"En esto 7 años intenté servir a la paz, la reconciliación y al diálogo en Venezuela", dijo en la ceremonia de despedida realizada en el salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores. 

Aldo Giordano llegó a Venezuela en 2014 como representante del Papa para fortalecer los lazos diplomáticos del país, para alcanzar el camino de diálogo como vida efectiva del entendimiento entre el Gobierno nacional y la oposición. 

Indicó Giordano que "es muy difícil quitar siete años del pueblo de Venezuela que me ha robado el corazón. He tenido en mi corazón la belleza del país, su esperanza y sus deseos (...) quiero compartir con ustedes la cercanía de Venezuela con el Papa Francisco".

Giordano rechazó una condecoración que le otorgaba el gobierno por sus actos diplomáticos en el país. "Yo pedí renunciar a esta condecoración porque el Papa nos dice que nuestra función es ayudar y no buscar algo de honor. Nuestra función es servir a la paz, a los reencuentros".

Resaltó el Nuncio que "he tenido la suerte de despedirme presidiendo la Beatificación de José Gregorio Hernández. Eso estaba escrito en las estrellas, en el cielo, esta despedida queda en mi corazón. Quiero compartir la bendición de Dios sobre nuestro querido país Venezuela".

Por su parte, el presidente de la República, Nicolás Maduro, calificó al Nuncio Apostólico como "un hombre de palabra, amigo del pueblo y de la paz".

"Reconocemos en el nuncio apostólico a un hombre de palabra, un hombre de respeto y un gran representante del papa Francisco (…) Ha estado presente en los actos de diálogo", expresó el Mandatario al resaltóar la labor del monseñor en suelo venezolano.

"Todos encontraron en el nuncio apostólico a alguien que sabe escuchar, que ha sido factor de equilibrio del cuerpo diplomático del país, un factor de seriedad y profesionalismo, de respeto a la soberanía", agregó el presidente Maduro.