Sofía Torres
Especial para El Universal
Sin campaña perceptible -pese a que comenzó oficialmente el pasado jueves- sin un llamado claro a votar por parte de la dirigencia opositora y un conjunto de partidos políticos inhabilitados, se desarrolla un proceso electoral que, según advierten analistas, prolongará la recesión electoral.
En esta oportunidad se elige el poder legislativo a nivel local de forma aislada, en contracorriente con la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales, aprobada en 2010, que contempla la elección de alcaldes y concejales de forma conjunta.
Indiferencia y abstención
De acuerdo a un estudio de Datanálisis, realizado en el mes de noviembre, solo un 14% de los venezolanos manifestó su disposición a ir a votar, de ese número, aclaró el director de la firma, José Antonio Gil Yepes, aproximadamente un 7% corresponde a una población que se autodefine como chavista, el resto está constituido por opositores y ni - nis.
Gil Yepes señaló que los bajos niveles de participación en este evento electoral responden a una matriz de opinión que establece que los concejales no se ocupan de la gente, "y no se les conoce ni el nombre, con contadas y honrosas excepciones".
Remarcó que a ello se le suma que no hay una línea que se oriente al llamado a votar por parte de la oposición y algunos partidos grandes emplazan a sufragar a través de otras tarjetas no tradicionales, porque están inhabilitados. Por otro lado, prosigue el especialista, el PSUV tiene una mala imagen, "de gobierno ineficiente, excluyente, que funciona para propios y no para todos".
"Hay dos preguntas importantes en una encuesta electoral, la primera indaga: ¿usted irá a votar? Allí responde un 70%, la segunda refiere la disposición a votar, si el ciudadano está muy dispuesto, dispuesto, poco dispuesto o nada dispuesto. El grupo que generalmente vota es el que dice estar muy dispuesto a acudir a las urnas", explicó.
El presidente de la consultora Gerencia Política y la encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, consideró que el proceso que se avecina estará marcado por la crítica situación del país. "Hay una inmensa desconfianza hacia el sistema electoral por parte de los venezolanos y también está la desmotivación que se desprende de una creencia: una elección de concejales no incide, en términos tangibles, en la solución de la crisis", precisó.
En ese sentido, Seguías afirmó que pudiera repetirse lo que ha ocurrido históricamente en Venezuela, una elevada abstención, que favorecerá a los partidos organizados y decididos a votar, como el caso del PSUV, por ejemplo.
Datos del Observatorio Electoral Venezolano arrojan que la elección municipal que se desarrolló el 3 de diciembre de 2000 registró una abstención de 76,2%; la del 7 de agosto de 2005; de 69,18% y la del 8 de diciembre de 2013, de 41,08%.
Consulta plebiscitaria
"Qué pasaría si la oposición decide convertir esas elecciones en una oportunidad para que los venezolanos expresen su rechazo hacia el gobierno nacional". Esa fue la interrogante que planteó Seguías con miras al 9 de diciembre.
Destacó que si la próxima jornada se convierte en una consulta plebiscitaria tendrían un impacto político de largo alcance, pero mientras el bloque opositor no presente una "posición coherente", estos eventos no tendrán ninguna influencia en la consecución de un cambio.
"La gente siente que irá a votar por un concejal que ni siquiera conoce y que no tiene ninguna relevancia para contribuir con lo que realmente le importa, que es solucionar la crisis". puntualizó el consultor.
Se refirió a los concejales que desconocen los comicios y dijo que es una postura que obedece a las líneas de sus partidos: "conozco a muchos opositores que quisieran participar, pero las direcciones políticas nacionales los obligan a no hacerlo. La mayoría del liderazgo medio no está de acuerdo con las decisiones que se toman en las máximas instancias de sus organizaciones".
Mecanismos de movilización
Entre otros de los hallazgos de la encuesta nacional de Datanálisis, está la identificación de la ciudadanía con los partidos políticos. El PSUV cuenta con 14% y los partidos de la oposición, sumados, con 10%.
Gil Yepes explicó que esas cifras develan cómo están los mecanismos de movilización de la gente, para protestas, elecciones, aprobación de gestión, entre otros. "De allí se puede tener una idea de la capacidad de movilización de las organizaciones políticas, que se reflejará lógicamente en las próximas elecciones del 9 de diciembre. El Gobierno tendrá la mayoría de los concejos municipales", aseguró.
Expuso Gil Yepes que desde hace unos 30 años las correlación entre la aprobación de la gestión del Presidente y los votos obtenidos es estrecha: "ahora la aprobación del mandatario nacional se ubica en 19%, entonces la tendencia del voto será del 21% del padrón electoral, con una abstención tan alta". Sostiene que estamos frente a una "hecatombe electoral" en la que los dirigentes tendrán que preguntarse qué están haciendo y cómo recuperar la fe del pueblo.
"¿Cuántos alcaldes sobrevivirán, si sus respectivos concejos municipales pasan a manos del oficialismo? En la primera memoria y cuenta que presenten, les revocarán el mandato", estimó.
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