La invitación fue para un grato encuentro en Topotepuy, ese paraíso caraqueño que no sólo ofrece un paisaje especial, donde las bromelias son protagonistas, sino que desde sus jardines se contempla una imagen privilegiada del cerro El Ávila.

El anfitrión de este coctel-almuerzo fue José Manuel Baptista, licenciado en Biología, que ha descubierto su pasión por los olivares, sus frutos que son las aceitunas y el producto que de ellas se deriva: el aceite de oliva. Esta es la razón por la que se ha dedicado al cultivo de estos árboles y a la elaboración de este óleo, cuya antigüedad se evidencia en textos tan antiguos como la Biblia. Su aceite lleva la etiqueta de Campos de Sanáa. Como presentador del acto figuró Luis Olavarrieta.  Por otra parte, los invitados disfrutaron plenamente y con tranquilidad ya que pues antes de sumarse al grupo se hicieron la prueba PCR.


El aceite de oliva Campos de Sanáa, que nació en Jaén y llegó a los jardines de Topotepuy

Después de invitar a un paseo imaginario por los campos de Jaén, tierra estrechamente vinculada con estos cultivos y cuyo paisaje de olivares se van a presentar como candidato a ser Patrimonio Mundial de la Unesco,  Baptista hizo referencia a los procesos que implican la elaboración del aceite y que se inicia en la recolección que luego va a la almazara para su prensado en frío. Conversó sobre las catas que realizan los expertos, quienes califican su calidad.

En esta oportunidad también participaron en el acto como voceros, Renny Pacheco y Adriana García, químicos de profesión y expertos en Neurociencias, ambos hicieron referencia a otros atributos del aceite de oliva, como los olores que recuerdan y su presentación, una imagen que ya habla de su calidad. Se detuvieron un poco para explicar el porqué de la botella innovadora.

Los invitados a Topotepuy cataron los aceites para así conocer sus virtudes y diferencias. Comenzaron con el aceite de oliva Virgen extra, cosecha temprana, variedad Hojiblanca, que se distingue por su sabor afrutado intenso y un especial regusto picante. Después se pasó al aceite de oliva Picual, muy conocida en Jaén. Este, el de Campos de Sanáa es un aceite de intenso sabor y de mucho cuerpo.

También se recordaron los premios recibidos por esta marca, entre ellas el haber alcanzado el puesto 62 dentro de las primeras marcas de AOVE de España. Tomando en cuenta que existen unas 800 empresas y cerca de 2.500 marcas de aceite de oliva en ese país, José Manuel Baptista explicó que era un orgullo para alcanzar esa posición en su primer año de participación en concurso a la calidad. Hasta la fecha y en sólo dos años ya suma 11 premios internacionales obtenidos en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Israel, Japón, Reino Unido y Francia.

Antes del brindis que dio paso al almuerzo y se conocieron otros productos de la marca Campos de Sanáa vinculados al aceite de oliva, como son los aceites aromatizados, las perlas de aceite y la jalea, todos elaborados con ese oro líquido que tiene su reino en Jaén.