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Mucho más que recordar, mucho más que no olvidar

El Concejo Municipal de Chacao realizó una sesión especial con motivo del Día Internacional de Conmemoración en memoria del Holocausto

  • MAYTE NAVARRO

03/02/2020 09:29 pm

"Decía Elie Wiesen que en Auschwitz no sólo murió el judío, sino también el hombre. Cuando hablamos de "crimen contra la humanidad" no solo hablamos de genocidio, es decir, atentado contra la integridad biológica de la especie, sino también de crimen contra lo humano del hombre, contra sus conquistas civilizatorias frente a la barbarie. Hacer política con memoria es hacer presente en ella el duelo y la deuda. Estamos en duelo porque nos han privado, han destruido un momento de humanidad que nos pertenecía y que de haberla tenido hubiéramos hecho un mundo mejor" 
Manuel Reyes Mate


Aldo Giordano, nuncio apostólico; e Isaac Cohen, rabino principal de la Asociación Israelita de Venezuela FOTO MAYTE NAVARRO
 
En estos días el mundo conmemoró los 75 años de la liberación del campo de concentración y exterminio Auschwitz-Birkenau. Las puertas del infierno se abrieron y los sobrevivientes volvieron a respirar en libertad, pero su integridad como seres humanos fue mancillada y dejó una cicatriz para siempre, tanto en ellos como en la humanidad. La ONU declaró el 27 de enero como el Día Internacional de Conmemoración en memoria del Holocausto, una fecha que este año tuvo una significación especial. Nuevamente se subrayó el compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.


Anita Benaim y Gabriela Bronfenmajer   FOTO MAYTE NAVARRO

El Concejo Municipal de Chacao se unió a estos actos y como lo ha hecho anteriormente, invitó a una sesión solemne que tuvo lugar en el Teatro del Centro Cultural Chacao, dando así continuidad a una idea materializada hace unos años por el entonces concejal Shully Rosenthal. En esta oportunidad, presidió la sesión el alcalde Gustavo Duque y abrió el acto, Máximo Sánchez. Luego intervino Gonzalo Ciffone, presidente de la comisión de Gestión y Turismo, quien recordó a muchos judíos que encontraron en Venezuela un lugar para rehacer sus vidas y que con su trabajo contribuyeron a enriquecer la cultura, las ciencias y la economía nacional. Trajo a la memoria las palabras de Hillo Ostfeld (sobreviviente de la Shoá y quien al morir no sólo dejó un vacío en la comunidad judía venezolana, sino en el ámbito industrial del país) "Rusia me dio la libertad, Israel me dio la dignidad y Venezuela me permitió seguir creyendo en la vida".


El momento en que el alcalde Gustavo Duque entregó el acuerdo de la Cámara al embajador de Francia, Romain Nadal  FOTO JOSÉ G. ESPARRAGOZA

De inmediato se entregó una copia del acuerdo al embajador de Francia, Romain Nadal, quien fue el orador de orden del acto. Su palabra alertaron sobre las nuevas maneras que el antisemitismo y el fanatismo tienen para expresarse.  Ratificó el compromiso de Francia en luchar contra cualquier forma de racismo y antesemitismo, pues ambos representan el odio hacia la humanidad.


Concejal Máximo Sánchez.  FOTO JOSÉ G. ESPARRAGOZA

Luego Ernesto Spira presentó a Jaime Drach,  PhD en Astrofísica por la Universidad de California-Berkeley, quien narró lo vivido por sus padres, ambos sobrevivientes de la Shoá pero ya fallecidos. Ellos, le narraron la historia de humillaciones, capítulos de esclavitud y sus testimonios sobre un nivel de maldad desconocido. Sin embargo en sus corazones no se anidó el odio y pudieron rehacer sus vidas, pero no olvidaron ese capítulo negro de sus respectivas historias, una manera de decir al mundo que sin memoria el futuro corre peligro. Esa historia podría ser el argumento de una película que tendrían un buen final. Se conocieron en Venezuela y aquí comenzaron otra vida, con sus hijos.


