La gobernadora del estado Táchira, Laidy Gómez, sostiene que es una mujer con formación y principios democráticos, y no puede abonar a las fracturas y los extremismos “que tanto daño le han hecho a la oposición venezolana”.
“Como dirigente, ciudadana, ahora como madre y en una jefatura regional, estoy obligada a incorporar a la agenda las acciones que persigan el cambio”, señala Gómez. Y advierte que si bien algunas propuestas han sido acertadas y otras no -promovidas desde el inmediatismo-, lo que no debe hacer un demócrata es individualizar una estrategia y provocar divisiones.
“La políticas se pueden clasificar como terrenales y de navegación. Las primeras son las del día a día, las que impulsan la vinculación de la clase política con la sociedad mediante el contacto directo y permiten percibir las angustias o necesidades de una familia, de una población. Las segundas tienen impacto, no son tangibles pero inciden en la opinión pública, un ejemplo de ellas está en las redes sociales”.
Asegura que la prioridad es resolver el tema de la alimentación, la salud, la economía, así como el funcionamiento de los servicios públicos, “brindar atención, para generar confianza en el pueblo”. “Es hora de un proyecto para el bien común, no de planes personales, el objetivo es cambiar el modelo político que mantiene a Venezuela en la pobreza y el deterioro”, puntualiza.
Elecciones sin complejos
Para la dirigente de Acción Democrática el ascenso al poder es posible con organización, de abajo hacia arriba; desde los diferentes sectores y áreas geográficas del país.
Alega que la organización y estructura- “con personas de carne y hueso”- ha generado dividendos positivos. Recuerda cuando se capitalizó una mayoría en la Asamblea Nacional (2015), y su triunfo en las elecciones regionales (2017), “con una votación histórica” en el Táchira: más de 320 mil electores sufragaron y el 68% marcó una tendencia a su favor.
“Actualmente el CNE vulnera el derecho a la participación política, el Registro Electoral, entre otros, por capricho del PSUV. Pero con garantías básicas como la asistencia de los partidos y con organización, el pueblo decide”.
Ante las circunstancias, reflexiona, hay aspectos positivos como la unidad que representa el liderazgo nacional de Juan Guaidó, que puede conseguir las condiciones elementales para ir a un proceso comicial.
“No debemos tener complejos para hablar de elecciones. Tenemos que ser responsables, no podemos decir que el voto no sirve y mañana que sí sirve. El voto sirve si hay condiciones y logramos la participación. Tampoco podemos afirmar que el poder se alcanza de un salto, se llega a él con estrategia y organización”.
Vocación para gobernar
Gómez considera que todos los dirigentes deben tener vocación de poder, porque es la que permite direccionar políticas públicas, y la reconstrucción o transformación es posible desde espacios políticos, más si están legitimados por la participación popular. “En ningún contexto doctrinario dice que para rescatar las instancias democráticas hay que abandonar los espacios de poder, y en ese orden quiero recordar cuando asumí la gobernación del Táchira, hecho que todavía es cuestionado por grupos que no saben de organización, de estructura, por eso nunca han tenido la capacidad de ganar unas elecciones”.
Afirma que en su estado le han ganado al “poder absoluto de Maduro, y al de Chávez en su momento”. Enfatiza en que sí es posible llegar al poder, con liderazgo, unidad, propuestas y una política directa que requiere de un trabajo de calle para interpretar a la población. “A la gente que no ve redes sociales, hay que ofrecerle un proyecto que contemple la solución a sus padecimientos diarios”.
El avance de 2019
La gobernadora manifiesta que Juan Guaidó minimizó los extremismos y logró que los distintos actores políticos con criterios disímiles reconocieran a un líder nacional, “lo que había sido un problema”.
“Los factores que han aspirado a la Presidencia de la República “a ultranza”, empiezan a ver sus limitaciones. Eso tiene una lectura: la estrategia de Guaidó nos permitió avanzar unidos, conseguir el apoyo de la comunidad internacional y su reconocimiento a instituciones legítimas”.
Gómez resalta que dirigentes de base y de carácter nacional que ayer hablaban con rabia y radicalizados, ya hablan de voto.
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