Sabio
La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. San Agustín.

Estrellas en ascenso
Amaia de España es una bella cantante de Navarra que se hizo famosa al ganar el concurso Operación Triunfo 2017, por su voz tan agradable y por su carisma. Fue escogida como una de las mejores cantantes españolas del año 2019.

Hoy en Venezuela
La lucha por el poder ha tomado un giro inesperado para darle una bienvenida muy movida al nuevo año. Constitucionalmente deben realizarse elecciones parlamentarias durante el 2020, porque a los diputados se les acaba el período de sus funciones en enero del 2021. La minoría oficialista en acuerdo con algunos opositores mostraron su propósito de controlar a la Asamblea Nacional. Pareciera que al abandonar la sala de sesiones cuando entró la mayoría opositora perdieron su oportunidad. Lo que está en juego no es tener una simple junta directiva, sino poder escoger nuevas rectoras del CNE igual de obedientes a sus instrucciones. Si no fuera por eso, la pelea por tener unas autoridades parlamentarias que durarán tan poco pareciera inútil. Fíjense que el gobierno ha podido sobrevivir cuatro años con juntas directivas opositoras. Pretender que esa es una pugna exclusiva de la oposición es menospreciar a la opinión pública. Hace falta escoger nuevos rectores del CNE para darle credibilidad a cualquier elección venidera. Ha dado la vuelta al mundo la forma chocante con la cual uniformados militares han sido utilizados como árbitros de un pleito exclusivamente civil. Hasta los gobiernos de Argentina, México y Uruguay se pronunciaron al respecto. No es un militar quien debe decidir cuál diputado entra y cuál no al Palacio Federal Legislativo. Eso ya lo decidieron los votantes en su momento. La excusa de la seguridad en las instalaciones no convence a nadie. Los militares se ven más dignos trabajando en sus cuarteles que arbitrando por medio de la fuerza, con una mirada teñida por la polarización, las disputas entre los civiles.

Margarita en fin de año
La isla estaba llena de turistas disfrutando unos días preciosos, y de la alegría proverbial del margariteño. Playa El Agua espectacular. El mejor lugar para pasar un día relajado nos pareció “Agua Dulce” al final de la avenida. Música exquisita, ambiente alegre y servicio correcto. Sin embargo no nos quedamos allí porque aunque llegamos a las 3 de la tarde nos cobraban 30 dólares por el quiosco, incluyendo tragos de bienvenida y frutas. Como íbamos a quedarnos apenas un par de horas nos fuimos unos pasos más allá, al negocio de Janet, donde estaban varios amigos y sólo nos cobraron 5 dólares por el quiosco. Comimos delicioso y nos atendieron como reyes. En la noche cenamos en Casa Caranta de Pampatar que está mejor que nunca. La cena se alegró con la música en vivo de “Oriente Mío”. Al día siguiente almorzamos en el que considero el mejor restaurante de la isla: “La Casa de Esther” en Pedro González. Esther además de carismática y anfitriona excepcional, domina como nadie el arte creativo culinario con su hija Aisha. Su menú siempre cambia con agradables sorpresas. Dirigidos por ella pedimos de entrada un “mixto de ají”, cazón en jojoto y bollo navideño de raya. Cada uno mejor que el otro. Seguimos con tres filetes de pescado; uno en crema de ají dulce margariteño, otro glaseado con chile y ron en salsa de banana, y el tercero con corteza de casabe en mostaza de Dijon. Imposible decidir cuál era mejor. Tomamos “Shandi” que es la bebida refrescante de la casa, y como postre Esther nos trajo un “pie” de limón hecho con dulce de leche delicioso. Salimos de allí repletos de felicidad, y con los sentidos desbordados por los exquisitos sabores de la querida amiga Esther. Luego estuvimos en playa Parguito que sigue muy animada con la juventud dorada que visita la isla. Los quioscos de Cosme, Bella Lora y Beach Bar todos excelentes. La arepera de los Hermanos Moya en la carretera siempre llena. En la noche fuimos al nuevo restaurante “Arkana” en Pampatar. Está en un precioso jardín interior y ofrecen un menú bien elaborado. Muy recomendable. En general el servicio en la isla ha mejorado sustancialmente. La dolarización ya se convirtió en una forma de vivir, que le dio un nuevo aire a la perla del Caribe. Hay que volver porque está mejor que nunca.
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