Daniel Kriener y Jesús Silva Fernández, embajadores de Alemania y España, respectivamente FOTO MAYTE NAVARRO

Para cerrar el acto se seleccionó al Grupo de Teatro Musical Comunitario Tiempos de Broadway que presentó la historia de dos hermanos que son separados durante el mandato de Hitler. Cuando se preparaban a emigrar, después del asesinato del padre, llegó la noche de los cristales rotos, la madre esconde a sus hijos en un anexo secreto, donde el hermano es descubierto por un militar nazi y lo lleva a Auswichtz-Birkenau, mientras que la hermana se salva de ese destino pero se separan para encontrarse cuando son adultos. Las canciones y la danza expresan la tragedia.


Ernesto Spira y Vivian Eskenazi    FOTO MAYTE NAVARRO

Para cerrar,  la música dejó su mensaje de esperanza en una composición que logró unir los acordes de un pajarillo con su ritmo frenético con otros melancólicos que recordaban la banda sonora  de la Lista de  Schindler, que llevó al auditorio a rememorar ese bosque o a esa ciudad europeos, que detrás de su belleza de hoy esconde el terror y el sufrimiento de aquellos que murieron bajo sus árboles o en las puertas de sus casas y a que no se pueden olvidar aunque no se conozcan sus nombres.


Gonzalo Ciffone, presidente de la comisión de Gestión y Turismo  FOTO JOSÉ G. ESPARRAGOZA


Alcalde Gustavo Duque, alcalde del Municipio Chacao, durante su intervención


Freddy Malpica, presidente del Instituto Cultural Venezolano-Israelí; y Milos Alcalay, presidente de la Fundación Espacio Anna Frank    FOTO MAYTE NAVARRO


Jaime Drach narró el testimonio de sus padres, sobrevivientes de la Shoá   FOTO JOSÉ ESPARRAGOZA


Vivian Eskenazi y su padre Benjamín Eskenazi    FOTO MAYTE NAVARRO


Víctor Mendoza Coronado, director de Protocolo del Concejo Municipal del Chacao   FOTO JOSÉ ESPARRAGOZA


Jeroen Sprangers, primer secretario Países Bajos, Petra Kriener y Daniel Kriener, embajador de Alemania    FOTO JOSÉ ESPARRAGOZA


Romain Nadal, embajador de Francia y orador de orden


Julio César Pineda y Rosita Beracha


Miguel Truzman y el rabino Eitan Weisman    FOTO MAYTE NAVARRO


Rebeca Wacher, Carlos Nuno Almeida de Sousa, embajador de Portugal; y Saul Levine   FOTO JOSÉ ESPARRAGOZA


Una de las escenas de la obra teatral    FOTO JOSÉ GREGORIO ESPARRAGOZA




El artista plástico Gregorio Boscán, el alcalde Gustavo Duque y el embajador Romain Nadal en la exposición Aguas Urbanas que se inauguró esa misma mañana en La Caja del centro Cultural Chacao       FOTO JOSÉ GREGORIO ESPARRAGOZA

DISCURSO DEL EMBAJADOR DE FRANCIA EN VENEZUELA, ROMAIN NADAL, ORADOR DE ORDEN DEL ACTO

Nos encontramos hoy acá reunidos en ocasión de una singular ceremonia.

