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Puntofijo: el irrepetible pacto del centro político

60 años después, expertos resaltan su contribución a la era democrática

  • Diario El Universal

11/11/2018 05:11 pm

Pedro García Otero 
La versión oficial sobre el Pacto de Puntofijo no ha diferido en 20 años: Es un acuerdo cupular, que duró los 40 años de la democracia representativa, y que "traicionó" al pueblo venezolano. Es esa la versión de la que se hizo eco, el 31 de octubre (cuando la firma de este acuerdo cumplió 60 años) el presidente Nicolás Maduro: "Se cumplen 60 años de la firma de un acuerdo antidemocrático (...) Época signada por la exclusión y oscuridad. Con la llegada del Comandante Chávez, el pueblo despertó (...) ¡No Volverán!", subió el mandatario a Twitter. 

Sin embargo, el Pacto de Puntofijo, suscrito por Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, ha comenzado a ser visto nuevamente en la oposición venezolana como un ejemplo de unidad, en momentos en los que la misma sucumbe a visiones contrapuestas. Fue, a despecho de lo que ha dicho la revolución bolivariana, un pacto de corta vida (apenas dos años), pero sus repercusiones fueron enormes: llevó a la estabilidad institucional y a la Constitución más duradera de la historia venezolana, señala Ramón Guillermo Aveledo, individuo de número de la Academia de Ciencias Políticas; la directora de la Academia Nacional de la Historia, Inés Quintero, lo califica a su vez como "un pacto del centro político", en contraposición a las amenazas desde el sector militar que no se resignaba a perder el poder, y la ultraizquierda representada por la insurgencia guerrillera inspirada por el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. 

Para otro historiador e individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, Rafael Arráiz Lucca, una de las peculiaridades del Pacto de Punto Fijo es que se suscribió antes del triunfo de la Revolución Cubana; esto hizo que también, a diferencia de la versión que se ha impuesto en estos 20 años sobre el pacto, el Partido Comunista sí participó, como aliado de URD en las elecciones: solo aportó 1,5% de los votos para Wolfgang Larrazábal, candidato de la Unión Repúblicana Democrática, señaló Arráiz. Aveledo dice que en la distancia, se ha dicho también que Betancourt, Caldera y Villalba "representaban la misma cosa" y nada más falso que eso: "hay que recordar cómo Betancourt, que era un polemista, llamó 'cadáver insepulto' a Villalba, un insulto terrible", indica Arráiz; "Betancourt también insultaba"; mientras Aveledo recalca que fueron hombres que "tuvieron pugnas terribles en 1936, en 1945 y en 1948", y Arráiz Lucca menciona que "incluso durante la dictadura de Pérez Jiménez, no tuvieron posiciones diferentes". 

El Pacto de Puntofijo solo duró dos años, recalca Inés Quintero, y luego vino el Gobierno de la "ancha base". También destaca la historiadora que "no era un pacto electoral, era un pacto de gobernabilidad" y que tuvo un documento adicional, un programa mínimo común, que permitió a Rómulo Betancourt resistir las constantes asonadas militares de su Gobierno, y a Raúl Leoni, su sucesor, gobernar ya con relativa tranquilidad, luego de la primera transmisión de poder democrática de la era republicana en Venezuela. 

Un momento irrepetible
Quintero, sin embargo, dice que estas mismas circunstancias históricas, en el contexto de lo más profundo de la "guerra fría", hacen irrepetible el pacto de Puntofijo hoy, a lo que Aveledo añade una complejidad: la tecnología ha hecho que los liderazgos sean mucho más fragmentarios, menos verticales y autoritarios que en los que en su momento tenían Betancourt, Caldera y Villalba sobre AD, Copei y URD. 

Señala el exsecretario general de la Mesa de la Unidad Democrática que en la gran mayoría de las transiciones políticas exitosas ha habido procesos de negociación, en los cuales ha participado, al menos, parte de la cúpula en el poder; y para aquellos que dicen que eso no aplica a los regímenes comunistas, Aveledo pone el ejemplo de Polonia, donde el general Jaruzelski, para más, secretario del Partido Comunista, fue auspiciador de la transición política. 

"La oposición polaca, que tanto había sufrido, supo buscar zonas de encuentro para que el país entero pudiera cambiar", señala. "Las analogías entre el momento de hoy y el Pacto de Puntofijo son difíciles, salvo en que los distintos sectores de la oposición tendrían que hacer un esfuerzo por sentarse y encontrar coincidencias más que diferencias", señala Arráiz; mientras, Quintero indica que "de ninguna manera pacto es una mala palabra. El Tratado de Coche, que puso fin a la Guerra Federal, fue un pacto político. 

La demonización del pacto de Puntofijo es excluyente por ser político, pero el propósito del pacto es lo que determina inclusión o exclusión", concluye.  

Los tres puntos del pacto
-Defensa de la constitucionalidad y respeto del resultado electoral: "Las elecciones determinan la responsabilidad en el ejercicio de los poderes". 

-Gobierno de unidad nacional: "La estabilidad del estado de derecho impone convertir la unidad popular defensiva en un Gobierno unitario, por lo menos por el tiempo que perduren los factores que amenazan el ensayo republicano iniciado el 23 de enero". 
 
-Programa mínimo común: "Los partidos signatarios acuerdan concurrir sosteniendo un programa mínimo común, cuya ejecución sea el punto de partida de una administración patriótica y de afianzamiento de la democracia como sistema".
                                                                                                                                                                      @pedrogarciao
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