Venezuela junto a Nicaragua y el grupo de hondureños que marcha hacia Estados Unidos con la intención de lograr ser aceptados como residentes en esa nación, ocuparon la atención de los asistentes a la XXVI Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar hasta ayer viernes en Antigua, Guatemala, en el tema relacionado con las migraciones en el continente americano.
De acuerdo con información que divulgaron las agencias internacionales, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, abrió la jornada encaminada a buscar la unión y el diálogo ante críticas al multilateralismo, y bajo la sombra de masivas migraciones en Centroamérica y Venezuela, según reportó AFP.
El mandatario hizo un llamado a redoblar esfuerzos para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, que buscan reducir la pobreza y desigualdades al 2030.
Al cónclave realizado en un exconvento colonial católico de la turística Antigua Guatemala (suroeste), asistieron 14 mandatarios y tres vicepresidentes, así como el rey de España.
Cuba, Venezuela y Nicaragua, estuvieron representados por sus cancilleres. Jorge Arreaza lo hizo por la nación venezolana.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, canceló su participación en la Cumbre pocas horas antes de la apertura, al igual que lo hizo el presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
Agitada instalación
Informó AFP al momento de la instalación del evento, que "la Cumbre se realiza en medio de una agitación regional por las caravanas de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos. Además de la ola migratoria de venezolanos, considerada por la ONU como la mayor de la historia reciente del hemisferio occidental".
Preocupación por Venezuela
Entre los mandatarios que expresaron preocupación y solicitaron ayuda económica a los países que reciben migrantes, figuró el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, quien además de reafirmar el compromiso de su nación "con la superación de la grave crisis política, económica, social y humanitaria que atraviesa Venezuela" reiteró que "la solución es una salida pacífica y negociada, en el marco del derecho internacional".
Alvarado pidió además a la comunidad internacional "hacer uso de la diplomacia, el multilateralismo y la mediación como herramientas válidas frente a los graves acontecimientos que se conocen" en Nicaragua.
Asimismo, el mandatario costarricense expresó su preocupación por la situación en Venezuela ante el "irrespeto al Estado de Derecho y a la propia institucionalidad, así como las reiteradas violaciones a los derechos humanos".
"Reafirmamos nuestro compromiso para contribuir con la superación de la grave crisis política, económica, social y humanitaria que atraviesa Venezuela. La solución es una salida pacífica y negociada, en el marco del derecho internacional", puntualizó.
También el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en su intervención realizó un llamado internacional urgente a la ONU para atender los flujos migratorios mundiales.
Sobre el caso en Honduras, agregó que existe "una manipulación mezquina" para estimular la salida de migrantes con "una movilización atípica e irregular que no la habíamos visto antes, creada en algunos casos por el engaño de políticos inescrupulosos".
"Es importante que se investigue y en su caso judicialice a los que se encuentran como culpables" de promover esas movilizaciones, puntualizó Hernández.
Lamenta migración
Por otra parte el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, también lamentó la crisis migratoria en Venezuela, de donde su país ha recibido varios migrantes que huyen de esa situación.
Se refirió el mandatario sobre la importancia de la inclusión social, tema que es una prioridad en su país. Pidió que la Organización Mundial de la Salud adopte una lista de medicamentos básicos para todas las naciones. Se refirió a la corrupción y pidió que haya cooperación internacional para combatir este flagelo, que "destruye sueños y esperanzas".
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