El presidente de la organización de estudios diagnósticos Datincorp, Jesús Seguías, considera que la reincorporación de la fracción oficialista a la Asamblea Nacional es una acción de reconocimiento a la legitimidad del Parlamento y una concesión del gobierno en el marco de una negociación que debe emprenderse, inevitablemente, en el país. Aclara que eso no significa que el régimen se sienta derrotado, “ni busque un salvavidas”.
Advierte que los efectos de esa reincorporación se verán de acuerdo a la evolución que tenga el documento que suscribió un factor de la oposición, que opina “se fue de bruces”, porque ha debido esperar otras señas concretas y contundentes para avanzar y tener credibilidad. En ese sentido, el consultor, recuerda que hasta ahora solo se ha liberado un preso político y a sus escoltas.
En referencia a la AN, afirma que es la instancia institucional más próxima para hallar una solución constitucional a la crisis del país y que a través de ella pueden lograrse acuerdos con el gobierno. Agrega que ella está facultada para elegir nuevas autoridades que expresen un equilibrio democrático necesario en el CNE.
Parlamentarias con nuevo CNE
Seguías señala que en la oposición no existen las divisiones que muchos suponen, salvo por un factor en particular, y que todos están de acuerdo en que no habrá una rebelión civil y no es posible un golpe militar, como también es impensable una invasión extranjera, y el cese de la usurpación, “que ahora edulcoran”, porque no es viable. “Saben que en Venezuela la única salida que queda es negociar en un proceso en el que todos se sientan incluidos. ¿Eso conlleva una elección presidencial? depende de cómo se hagan las concesiones de cada parte”, sostiene.
“Toda la oposición coincide en que la resolución está en unas elecciones justas, por supuesto con un nuevo CNE. Si hay un cambio en el ente rector, la inmensa mayoría votaría en unas parlamentarias. Eso puede significar una gran derrota para el gobierno. Y por el contexto internacional, una victoria para la oposición tendría que ser respetada y reconocida por Maduro, las condiciones cambiarían, y eso podría contemplar el abordaje del tema de las sanciones”, argumentó Seguías.
Agenda económica
Seguías asegura que la agenda económica ha quedado por fuera en todos los diálogos y para el 80% de los ciudadanos esa es la agenda más importante. “¿Dónde ha habido una propuesta para que el sector privado asuma el proceso productivo del país? Hay que enseriar la negociación y desprendernos de los egoísmos. Sufren chavistas y opositores por igual”, expresa.
El analista dice sentirse decepcionado del estamento político y que es increíble que hayan dejado al país en las manos de la comunidad internacional. “Hoy nos declaramos incompetentes para resolver nuestros asuntos”, apunta.
Épica revolucionaria
Al hablar de las sanciones impuestas por Washington, Seguías argumenta que si esas medidas se generaron para obligar a Nicolás Maduro a renunciar, sin duda, no se conseguirá el resultado esperado.
“Hablamos de un gobernante marxista leninista, se formó para esta confrontación. El chavismo decidió constituir un socialismo tipo cubano, su objetivo es monopolizar el poder, de por vida. Están en su épica revolucionaria, en su zona de confort, no están preocupados por el bloqueo. Nacieron políticamente para esta situación. Muy distinto a lo que ocurrió con Pinochet y Noriega”.
Destaca que Estados Unidos no comprende ni ha sabido caracterizar al gobierno venezolano y Trump se siente frustrado porque creyó que con amenazas y embargos conseguiría desplazar a Maduro. Esas medidas, acota, más que perseguir una renuncia deben presionar para que los actores enfrentados se sienten en una mesa. “Si las sanciones presionan para un diálogo configuramos un escenario de ganar-ganar. Ahora, cada quien debe precisar qué ofrecer al adversario, ponerse en su lugar. Lograr ese punto de encuentro es la solución”, dijo Seguías.
Para el consultor, Maduro cuenta con algunas fortalezas: Cuba, Rusia, y la salida de venezolanos, que envían remesas en dinero líquido que permite un circulante de miles de millones de dólares. “El éxodo le resuelve varias cosas al gobierno: disminuye un inmenso pasivo social, y la entrada de dinero. Otro aspecto a considerar es que los que emigran son en su mayoría la población cautiva de la oposición y eso disminuye el caudal electoral interno”, recalca.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones