Tiene apenas 26 años y se perfila como uno de los mejores contratenores del mundo. Su voz dulce, aterciopelada y bella es producto de años de estudio y dedicación. Se inició en El Sistema como flautista, pero desde pequeño sabía que su vocación era el canto. Tiene dominio de la escena, además de una técnica perfecta. Está consciente de las dificultades de un contratenor en Venezuela, pero quiere ser pionero en esa área, para ayudar a que quienes quieren serlo no pasen por las dificultades que él pasó. Y también de que al recibir, hay obligación de dar. 

Háblame de tus inicios en el canto. ¿Siempre te gustó o consideraste hacer otras cosas? 

-Comencé en un coro juvenil en el núcleo Las Brisas de Fundamusical Simón Bolívar, "El Sistema". Allí recibí clases de flauta y formé parte de la orquesta; pero siempre supe que el canto era mi pasión y vocación. Después de unas audiciones, quedé seleccionado para formar parte de lo que en ese entonces se llamaba "El coro regional", bajo la dirección de la pianista y directora coral Aura Marina Ríos, quien me apoyó mucho en mis inicios como coralista. Formalmente, mis estudios de técnica vocal comenzaron en el año 2009, en Valencia, con el maestro William Alvarado, barítono venezolano, con quien estudié hasta el año 2014. Luego, por recomendación del mismo maestro, vine a Caracas y pasé a ser pupilo de la soprano Margot Parés Reyna, quien fue y sigue siendo una de las personas más influyentes en mi vida. También fui admitido en la Coral Nacional Simón Bolívar, bajo la dirección de la profesora Lourdes Sánchez. Paralelamente a las clases con Margot, tomé clases de interpretación y estilo barroco con la maestra Isabel Palacios. Ingresé así a la Camerata Barroca de Caracas y mi amor por la música del Renacimiento y el Barroco se fortaleció.

-Para muchos jóvenes músicos El Sistema es una llave que abre puertas a nivel mundial, en eso tienes toda la razón. Muchos tenemos la oportunidad de tener un instrumento en las manos sin pagar un centavo, de recibir formación gratuita o de viajar por el mundo y estar en los escenarios más importantes. Pero no es solo recibir, también hay que dar, debe existir el compromiso, la pasión, la vocación por lo que uno hace. Considero que soy una persona joven y tengo una gran cantidad de cosas que aprender, los escenarios venezolanos necesitan voces nuevas y rostros nuevos, a mediano plazo me veo siendo una de esas nuevas voces, hay mucho que hacer por la cultura musical de nuestro país, me veo haciendo ópera barroca, interpretando roles escritos para castrato o para contratenor, cosa que en la actualidad lamentablemente no ocurre. Siento que tengo mucho que aportar en Venezuela. En mi último concierto en el teatro Teresa Carreño, el pasado domingo 8/9/2019, un joven de 17 años se acercó a mí y me comentó que vino a Caracas desde Cojedes a ver el concierto. Él quiere ser contratenor y en su ciudad no hay quien pueda enseñarle. Estaba muy emocionado al escuchar la voz de un contratenor en vivo. Fue inspirador para él. Quiero eso, quiero motivar, quiero inspirar a esos jóvenes que quieren ser contratenores, también quiero terminar mis estudios universitarios y, por supuesto, ¿quién no querría ir a Nueva York o a París y cantar en los escenarios donde han estado los más grandes cantantes?. Para mí sería un honor.

-Que no cualquiera puede ser músico, pero que un buen músico puede venir de cualquier lugar.

-Creo que lo más difícil a lo que me he expuesto hasta ahora ha sido enfrentarme a la ausencia de conocimiento que hay en Venezuela sobre la voz del contratenor. No hay una escuela que eduque a los jóvenes con este tipo de voz, no hay un especialista en contratenores. Hay muy poco interés en involucrarnos en conciertos, no se hace ópera para contratenores y hay un desconocimiento general de nuestras capacidades artísticas y musicales en el escenario. Tener que lidiar con la falsa comparación entre un contratenor y una mezzo-soprano es frustrante. El timbre es quizás bastante parecido, pero hay cualidades y características sonoras que diferencian al uno del otro, más allá del género son, por muchas razones, voces muy distintas y cada uno tiene una amplia gama de repertorio que fue escrito pensando justamente en esas cualidades propias. Hay una cantidad impresionante de muchachos de 15 a 20 años que no reciben una formación correcta y sana para su instrumento vocal. Creo que mi labor es logar que lo que para mí fue difícil, para ellos sea más fácil. Quiero fomentar el interés por los contratenores, ser pionero del estudio de este tipo de voz y que se nos tome en cuenta con respeto y profesionalismo en los escenarios de nuestro país.

--Comentan mucho que nadie es profeta en su tierra, pero yo creo que primero tienes que dejar sembrado en tu tierra y luego ir por el mundo a volar. Regresar a casa y cosechar lo que sembraste debe ser gratificante; disfrutar de esto con la experiencia y el conocimiento que aprendiste fuera de tu país. Es lo que planeo hacer. Venezuela es una tierra encantadora, con mucha gente realmente bella, no solo belleza física, sino de alma bella, de naturaleza exótica y comida exquisita. Venezuela para mi es magia, es fuego, es arte, es familia.Venezuela es mi hogar.