AD arriba a su 79 aniversario con “más penas que glorias” por un cuestionado fallo que la vuelve a dividir
Las notas de su idolatrado “Adelante a luchar milicianos, a la voz de la revolución”, ya no retumban a los cuatro vientos como en anteriores efemérides del 13 de septiembre
Caracas.- Acción Democrática el partido con más trayectoria política, tantas glorias y triunfos presidenciales en el país, arriba este domingo a su 79 aniversario, “con más penas que glorias”, por el controversial fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que la vuelve a dividir en dos grupos “irreconciliables”, en medio de una virulenta pandemia en ascenso y fuertes “vientos de tempestad” a lo interno.
Un nuevo aniversario como el precedente, ausente de las tradicionales y alegres romerías, de su entusiasta militancia blandiendo pancartas alusivas a sus gloriosas luchas populares y entonando a todo pulmón su siempre idolatrado himno: “Adelante a luchar milicianos, a la voz de la revolución. Libre y nuestra la patria en las manos de su pueblo por fuerza y razón”(…).
Se conoció que esta vez sólo hubo intercambios de saludos y pinceladas sin banderas, por separado, a través de videos conferencias y redes sociales, por parte de Henri Ramos y Bernabé Gutiérrez.
El fallo de la discordia
El TSJ nombró una mesa directiva Ad-Hoc “para llevar adelante el proceso de reestructuración necesario de AD”, fue la chispa que “encendió la pradera” y la reacción generalizada de juristas, dirigentes y analistas políticos.
Tal como lo reseñó ampliamente la prensa nacional desde el mismo 15 de junio pasado, fecha en que se dio conocer el controversial dictamen de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que despojó “de facto” la dirección nacional de AD, a Henry Ramos Allup y su equipo, para entregarla a Bernabé Gutiérrez y su grupo, desencadenó una intensa reacción de protestas verbales en el país, acompañada de duras críticas al máximo tribunal, por la “desafortunada decisión”, que a juicio de voceros del Foro Penal y versados analistas políticos como el profesor Trino Márquez, es un acto arbitrario que “criminaliza el ejercicio de la actividad política y crea un mal precedente para la vigencia y libre funcionamiento de los partidos políticos en Venezuela”.
El jurista, locutor y constituyente más votado en 1999 para la redacción y aprobación de la vigente Carta Magna, Jesús Rafael Sulbarán, tan conocido por su jocoso eslogan hípico “A cobrar, Venezuela”, también sostiene en su programas radiales por Radio Rumbos, que la ley no le concede facultades al TSJ para expropiar partidos como lo hizo con AD y otras organizaciones políticas. Agrega que en todo caso lo habilita para suspenderlos temporalmente o inhabilitarlos.
El constituyente y popular narrador hípico, es muy insistente en su campaña por una enmienda o reforma del artículo 63 de la Carta Magna, que permita incorporar el llamado “Cuórum Aprobatorio”, con la finalidad de ampliar las bases de legalidad, por lo menos al 50% o más, del electorado, o bien. la doble vuelta para los comicios presidenciales y una mayor proporción en las elecciones parlamentarias, para evitar que un aspirante asuma el cargo con una precaria representatividad electoral como ocurre actualmente. Sulbarán recuerda el lamentable caso del segundo mandato del doctor Rafael Caldera, que asumió la presidencia de la República, con el respaldo de apenas un 27% o menos, de los electores y resultó un gobierno mu precario, que de paso, “abrió el camino a Hugo Chávez en su afán de perpetrarse en el poder, con la situación que todos conocemos.”
Los analistas cuestionan que con la designación de “la Mesa Directiva Ad Hoc”, el máximo tribunal, “dio luz verde” a una medida cautelar presentada por los partidarios de Gutiérrez que cambió de manos, la conducción legal del legendario partido del pueblo, para colocarlo bajo la conducción del expulsado secretario de organización, facilitándoles todas las herramientas de ley para ejercer la libre competencia electoral en el país.
Votar o no votar
A la par de las críticas contra el TSJ y el CNE, se ha generado una fuerte presión interna y externa para que se posterguen los comicios de diciembre, a fin de que se permitan mejores condiciones electorales y mayor libertad y transparencia en el proceso.
Entre otras tantas razones, aducen los analistas como el profesor Trino Márquez, que “es imposible realizar una campaña electoral por el país en medio de la propagación de la pandemia y la dramática escasez de gasolina para la movilización de los candidatos”. La misma petición la mantiene Henrique Capriles, el padre José Virtuoso, Hiram Gaviria, Jorge Roig, así como organismos internacionales como la Unión Europea, el Grupo de Lima, países como Canadá, Alemania y el propio EEUU.
