Una recepción deslucida, así califica una medio en su página web, la recepción ofrecida por los reyes de España a la comunidad mallorquí, que como el resto del mundo parece dividida en dos, unos a favor de la República, como lo manifestaron en la puerta del palacio de la Almudaina; y otros a favor de la monarquía, que igualmente reservaron su espacio para saludar a los monarcas a su llegada.
Las tensiones y las ausencias parecen que hicieron mella en esta cita anual. Faltó emotividad, espontaneidad. Todo parecía realizarse para cumplir con el guión preestablecido. Las dos reinas juntas se vieron cordiales, pero Felipe VI deja traslucir cierta melancolía, aunque sigue cumpliendo con sus responsabilidades contra viento y marea. Está consciente que su reinado no es nada fácil. El apoyo lo tiene en su madre, Sofía. Ella no lo abandonará, pase lo que pase. Tiene sangre de reina y sabe que una institución no sale adelante sino con el sacrificio de sus propios monarcas.
La reina Letizia camino al Club Naútico con Leonor, Princesa de Asturias; y la infanta Sofía EFE
La recepción tuvo su primera parte con los saludos de los invitados. Declinaron la invitación del jefe de Estado los cargos políticos de Podemos y de Més, el presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell, de Podemos; el del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; y el alcalde de Palma, Antoni Noguera, ambos de Més.
Las damas invitadas no se caracterizaron por la elegancia, quizás el calor les impidió seleccionar lo mejor de sus guardaropa. Letizia, por su parte, quiso darle color a su bronceado por lo que seleccionó una blusa en tono coral, sin mangas, que combinó con una falda floreada de Carolina Herrera. Para estar más cómoda recogió su cabello. La reina Sofía, fiel a su estilo prefició una blusa floreada. El rey, impecable, de azul y corbata floreada con toques marrones. Clásico, más delgado y más broceado, gracias a los días que ha estado navengando a bordo del Aifos 500.
Con un estilo diferente, pues ya no se ofrece cena, sino que el encuentro es tipo coctel, circularon bocadillos con los sabores propios de las Balaeres, el chef invitado fue Santi Taura.
Sofía, la reina emérita y Letizia, reina consorte Efe
Este sábado 4 de agosto, Felipe VI estuvo en el Club Nautíco para la última cita de la regata de la Copa del Rey. Posteriormente llegó Letizia junto a sus hijas, quienes subieron al Aifos 500, allí el soberano le presentó a sus compañeros de tripulación y posteriormente regresaron a la cafetería. En la noche se hará la entrega de los trofeos. Esta vez el rey y su equipo se colocaron en el séptimo lugar. Una vez más la suerte le negó estar en el podio de ganadores.
Felipe VI de España y Letizia con sus hijas Leonor y Sofía al salir del Club Naútico Efe
Leonor princesa de Asturias Efe
La infanta Sofía EFE
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