ANA CAROLINA ARIAS / Especial
La situación de la Universidad de Oriente tiende a empeorar. El presidente de la Asociación de Profesores de la UDO, núcleo Nueva Esparta, José David Gil, dijo que el cierre del actual semestre estuvo marcado por un gran “desasosiego” y no hay la certeza de que el próximo pueda iniciar el 15 de noviembre cuando corresponde.
El principal problema es la insuficiencia presupuestaria. “Llevamos 10 años con un presupuesto reconducido y en estos momentos la inflación ya no permite casi ni subsistir, sumando además el duro golpe del nuevo salario mínimo en el que un profesor con 25 años de experiencia y hasta doctorado lo que gana son tres mil bolívares soberanos”.
Lamenta que la consecuencia sea una diáspora que calcula en al menos 60% entre el profesorado y los estudiantes, que ha perjudicado el funcionamiento de las universidades.
“Los profesores han tenido que sacar de la universidad a sus propios hijos para mandarlos al exterior, y algunos dejar la carrera para dedicarse a cualquier actividad que les permita cubrir sus necesidades.
También los estudiantes se han retirado por la necesidad de trabajar, así que no tenemos la certeza si podemos arrancar el semestre el próximo 15 de noviembre, todo depende de si tenemos presupuesto, profesores y alumnos”.
Gil asegura que la situación es similar en los 5 núcleos de la UDO. “No tenemos ni lo básico para trabajar. No hay hojas, ni marcadores, ni pizarra, ni telefonía. Tenemos carreras en las que se inscribieron tres alumnos.
En Nueva Esparta que es uno de los núcleos más pequeños, la matrícula de nuevos ingresos llegaba hasta mil estudiantes, y el semestre pasado solo tuvimos 160.
Lo mismo pasa en los concursos, antes había hasta 8 aspirantes para un cargo y ahora quedan vacantes porque a nadie le interesa”.
De acuerdo al profesor Gil “los núcleos están siendo desmontados completamente a través de una asfixia financiera por medio del presupuesto que le asigna la OPSU”.
Potazo para ayudarse
Ante las necesidades de la universidad, estudiantes realizaron una colecta pública para comprar productos de limpieza para el comedor.
Jonás Fernández, del movimiento Acción Udista, dijo que tomaron la iniciativa para no perder el beneficio del comedor, ante la falta de presupuesto para el mantenimiento de esa área. “Necesitamos que por lo menos haya lavaplatos para que el comedor funcione higiénicamente, por eso decidimos salir a la calle y pedir una colaboración a la comunidad”.
La acción se llevó a cabo durante varias horas de la mañana de este martes, en la autopista Rafael “Fucho” Tovar que conecta con la universidad.
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