Pese a los problemas internos que soporta, el Gobierno de Brasil está adoptando medidas que permitirían resolver e incluso aumentar la permanencia de migrantes venezolanos en su territorio.
En amplio reportaje del diario español El País, se destaca el programa de “interiorización” que adelanta Brasil, el cual se considera viene a ser una reubicación similar a los que gestiona la Organización de Naciones Unidas (ONU) pero a escala nacional.
Niusarete Lima, asesora del Ministerio de Ciudadanía, que coordina todos los ministerios, las entidades estatales y de la sociedad civil, explica cómo funciona este programa en el que participan Acnur y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM): una vez los migrantes reciben su documentación y con ello acceso a todos los servicios públicos. Se considera que la tarea no es fácil porque la demanda supera a la oferta, explica esta funcionaria que trabaja desde el inicio en este programa que el presidente Jair Bolsonaro heredó de su predecesor.
Como Brasil tiene más de 6.000 municipios, “si cada uno acogiera a una familia, ni se notaría”, recalca Lima, mientras se afana por implicar a más municipios para satisfacer las necesidades actuales. Porque unos salen pero llegan otros. Unos 7.000 migrantes están acogidos en albergues de Boa Vista y Pacaraima.
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