Singular, naturalmente, por la intensa emoción que ésta siempre suscita. Pero singular también lo es esta conmemoración por lo que ella exige de nosotros, individual y colectivamente, una profunda acción de memoria y de reflexión, en torno a nuestro pasado, sobre nosotros mismos y sobre las enseñanzas que podemos obtener del Holocausto, hoy en día en 2020, en un momento de nuestra historia cuando, en Francia al igual que en el resto de Europa, en los Estados Unidos y en casi la totalidad de las democracias occidentales, nuestras sociedades se enfrentan a un resurgimiento del antisemitismo, sin duda inédito desde la Segunda Guerra Mundial. El Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ya lo subrayó el año pasado ante las instituciones judías de Francia con fuerza y emoción “Nuevamente, desde hace varios años, el antisemitismo mata en Francia”. Si los años finales del siglo XX hubieran podido dejar vislumbrar la posibilidad de un repliegue duradero del antisemitismo, el inicio de este siglo XXI viene a recordarnos cuan trágica es la historia, pues el odio regresa.

Hoy en día todavía, el antisemitismo puede hallar nuevos medios de expresión en nuestras sociedades contemporáneas. Como acaba de declararlo el Presidente Macron durante su reciente viaje a Israel: "El antisionismo, cuando es la negación de la existencia de Israel como Estado, es antisemitismo. Esto no significa que se hubiera vuelto imposible criticar tal o cual acción del gobierno israelí, pero la negación de su existencia es, sin duda, una forma contemporánea de antisemitismo".

En este convulso contexto internacional, frecuentemente preocupante, es para mí un honor participar hoy en esta ceremonia. Un gran honor. Así lo siento y significa asimismo una enorme responsabilidad.

Pues si estamos hoy aquí reunidos es en pro del mantenimiento y de la transmisión de la memoria de los sufrimientos indescriptibles de toda una comunidad. Para recordar que invocando el antisemitismo, fueron asesinados en Europa 6 millones de judíos, de los que un millón y medio eran niños. Más allá de esta ceremonia, está también en juego la construcción de la memoria de Francia y de Venezuela al igual que la de la humanidad entera. Nuestro futuro común.

La memoria del Holocausto exige de todos nosotros de movilización por el presente y de vigilancia por el futuro. Aquellos que consideran que el antisemitismo no afectaría sino a unas cuantas personas, a una comunidad en particular, que no olviden ellos nuestra historia. El antisemitismo, es sencillamente el odio hacia el prójimo. Y además, vean ustedes bien las formas que éste reviste. El odio al judío, no es sino la suma de todos los odios. El antisemitismo ha adoptado todas las formas, se ha alimentado de todos los extremos. No es solamente el odio de una cara: la del prójimo y que por lo demás es alguien semejante a nosotros. El antisemitismo es un problema que concierne a la humanidad entera porque este odio vanguardista viene acompañado siempre de un cortejo de otros odios: el racismo bajo todas sus formas fundado en el color de la piel o la religión cualquiera que ésta sea, el racismo basado en una orientación sexual diferente, todas las formas de odio se despiertan con el antisemitismo. El odio al judío es, en el fondo, el odio a nuestra humanidad.

Si el antisemitismo reaparece en Francia, los franceses no lo aceptan, no se resignan a él. Así lo han manifestado, en 2002 y en 2004, cuando fueron atacadas algunas las sinagogas, los franceses manifestaron en 2006 cuando un joven francés, Ilan Halimi, fue asesinado con gran barbarie. Manifestaron nuevamente en 2012 y 2015 contra los ataques terroristas que afectaron a ciudadanos judíos. Se hicieron presentes, una vez más y siempre, cuando Mireille Knoll, sobreviviente del Holocausto, fue asesinada en 2018. Las mismas palabras, idéntica cólera, nuevamente la movilización. Francia no se resignará nunca pues la pasividad sería una señal de abandono de nuestro pacto republicano.

Señoras y Señores en este instante, en Caracas como en numerosos otros lugares del mundo recordamos lo que fueron las persecuciones antisemitas durante la Segunda Guerra Mundial.

Recuerdo en este momento la advertencia de Elie Wiesel en contra del hecho de que « el verdugo mata siempre dos veces, la segunda vez lo hace mediante el olvido ». La urgencia de dar cuenta de lo irremediable y del horror de los campos de concentración se convierte par ustedes en una obligación moral, una obligación memorial, una obligación pedagógica. Cuando la voz de los sobrevivientes se hace más débil, la humanidad nos exhorta más que nunca a levantar la voz en nombre de ellos. “Si el eco de sus voces se debilita, nosotros moriremos” imploraba el poeta francés Paul Eluard.

