El verano de 2019 tiene colores que hablan de la exuberancia de la naturaleza cuando une montaña y mar. María Doménica Atencio propone a quienes aman al mar y los deportes acuáticos una colección llena de color, cuyas tonalidades se mezclan sin prejuicios y está concebida para quienes viven la libertad, de allí que la hayan llamado Ariwonnötö, que significa precisamente eso.
María Doménica explica que Ariwonnötö simboliza el sentimiento de autonomía que se transmite en cada pieza, de allí que detalles como las costuras estén concebidos y desarrollados para que sean casi invisibles y de esta manera no se presenten como barreras, ni impidan el movimiento. Están confeccionadas para moverse libremente.
María Doménica Atencio con uno de sus diseños FOTOS MAYTE NAVARRO
Ariwonnötö se mostró en las playas que van desde Camurí Grande hasta Los Caracas, donde todavía se encuentran paisajes vírgenes, sus rocas imponentes surgen del mar como grandes totems enmarcados por la intensidad del azul del cielo que se repite en el océano y que baña las arenas de la playa que se vuelven plateadas en las noches de luna llena.
Para dar a conocer más de esta propuesta invitó a un grupo de amigos y seguidoras de su línea a la tienda de Kanomi en el Centro Comercial Altamira Village. Además de los cortes modernos de los trajes de baño también se pudo descubrir el estampado de las telas, realizadas especialmente para esta firma venezolana y que tiene dos temas pictóricos: Cayena del Caribe, caracterizada por las tonalidades cálidas; y Verde de mi tierra, donde ese color abunda en los dibujos de hojas que emulan a las más grades y exóticas de la Zona Tórrida.
Además de los trajes de baño, adornados con volantes que llevan cortes a láser, que recuerdan el follaje tropical, donde se combinan tonos contrastantes, otra idea original en esta colección es que algunos modelos son reversibles. Los bañadores enteros presentan cortes geométricos que determinan no sólo un diseño sino que marcan el encuentro cromático de dos tonos contrastantes. No faltan los pantalones tipo pareo, prácticos y femeninos, destinados también a encuentros citadinos informales.
María Doménica Atencio es una de la diseñadoras venezolanas que realiza su trabajo con seriedad y con un sólo objetivo, que cada pieza sea perfecta. Esto le ha permitido llegar a mercados foráneos, sus trajes de baño, bikinis y vestidos playeros se encuentran en Colombia, Panamá, Estados Unidos, España y, recientemente, en Dubai.
Marián Visconti con uno de los mapires de la Isla
Esta vez, la diseñadora, tuvo dos aliadas, los mapires de la isla de Margarita, intervenidos por Marián Visconti y Tulia Gimón; junto a los sombreros Qilinhats, los verdaderos de Panamá, elaborados en Montecristi, Ecuador y que son ilustrados con diseños originales creados por Claudia Lavegas y Andreina Vogeler.
Ambas iniciativas buscan promover el trabajo artesanal y preservarlo para generaciones futuras, al mismo tiempo que permiten que los artesanos puedan vivir de su labor y de esta manera pueda pasar de generación en generación, además, de que su arte sea valorado por los demás.
Los volantes se ilustran con el corte láser
La tarde transcurrió entre la buena conversación, los brindis y el admirar la labor de estas venezolanas que hacen de la moda un tema que trasciende lo estético y se sumerge en lo ético, que lo marca la perfección, la cual solo se logra con la constancia, la observación y el estudio constante, algo que María Domenica Atencio practica diariamente, para ofrecer en cada temporada una colección que supere la anterior y que sus creaciones estén más allá de las tendencias de la propia moda.
Blanca Pieretti y María Pieretti de Atencio
Ariwonnötö concebido para moverse libremente
Graciela Pedraza y Anaís Moncada
Volantes en un dos piezas para subrayar lo femenino
Claudia Lavegas y Andreína Vogeler
Un clásico en las colecciones de María Doménica
Bianca Afelba de Lavega y María Elena Pérez Rendiles
Emular al trópico florido, una tarea de la diseñadora para vencer el tiempo
Tulia Gimón con otra pieza elaborada por manos margariteñas
La naturaleza está presente en la colección de Qilinhats, que utiliza los auténticos sombreros Panamá, declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Estos sombreros se tejen con paja toquilla, toda una tradición que sirve como base a ilustraciones coloridas
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