Páginas que rinden homenaje a los artesanos del pan

Soy panadero, otro de los títulos vinculados a la gastronomía que vio la luz este año, presenta la tradición panificadora del país y a sus autores

Rogelio Sequiera Santaella, María Fernanda Di Giacobbe y Adriana Gibbs

MAYTE NAVARRO

26/08/2019 06:33 pm

La presentación del libro Soy Panadero fue todo un acontecimiento editorial pues reunió a un grupo de profesionales de la fotografía, el periodismo gastronómico y a los panaderos protagonistas de ese texto para rendir honores a uno de los oficios más importantes y presente desde la antigüedad, el de hacer pan.

El encuentro tuvo lugar en la Librería El Buscón y contó con las palabras de presentación de la coordinadora, compiladora y autora de algunos textos de la obra, Adriana Gibbs, quien resumió en sus palabras más allá del contenido del libro, pues también destacó la poesía que en esas páginas se encuentran ya que hacer pan no sólo es alimentar al cuerpo sino también el espíritu, pues el pan está presente tanto en la mesa como en el altar.

Rogelio Sequiera Santaella y María Fernanda Di Gicobbe durante la presentación de Yo panadero FOTOS ALBERO VELOZ Y MAYTE NAVARRO

También tomó la palabra Rogelio Sequeira Santaella, editor de Soy Panadero, y directivo de AlumWare, empresa patrocinante y fabricante de utensilios para hornear, expresó que esta obra tiene un objetivo fundamental, honrar a los panaderos y lo hace a través de los 29 maestros presentes en las páginas, hombres y mujeres que desde la madrugada están trabajando las masas para transformarlas en panes de formas y sabores diferentes.

Se recordó a Eugenio Montejo y su Taller Blanco, donde resume la belleza de la transformación del trigo y el paralelismo entre la creación poética y la elaboración del pan. En ambas, dice el poeta, se requiere nocturnidad. Se refiere a la harina que como un velo recubre mesas y manos, se expande en el aire para también ser nube o parecer nieve. La labor panadera no está exenta de responsabilidad, al igual que la del poeta.

Adriana Gibbs, Rogelio Sequeira y María Fernanda Di Giacobbe

Soy panadero también es un viaje por Venezuela y una manera de exaltar y difundir los panes nacionales, de aplaudir el trabajo de los panaderos locales que hoy se han convertido en verdaderos héroes. Allí están las fotografías de sus rostros y de sus panes, captados para la eternidad por los lentes de Natalia Brand y Maríaeugenia "Maru" Aveledo.

La madrina de la obra editorial fue María Fernanda Di Giacobbe, cuyas directrices en la desaparecida Paninoteka todavía está vivo en el recuerdo de muchos caraqueños que la visitaban porque allí el pan se enaltecía y dejaba de ser la base de un relleno para tener vida propia. Ella, hoy abocada a la investigación y fomento del cultivo del cacao, ratificó el esfuerzo y la valentía de todos aquellos que hacen país en su labor diaria y ese hacer está marcado por la excelencia.

Katyna Henríquez Consalvi y Natascha Benavides de Sequeira

Para bautizar el libro se utilizó harina que bajó lentamente por las páginas y también voló por los aires. Una hermosa mesa materializó el contenido del libro y podía recordar un bodegón del pintor Luis Egidio Meléndez. Para brindar, Freixenet Rosé.

Natascha Benavides de Sequeira, Adriana Gibbs y Rogelio Sequeira Santaella

María Belén Fagúndez, Four Hands Cooking y Henrique Ramírez del ICC

Gabriel Flores "El Capi", Marieugenia "Maru" Aveledo, Carmen Lucía Gómez "Doctora Pan", Josué Rincón, Pan Aelmán; Ramón "Moncheiro" Rivas y William Tse