Las dos AD divididas “de facto” por la decisión del TSJ, ahora dirimen el dilema de votar o no votar. Mientras, la directiva de Gutiérrez pactó con otros pequeños partidos, para presentar candidatos y acudir a los comicios del 6 de diciembre, el grupo mayoritario liderado por Ramos Allup, sigue firme en su posición de no avalar lo que han considerado de un principio, como un “ fraude electoral”.
Ambos bandos mantienen una “encarnizada”, pugna legal y retórica, buscando hacer ver ante la opinión pública nacional e internacional, quien es el responsable “del desbarajuste político”, y a quien asiste la razón de las “ingratas y perversas” repercusiones generadas en el otrora partido del pueblo y su ahora desigual enfrentamiento político con la facción de Gutiérrez, “apoyada abiertamente por el régimen”, reseñó la Voz de América.
El partido más dividido
Luis Beltrán Prieto Figueroa dividió al partido en 1968 (Orlando Hernández)
Oposición a la medida
En la misma onda polémica se cuestiona que el TSJ ya había sentado precedentes de intervención en partidos políticos, con el caso de Copei, al cual el máximo tribunal afecto al chavismo, también le designó dos directivas. Tras la decisión contra AD, circularon rumores de que una sentencia similar a la del partido blanco llegaría a otras organizaciones. Por lo tanto, “era factible como en efecto ocurrió lo mismo, con Voluntad Popular y Primero Justicia”, citó Tal Cual.
Henry Ramos Allup, el defenestrado secretario general de Acción Democrática y uno de sus dirigentes históricos, había admitido que ciertamente, existía una disidencia interna, pero muy minoritaria. Sin embargo su ex compañero Bernabé Gutiérrez, gracias a la cuestionada maniobra judicial, obtuvo el control de los símbolos del partido blanco, organización pilar de la democracia y política venezolana del siglo XX, que ahora conforma lo que la crítica denomina socarronamente “una oposición a la medida”, de los requerimientos del chavismo, como lo publicaron El Impulso y otros portales de noticias.
equerales@eluniversal/Con información de VOA y El Impulso y archivo de El Universal
Un nuevo aniversario como el precedente, ausente de las tradicionales y alegres romerías, de su entusiasta militancia blandiendo pancartas alusivas a sus gloriosas luchas populares y entonando a todo pulmón su siempre idolatrado himno: “Adelante a luchar milicianos, a la voz de la revolución. Libre y nuestra la patria en las manos de su pueblo por fuerza y razón”(…).
Se conoció que esta vez sólo hubo intercambios de saludos y pinceladas sin banderas, por separado, a través de videos conferencias y redes sociales, por parte de Henri Ramos y Bernabé Gutiérrez.
El fallo de la discordia
El TSJ nombró una mesa directiva Ad-Hoc “para llevar adelante el proceso de reestructuración necesario de AD”, fue la chispa que “encendió la pradera” y la reacción generalizada de juristas, dirigentes y analistas políticos.
Tal como lo reseñó ampliamente la prensa nacional desde el mismo 15 de junio pasado, fecha en que se dio conocer el controversial dictamen de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que despojó “de facto” la dirección nacional de AD, a Henry Ramos Allup y su equipo, para entregarla a Bernabé Gutiérrez y su grupo, desencadenó una intensa reacción de protestas verbales en el país, acompañada de duras críticas al máximo tribunal, por la “desafortunada decisión”, que a juicio de voceros del Foro Penal y versados analistas políticos como el profesor Trino Márquez, es un acto arbitrario que “criminaliza el ejercicio de la actividad política y crea un mal precedente para la vigencia y libre funcionamiento de los partidos políticos en Venezuela”.
El jurista, locutor y constituyente más votado en 1999 para la redacción y aprobación de la vigente Carta Magna, Jesús Rafael Sulbarán, tan conocido por su jocoso eslogan hípico “A cobrar, Venezuela”, también sostiene en su programas radiales por Radio Rumbos, que la ley no le concede facultades al TSJ para expropiar partidos como lo hizo con AD y otras organizaciones políticas. Agrega que en todo caso lo habilita para suspenderlos temporalmente o inhabilitarlos.
