“Esto no condena desde ningún punto de vista que las variables opositoras no hayan sido asertivas en términos totales”, expresa para apuntar que algunos no critican a los que disienten, pero sí hay “la perenne autoflagelación buscando señalamientos parciales”. Afirma que se debe buscar “de manera categórica la configuración del elemento unitario priorizando al ciudadano y no a particulares que no se asemejan al todo de la nación”, asevera el diputado por AD en entrevista a El Universal.

Zambrano afirma que la estrategia de la oposición para propiciar un cambio de gobierno no se queda en el hecho fáctico del apoyo a la oposición liderada por el diputado Juan Guaidó de más de 50 países democráticos. Asegura que en la Constitución está delineado el formato con las premisas de autonomía e independencia de los poderes públicos y la realización de elecciones. 

“El formato para el advenimiento de un nuevo gobierno está explícitamente en nuestro contrato social, donde bajo la premisa de autonomía e independencia de los poderes, la colectividad en la activación de sus garantías y derechos, perfectamente puede darse a través de la manifestación de voluntad popular un nuevo gobierno, de allí se desprende el altisonante reclamo por unas elecciones presidenciales”

Consulta popular
Sobre la consulta popular anunciada por la oposición liderada por Juan Guaidó descartó que “los previsibles resultados de la consulta bajo las circunstancias actuales, sean potables”. Hay factores que atentan contra el desarrollo de esta consulta, refiere. Sin embargo, agrega que la referida “consulta será bajo cualquier conceptualización en el criterio de su realización un éxito, que hace protagonista al ciudadano en la ejecución y proyección de la estrategia”

No duda que dependiendo de los resultados de las elecciones parlamentarias se produzcan otras estrategias o actos de la oposición, y aclara que la consulta no está sujeta a la figura de Juan Guaidó, a quien sin embargo reconoce como el líder de mayor arraigo.

Observa que el evento electoral programado para el 6 de diciembre está evaluado en la reingeniería que obviamente debe producirse en la estrategia opositora. “En política los códigos y su simbología cristalizan el criterio preminente de las decisiones en su manejo, bueno o malo, lo que tiene como parte prominente el desiderátum del qué hacer frente a esas variables que no deberían estar señaladas por la disparidad atomizada de quienes hacen oposición”

Explica que la consulta forma parte como todas las propuestas políticas, “de una carta de intención, entre otras cosas orientadas al reagrupamiento de las fuerzas, al levantamiento de un programa accionario en torno a dilemática nacional. Toda figura pública tiene altos y bajos, expuestos ante los requerimientos de solución del cuerpo reclamante que sin duda alguna, son sujetos del momento político, en términos generales no parece estricto atar la salud de la consulta a una percepción en los niveles de aceptación de Guaidó como figura pública, ya que los trabajos de campo realizados en apego a la objetividad, lo siguen presentando como el líder de la oposición con mayor arraigo. La consulta será bajo cualquier conceptualización en el criterio de su realización un éxito, que hace protagonista al ciudadano en la ejecución y proyección de la estrategia”

El vicepresidente de Acción Democrática no escatima en retórica: “La política siempre será el mecanismo real y efectivo, a través de la fuerza de la palabra, proyectando lo bueno, como la asociación unitaria de todas las expresiones democráticas, que no hagan del momento una encrucijada, sino una fase resolutiva del conflicto político nacional”

El diputado no responde si el 5 de enero habrá dos Asambleas, dado que la oposición que la ganó en 2015 habla de continuidad administrativa. Solo dice que esa fecha “será un tránsito en el devenir del hecho político venezolano en medio disparidad de opiniones, el fracaso del modelo político y sus políticas públicas actualmente en ejecución, que han implosionado al país con una regresión brutal en la calidad de vida del venezolano, de manera que el 5 de enero no se acabará el mundo y los demócratas tenemos la obligación y el mandato de imponer el espíritu de la democracia, la justicia y la libertad”.