Recordar, es tomar la medida del dolor de los perseguidos, es acompañar el dolor de su comunidad, es compartir todo el dolor de la humanidad entera.
El dolor conmovedor, e insuperable, de aquellos que fueron víctimas de las redadas y de todas la violencias y las humillaciones, establecidas por los nazis pero a las que contribuyeron en ocasiones con su ayuda otras autoridades, pienso en la Francia del régimen de Vichy, durante todos esos trágicos años y que adoptaron, a partir del verano de 1942, una dimensión dramática en mi país. 76.000 judíos fueron deportados en Francia, entre ellos numerosos niños.

El dolor de toda una comunidad que recuerda el martirio de sus padres e hijos, y que actualmente reconoce el deber de dar su testimonio a través de los tiempos.

El dolor de la Nación francesa, recordando como unos franceses y el estado francés “se hicieron cómplices de la locura criminal del Ocupante”, estas son las palabras pronunciadas en 1995 por el entonces Presidente de la República, el Señor Jacques Chirac, que todavía resuenan y que resonarán por mucho tiempo, por ser éstas muy justas y muy necesarias.

El dolor de toda la humanidad, frente a la tragedia única del Holocausto que concierne y que interpela a todos los hombres, cuales quiera sean su historia, su credo o sus convicciones.

Pues es muy propio del hombre sentirse responsable del destino de toda la humanidad. Cada hombre lleva en sí mismo la memoria y el futuro de toda la humanidad. En el centro mismo de nuestra historia, la inconmensurable locura del Holocausto. En el corazón de nuestro porvenir, la exigencia imperiosa de imposibilitar la reproducción de semejantes crímenes.

Señoras y Señores, acordarse, es también recordar que en el momento cuando se cometía el irreparable Holocausto, hombres y mujeres de Francia y de otras naciones, ya tomaron consciencia en ese entonces de lo que se estaba perpetrando en contra del pueblo judío.

Estos “Justos” según el bello calificativo escogido por YAD VASHEM para honrarlos – esos Justos, habían comprendido que salvando a los judíos se salvaba a toda la humanidad.

El honor de los « Justos » está a la misma altura del drama: es inmenso. El “Diccionario de los Justos en Francia” publicado por el comité francés de YAD VASHEM nos presenta mil y un personajes del Honor, bajo esas dramáticas circunstancias. A través de sus páginas, siguiendo sus rostros, sus nombres – gente humilde o personajes reconocidos – al evocar a estos individuos, a estas familias, a estos grupos religiosos, a estos pueblos enteros, nos conmueve la belleza de esta diversidad, nos sobrecoge por su gran valor, su modestia, su gran heroísmo, son experiencias vividas frecuentemente de manera discreta. En la lectura de esta obra, se ve aparecer concretamente esa Francia en la que creía la comunidad judía antes de sufrir esa salvaje persecución. Agradezco a Paquita Sitzer quien me hizo entrega de un sobre con el nombre de su héroe, Victor Mesplé-Somps, francés de la resistencia quien salvó a su familia y por ello fue deportado.

Señoras y Señores, desde hace años Francia se ha entregado a un trabajo de memoria y de transmisión de la Shoáh a las jóvenes generaciones.

Francia considera el deber de memoria como una componente esencial de su política exterior. Se esfuerza por movilizar el conjunto de su red diplomática para incentivar la educación a los derechos humanos y al trabajo de memoria sobre el Holocausto. De hecho, en el Ministerio francés de Asuntos exteriores, existe un embajador encargado de los derechos humanos, de la dimensión internacional de la Shoáh, de las expoliaciones y del deber de memoria, quien trabaja específicamente sobre este tema.