El constituyente y popular narrador hípico, es muy insistente en su campaña por una enmienda o reforma del artículo 63 de la Carta Magna, que permita incorporar el llamado “Cuórum Aprobatorio”, con la finalidad de ampliar las bases de legalidad, por lo menos al 50% o más, del electorado, o bien. la doble vuelta para los comicios presidenciales y una mayor proporción en las elecciones parlamentarias, para evitar que un aspirante asuma el cargo con una precaria representatividad electoral como ocurre actualmente. Sulbarán recuerda el lamentable caso del segundo mandato del doctor Rafael Caldera, que asumió la presidencia de la República, con el respaldo de apenas un 27% o menos, de los electores y resultó un gobierno mu precario, que de paso, “abrió el camino a Hugo Chávez en su afán de perpetrarse en el poder, con la situación que todos conocemos.”
Los analistas cuestionan que con la designación de “la Mesa Directiva Ad Hoc”, el máximo tribunal, “dio luz verde” a una medida cautelar presentada por los partidarios de Gutiérrez que cambió de manos, la conducción legal del legendario partido del pueblo, para colocarlo bajo la conducción del expulsado secretario de organización, facilitándoles todas las herramientas de ley para ejercer la libre competencia electoral en el país.
Votar o no votar
A la par de las críticas contra el TSJ y el CNE, se ha generado una fuerte presión interna y externa para que se posterguen los comicios de diciembre, a fin de que se permitan mejores condiciones electorales y mayor libertad y transparencia en el proceso.
Entre otras tantas razones, aducen los analistas como el profesor Trino Márquez, que “es imposible realizar una campaña electoral por el país en medio de la propagación de la pandemia y la dramática escasez de gasolina para la movilización de los candidatos”. La misma petición la mantiene Henrique Capriles, el padre José Virtuoso, Hiram Gaviria, Jorge Roig, así como organismos internacionales como la Unión Europea, el Grupo de Lima, países como Canadá, Alemania y el propio EEUU.
Las dos AD divididas “de facto” por la decisión del TSJ, ahora dirimen el dilema de votar o no votar. Mientras, la directiva de Gutiérrez pactó con otros pequeños partidos, para presentar candidatos y acudir a los comicios del 6 de diciembre, el grupo mayoritario liderado por Ramos Allup, sigue firme en su posición de no avalar lo que han considerado de un principio, como un “ fraude electoral”.
Ambos bandos mantienen una “encarnizada”, pugna legal y retórica, buscando hacer ver ante la opinión pública nacional e internacional, quien es el responsable “del desbarajuste político”, y a quien asiste la razón de las “ingratas y perversas” repercusiones generadas en el otrora partido del pueblo y su ahora desigual enfrentamiento político con la facción de Gutiérrez, “apoyada abiertamente por el régimen”, reseñó la Voz de América.
El partido más dividido
Acción Democrática ha enfrentados importantes divisiones en el pasado. Los casos más notables han sido los del MIR en 1960, cuando gran parte de la dirigencia juvenil abandonó la tolda blanca para abrazar posteriormente la lucha armada, bajo el liderazgo de Domingo Alberto Rangel; el grupo denominado AD-Oposición, acaudillado por Raúl Ramos Giménez, quien en 1963 reclamó las siglas del partido y tuvo que irse a fundar el PRIN, después de la victoria electoral del ex presidente Raúl Leoni; y el MEP -quizás la más importante de todas las escisiones- un partido fundado por el muy popular e histórico líder adeco Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien compitió con el candidato oficial, Gonzalo Barrios, en 1968.
Luis Beltrán Prieto Figueroa dividió al partido en 1968 (Orlando Hernández)
Sin embargo, es la primera vez que la dirección legítima del partido es despojada de sus símbolos por una decisión judicial, observan los analistas políticos.
Oposición a la medida
En la misma onda polémica se cuestiona que el TSJ ya había sentado precedentes de intervención en partidos políticos, con el caso de Copei, al cual el máximo tribunal afecto al chavismo, también le designó dos directivas. Tras la decisión contra AD, circularon rumores de que una sentencia similar a la del partido blanco llegaría a otras organizaciones. Por lo tanto, “era factible como en efecto ocurrió lo mismo, con Voluntad Popular y Primero Justicia”, citó Tal Cual.
Henry Ramos Allup, el defenestrado secretario general de Acción Democrática y uno de sus dirigentes históricos, había admitido que ciertamente, existía una disidencia interna, pero muy minoritaria. Sin embargo su ex compañero Bernabé Gutiérrez, gracias a la cuestionada maniobra judicial, obtuvo el control de los símbolos del partido blanco, organización pilar de la democracia y política venezolana del siglo XX, que ahora conforma lo que la crítica denomina socarronamente “una oposición a la medida”, de los requerimientos del chavismo, como lo publicaron El Impulso y otros portales de noticias.
equerales@eluniversal/Con información de VOA y El Impulso y archivo de El Universal
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