En la historia de las copas del Mundo solo se han presentados cuatro casos de doping. El primero fue el caso del haitiano Ernst Jean-Joseph, durante en Mundial de Alemania 1974, se le detectó una sustancia prohibida que no se mencionó, aun cuando algunos autores señalan como efedrina. Jean-Joseph fue separado del equipo y se conoce que fue golpeado tanto en Alemania como en Haití. Al llegar a su país fue condenado a dos años de prisión. A pesar de ello su nombre figura en las selecciones haitianas hasta 1980 y en la liga norteamericana en 1978. El segundo caso se presentó en el Mundial Argentina 1978, cuando el escocés Willy Johnstone resultó positivo fencamfamina, un estimulante, tras haber consumido el medicamento Reactivan, Johnstone fue expulsado del mundial y suspendido de por vida por la Federación escocesa. En el Mundial de México 1986, se produjo el tercer caso cuando el español Ramón Calderé, quien tras sufrir una colitis tomó el jarabe, Bisolbon Compositum, con prescripción médica de la FIFA, por lo que dio positivo en efedrina, pero como tenía el atenuante de haber notificado su caso, solo lo suspendieron por un juego, ya que no lo ingirió 72 horas ante el partido de su selección ante Irlanda del Norte. El último caso es el más conocido, Diego Armando Maradona dio positivo en el consumo de derivados de efedrina, por lo que fue expulsado del torneo y suspendido por 15 meses.

Sin embargo, en el año 2010, se publicaron una serie de artículos donde se señalaba que el equipo alemán, Campeón Mundial en la Copa Suiza 1954, había sido dopado de manera sistemática con pervitina un compuesto utilizado en la Segunda Guerra Mundial para mejorar el rendimiento de los soldados alemanes, se le suministraba a los jugadores como supuestas pastillas de vitamina C. Estas acusaciones no pueden ser concluyentes más allá de la hipótesis por lo imposible de hacer las pruebas. Pero la duda ha estado presente por décadas.