En el año 2015, se reunió en Estrasburgo el Grupo de acción internacional sobre la memoria de la Shoáh, encuentro que se tradujo por la instauración del día 27 de enero de cada año como el día dedicado a la enseñanza de la Shoáh en todos los establecimientos escolares franceses. Concretamente, se ha reforzado la vigilancia en los establecimientos escolares franceses contra toda manifestación antisemita. En cada academia, un equipo está encargado de prevenir y de luchar contra los ataques racistas y antisemitas con intervenciones y respuestas concretas reportando aquellos actos directamente a los establecimientos y a los equipos pedagógicos. Asimismo, un formulario en línea titulado "Valores de la República" permite a todo el personal del Ministerio francés de la Educación nacional informar sobre cualquier situación de racismo o de antisemitismo de la que haya sido testigo o de la cual se considera haber sido víctima. En ningún caso debe mermar nuestra vigilancia común contra estos gestos, contra estas agresiones verbales, agresiones que a veces pueden tornarse aún físicas creando así un clima de inquietud, incluso de miedo. Nada podría justificarlo. Las pasiones, así como las emociones legítimas, despertadas por las noticias no son explicaciones válidas para replegarse sobre nosotros mismos, para hacer amalgamas propiamente escandalosos y menos aún para proceder a una reescritura de la Historia. No hay lugar para la intolerancia.

Porque la educación es una prioridad en la lucha contra el antisemitismo, el Ministerio francés de la Educación nacional y de la Juventud organiza cada año, junto con sus socios institucionales (entre los cuales se encuentran fundaciones memoriales), el Concurso nacional de la Resistencia y de la Deportación. Por casi 60 años, este Concurso ha contado con la intervención de antiguos miembros de la Resistencia, de sobrevivientes de los campos de concentración y de asociaciones memoriales. En el 2018, reunió a 47.300 estudiantes de colegios y liceos convirtiéndose en el concurso más federativo de todos. La relación muy estrecha que existe entre el Ministerio francés de la Educación nacional, y actores memoriales tales como el Memorial de la Shoáh en París, o el Campo de los Miles en Aix-en-Provence, permite cada año a más de 100 000 alumnos visitar estos lugares de memoria. También favorece la formación continua de más de 10.000 docentes anualmente, así como la organización de viajes escolares hacia antiguos campos de exterminio nazi reuniendo a más de 5.000 participantes por año. Por otra parte, cada año se organiza en Francia, en todo el país, la "semana de educación y de acción contra el racismo y el antisemitismo", momento clave de la movilización de los Franceses en contra del racismo y del antisemitismo. Este año, dicha manifestación, que asocia al conjunto de la comunidad educativa y pedagógica, entre los cuales los padres de familia y el personal de los establecimientos escolares, las organizaciones estudiantiles de colegios y liceos, así como las asociaciones vinculadas al mundo educativo, tendrá lugar en todo el territorio nacional del 18 al 24 de marzo.

Señoras y Señores, la barbarie no ha desaparecido de la historia con la liberación de Auschwitz. Desafortunadamente, vuelve a nacer a cada vez que ideologías totalitarias o fundamentalismos religiosos se adueñan de pasiones y de miedos.

Me limitaré a citar aquí unos cuantos ejemplos recientes: en Kenia, en 2015, 150 estudiantes - casi todos cristianos – fueron masacrados por fanáticos. Hoy en día, en Siria como en Irak, hombres, mujeres y niños son perseguidos por su religión, sus orígenes y sus tradiciones. En Nigeria decenas de adolescentes fueron raptadas, violadas y, luego, ejecutadas por una secta que mata a musulmanes en nombre del Islam cuyos principios violan y desfiguran con sus crímenes. Las víctimas son siempre las mismas : niños, seres indefensos, personas inocentes. A cada vez, se matan a judíos por ser judíos, a cristianos porque son cristianos y musulmanes por ser musulmanes. La barbarie no tiene edad, no tiene color, tampoco tiene límite y ahora más que nunca, la historia nos da sus lecciones para el presente. Nos recuerda que existe una necesidad de transmisión de la memoria para prevenir y para vencer el fanatismo. Una sociedad sin pasado es una sociedad muerta. Una sociedad sin valores es una sociedad muerta. Una sociedad replegada en sus egoísmos es una sociedad muerta.

