Considera la profesora, quien entre sus funciones actuales dirige la Cátedra Libre Democracia y Elecciones de la UCV, que los acuerdos alcanzados dentro del CNE se han llevado a cabo a espaldas de la población y que se trata esta de una situación que, lejos de invitar a los venezolanos a concurrir a elecciones, les genera desconfianza y desmotivación al voto.

“Desde mis zapatos, que son los de los académicos, lo que hacemos es trabajar para que se expongan con claridad todos los elementos relacionados con el proceso político actual, para que el ciudadano tome la decisión; pero también para presionar positivamente a fin de que haya un cambio de unas condiciones que ayuden a la búsqueda de una solución negociada y pacífica entre los ciudadanos”, resumió González-Lobato su posición.

En entrevista para el programa Primera Página, a través de Globovisión, la experta cuestionó decisiones como la de aumentar el número de diputados para elegir, contra la voluntad del constituyente que en 1999 adoptó el criterio de establecer el tope de1.1% de la base poblacional por considerar que la población crecía y que no era conveniente elegir más de 200 parlamentarios; el hecho de que no fueran llamados a participar representantes de las distintas organizaciones partidistas que constituyen el “corazón de la política” en Venezuela, y que igualmente se dejara afuera la representación de las minorías en una próxima Asamblea Legislativa; que se subestimara el alto número de venezolanos que forman parte de la diáspora que afecta al país, para ofrecerles la posibilidad de ejercer su derecho al voto, entre otras.

“A puerta cerrada”
Como factor generador de desconfianza del ciudadano en el voto, se refirió la entrevistada a lo que calificó como una actuación “a puerta cerrada” del CNE cuando, según sostiene, se trata del actor más importante en la toma de decisión y ejercicio del poder en cualquier país democrático. 

“Entonces decimos que en una democracia los partidos pueden perder elecciones, pero en una autocracia no”, argumentó, al insistir en la necesidad de que los partidos de oposición que participan en conversaciones o negociaciones con el Gobierno, establezcan procedimientos contemplados en la Constitución de la República y abran las puertas a todos quienes forman parte de la Asamblea Nacional y del consenso al que pueda aspirarse , con unas normas claras y fundamentadas en el Estado de derecho venezolano. 

Expresó también en este sentido, su preocupación por las medidas que dejan por fuera a partidos políticos como Acción Democrática y Copei, a los cuales se les considera que se les dividió cuando menos se podría esperar, y que considera integrantes de un “importante sector de la oposición” , en lo que interpreta como un empeño del sector gubernamental difícil de entender, y que podría llevar al país a otro “enero triste, más triste que todo este año, esta vez con la probable repetición de otro 5 de enero, y otros venezolanos al exilio “.

La prioridad en lo electoral
“Aquí lo que tiene que establecerse como prioridad en el tema político-electoral, es retomar el orden: es decir, primero pensar en los acuerdos y luego en la elección. Pero es necesario plantearse si a través de una convocatoria electoral se puede restablecer la negociación con facilitación internacional y con una ruta clara sin espinas, que pueda llevar a un cambio en la situación que estamos; porque si las elecciones se celebran como están proyectados hoy, el resultado va a ser negativo para la sociedad”, argumentó González-Lobato. 

Dentro de ese marco de posibilidades destacó la importancia de la observación internacional en un proceso electoral como el que se anuncia, pero advirtió, sobre las condiciones para el logro de su efectividad, de que se cumplan con exigencias básicas como la observación previa por parte de los observadores extranjeros y atendiendo a un protocolo internacional que incluya, en el caso venezolano, las medidas sanitarias en resguardo de la ciudadanía, frente a la pandemia que hoy afecta al país como al resto del mundo, y que no sean tenidos como pudiera pretenderse, según indica, en “observadores de palo”.

Cómo nos miran
También relacionado con el tema internacional, se refirió a la posición que sobre el anunciado proceso electoral se han expresado entes como el Grupo de Lima y el Grupo de Contacto de la Unión Europea, sobre lo que opinó que ellos “lo que están” diciendo es que todo esto obstaculiza una solución política y pacifica en Venezuela”. 

 
Por otra parte, tras calificar de “dramática” la situación que vive el país y de las restricciones que de parte de la comunidad internacional pesan sobre la nación, expresó: “No quiero que el país siga sancionado. A mí me importa el país; es dramático lo que nos está pasando; entonces , ante unas elecciones como estas, en lugar de resolver lo que se hace es complicar la situación cada vez más. Y vamos a seguir en una crisis donde los que la padecemos duramente, fríamente en carne y hueso somos los venezolanos”. 

Los que no podrán votar
Respondiendo a una pregunta de la audiencia del canal, citó lo que considera otra incongruencia del nuevo CNE, de no incluir a venezolanos con derecho al voto (como lo establece la Constitución) a los aproximadamente cinco millones de venezolanos que forman parte de la diáspora que sufre el país.

Según lo afirma, así como se arma a nivel local una circunscripción nacional para el ámbito regional, puede “armarse” en el internacional, algo que considera constitucionalmente válido, y de esa forma permitir la participación de todos esos venezolanos que están por fuera, en un proceso electoral que cumpla con las expectativas.
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