El magisterio venezolano convocó a un paro nacional de la educación de 48 horas para los días 22 y 23 de octubre, a fin de continuar reclamando la desvalorización del salario, la convención colectiva y la eliminación de la seguridad social de los trabajadores de la enseñanza, según informó Raquel Figueroa, miembro de la Dirección Nacional del Colegio de Profesores de Venezuela.
“Mantenemos nuestra exigencia ante la Inspectoría del Trabajo para que haga valer el artículo 440 de la Ley del Trabajo que obliga al patrono, en este caso al Ministerio de Educación, a sentarse con los sindicatos, a través del comité de seguimiento y vigilancia de la convención colectiva, para que este pueda discutir todas las cláusulas pendientes y que están violentadas por el paquete económico del gobierno que secuestró por la vía de la tabla de Onapre, los aumentos salariales”, señaló.
Figueroa calificó como un éxito el paro de 24 horas del pasado martes, pues en el mismo se observó la participación de 27 mil planteles adscritos al Ministerio de Educación, lo que representa el 85% de las instituciones. “Al mismo se sumaron también los padres y representantes realizando asambleas en los centros educativos. Esto demuestra que la sociedad quiere defender el derecho a la educación como derecho humano”.
La miembro de la Dirección Nacional del Colegio de Profesores aspira que para la semana próxima se sumen al paro la totalidad de los centros educativos que existen a nivel nacional.
De no tener respuestas satisfactorias continuarán los paros escalonados hasta llegará la hora “0”.
Enfermeras se unen al paro
La presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital, Ana Rosario Contreras, anunció que el gremio de enfermeras se une al llamado de protesta y paro nacional convocado por el gremio de docentes.
“Rechazamos el aumento de hambre anunciado prácticamente de manera anónima por el usurpador Nicolás Maduro, porque no satisface las necesidades básicas de los trabajadores. Así como somos obligados a pagar los productos y servicios en dólares, exigimos cobrar también en dólares".
Según Contreras, el írrito aumento equivalente a solo 19 dólares mensuales, mantiene en pobreza extrema a los trabajadores. "Queremos que nuestros sueldos vayan acorde al nivel de la inflación y que apliquen medidas que la frenen.”
La representante gremial recordó que las enfermeras fueron quienes lideraron las protestas en el 2018, pero al no recibir respuesta, considera necesario que se retome nuevamente la calle en este 2019, asegurando que el área de salud en el país se encuentra más deteriorada y los sueldos han perdido su valor adquisitivo.
“Anunciamos que retomamos las calles, uniéndonos a la lucha de los educadores. Volvemos a tomar el camino de la protesta como lo hicimos en el 2018, porque estamos peor que el año pasado y los servicios están más deteriorados. Tenemos derecho a un salario digno, porque hemos demostrado que somos buenos profesionales que no nos rendimos y seguimos apostando por nuestro país. Acudiremos a la ONU y a todos los organismos internacionales necesarios hasta que nuestros derechos sean respetados”, concluyó.
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