En el momento en que las imágenes satelitales e Internet difunden cualquier tipo de imágenes y de mensajes a un ritmo desenfrenado, nuestra capacidad para comprender la información primero pasa por un conocimiento real de nuestro entorno y de nuestra historia. Nuestra responsabilidad, la nuestra como adultos, es hacer que las jóvenes generaciones tomen conciencia que el trabajo de memoria no pertenece al pasado sino que es absolutamente necesario para vivir plenamente en una sociedad libre.

Este es el reto que enfrenta la enseñanza de la Shoáh cuya imperiosa necesidad es - ahora más que nunca - evidente. Porque la barbarie se nutre ante todo de la ignorancia.

Ojalá que la memoria de la Shoáh pueda inspirarnos, a nosotros, venezolanos y franceses, en el trabajo que realizamos a diario para que vivan los valores de libertad, igualdad y fraternidad que compartimos. La comunidad judía de Venezuela, el comité Yad Vashem, el Espacio Anna Franck, con quienes la Embajada de Francia tiene relaciones estrechas desde hace ya varios años, dan el ejemplo a seguir. Por haber participado a numerosos eventos con ellos, yo conozco su profunda convicción que aquellos pueblos que desconocen su historia se exponen una y otra vez a que se repita. "Quienquiera que escucha a un testigo se convierte en testigo a su vez", decía Elie Wiesel. Es así como la llama de la memoria pasa de generación en generación, y de corazón a corazón.

Al oír los testimonios de los sobrevivientes venezolanos de la Shoáh en el Colegio Francia, muchos jóvenes venezolanos y franceses, pero también adultos, se convertirán en testigos. Desde ya, quisiera expresarles mi más sincero reconocimiento.

Señoras y Señores,

Francia, el país de Simone VEIL, primera mujer presidenta del Parlamento Europeo y sobreviviente de Auschwitz ; el país del cineasta Claude Lanzmann, director de la película Shoáh; el país del capitán Dreyfus y de la cantante Bárbara, no se resignará jamás al racismo y al antisemitismo. Nos corresponde combatirlos, cada uno a su propio nivel. Es una lucha. Un combate férreo, un combate cotidiano, hecho de palabras y de acciones, de memoria y de demostración. Un combate cuya intensidad con la que lo emprendemos dice lo que somos: Francia, un país que no se resignará nunca. Para librar esta batalla, sabemos que podemos contar con nuestros hermanos venezolanos para pelear a nuestro lado.

En ese sentido, los invito a la salida a la exposición Simone Veil. Archivos de una vida, que se encuentra al exterior de La Caja. Esta exposición cuenta el recorrido excepcional de Simone Veil, implicada en todos los momentos claves de la historia del siglo XX, desde la Segunda Guerra Mundial y la deportación hasta la construcción europea, pasando por la toma de conciencia de la importancia del rol de la mujer en la sociedad.
Para concluir quiero expresarme en hebreo para decir estas frases:

Gracias.
Combatamos el racismo, el antisemitismo y la intolerancia. Estoy seguro que Francia y sus amigos están dispuestos.

יש להפוך את המאבק בגזענות, באנטישמיות ובאי-הסובלנות למאבק אוניברסלי. אני יודע שצרפת וחבריה בונצואלה מוכנים לכך.
Viva Francia, Viva Venezuela y viva la comunidad judía a quien tanto debemos!
תחי צרפת, תחי ונצואלה, ויחי העם היהודי שלו אנו חייבים כה הרב
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