El príncipe Alberto II de Mónaco y la princesa Charlène, acompañados por sus hijos, Jacques, el heredero, y Gabriella, así como con todos los miembros de la familia principesca, hicieron su entrada a la Plaza del Palacio a través de la puerta de honor para celebrar las dos décadas del hijo de Rainiero en el trono. El único ausente fue Pierre Casiraghi.
Fue una ceremonia sencilla y llena de alegría. Ha sido una de esas pocas veces que se ha logrado reunir a los Grimaldi. También estuvieron presentes personalidades de la cultura, el deporte y las finanzas.
En este nuevo aniversario Alberto quiso acercarse a la gente y mostrar que, si bien en Mónaco se respetan las tradiciones, su gente siempre está abierta a los cambios, mostrando así su deseo de estar al día y formar parte de una comunidad vibrante.
En esta ocasión Alberto pronunció un discurso donde destacó: “Todo lo que hago, cada día, ya sea aquí, en escenarios internacionales, en la soledad de mi oficina, lo hago por ustedes". Subrayó como virtudes de su país: "el trabajo duro, el sentido de la hospitalidad, el interés por la innovación, el compromiso con la ética y la apertura a la comunidad internacional".
El calor no fue obstáculo para que el jefe de Estado de Mónaco y su familia saludaron a quienes se reunieron frente al palacio que lucía banderas rojas y blancas. Otro dulce momento fue cuando apareció una inmensa torta de macarrón donde se repetían los colores nacionales. También se instalaron amplios bufés bajo una lona.
Otro detalle a destacar fue el afecto que demostró el príncipe Alberto, tanto para con su esposa como para con sus dos hijos. A cada uno le dio un beso.
Otras actividades
Pero la agenda del príncipe Alberto no se redujo en esos días solo al aniversario, también realizó una visita a dos pueblos cercano, Saint-Paul-de-Vence y La Colle-sur-Loup (Alpes Marítimos) donde lo recibieron sus respectivos alcaldes.
En el siglo XVIII, dos miembros de la familia Grimaldi fueron gobernadores de la ciudad de Saint-Paul, cuyo territorio se extendía hasta los actuales municipios de La Colle-sur-Loup y Roquefort-les-Pins.
Al príncipe lo recibió Jean-Pierre Camilla, alcalde de Saint-Paul-de-Vence, y develó la tradicional placa que reconoce la red de "Sitios Históricos Grimaldi de Mónaco", firmó el Libro de Visitas del restaurante La Colombe d’Or, donde en 1955 también había firmado su madre.
Por la tarde, lo recibió Jean-Bernard Mion, alcalde de La Colle-sur-Loup, antes de develar la placa que indica que esa localidad está integrada a la red de los «Sitios Históricos Grimaldi».
El príncipe Alberto y su hijo Jacques, el heredero FOTOS CORTESÍA CASA REAL DE MÓNACO
La gran torta de macarrón
En su visita por los Alpes marítimos firmó el libro de oro
Con uno de los alcaldes de Mónaco
La familia real de Mónaco con la escultura de hielo
Con toda la familia Grimaldi
La princesa Charlene y sus hijos saludaron al público reunido a las afueras del palacio
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