nacionales e internacionales las falsedades y mitos sobre la vacunación. La vacuna al alcanzar altas coberturas poblacionales logra el control y en algunos casos puede lograr la erradicación de enfermedades que diezmaron la población por siglos, la viruela es el mejor ejemplo a seguir, además otras vacunas prevenibles como la poliomielitis, el tétanos, la fiebre amarilla, entre otras, están sujetas a un control que nos permite disfrutar la vida y prevenir estas letales enfermedades.

-¿Qué significa Venezuela para Alejandro Rísquez Parra?
-Venezuela es la razón de mi existencia junto a mi familia, mis amigos, los venezolanos y residentes de mi hermoso país. Mi terruño no solo me ha ofrecido bienestar, alegrías e inmenso lleno personal por sus paisajes, su clima, su vegetación exuberante y riqueza inconmensurable, sino sobre todo me han brindado lo mejor de la existencia: los amigos y la fe inquebrantable de un futuro mejor, disfrutando y trabajando el presente al máximo.

Venezuela eres tú, amiga Carolina, son todos con los que ha diario tratamos, contactamos, conversamos, sufrimos y gozamos, por lo cual debemos nuestras acciones y obrar. Deseo que podamos seguir en un pasaje vital más pacífico, tranquilo y enriquecedor para desarrollar todos nuestros talentos y oportunidades.

Alegría, trabajo, estudio, bondad, solidaridad y esperanza por un futuro aún mejor.

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