Fernández bautiza libro: "La traición de los mejores"
Es un libro para hacerse un "examen de conciencia colectivo". El subtítulo de la obra: "la agonía del rentismo petrolero" describe las conversaciones que sostuvo con el analista Manuel Felipe Sierra
MAGALY TORO HERNÁNDEZ
El texto que muestra el subtítulo: "La agonía del rentismo petrolero" describe las conversaciones que sostuvo el periodista y analista Manuel Felipe Sierra con el político venezolano, el prólogo está escrito por Rafael Simón Jiménez, y la presentación por Rafael Arráiz Lucca.
Fernández confesó que el título del libro lo tomó prestado de un admirable escritor trujillano, ya fallecido, Mario Briceño Iragorry, quien fue abogado, historiador, diplomático y político venezolano. Contó que él influyó muchísimo en su generación porque fue un hombre que escribió admirablemente "La traición de los mejores" sobre la crisis venezolana para la época de 1953.
"No se trata de acusaciones personales, se trata de revisar qué es lo que los mejores hicieron o dejaron de hacer para que Venezuela esté en la situación tan crítica como está. Es hacerse un examen de conciencia colectivo", dijo el exdirigente político de la tolda verde.
Expresó que se debe enseñar a las nuevas generaciones, no el inventario de nuestros pocos aciertos, sino las caídas que han hecho imperfecta nuestra obra colectiva. Reflexionó "algo tuvimos que haber hecho mal para llegar a esta situación".
Sostiene que "la llamada revolución del socialismo del siglo XXI terminó siendo una patética involución que nos regresó al siglo XIX, al caudillismo, al militarismo, al hambre, a la pobreza más absoluta, al centralismo y a la corrupción".
Señaló que el mayor interés que él tiene en su obra es presentarle a los venezolanos una agenda para construir un país mejor y en esa agenda hay cinco puntos: el primero lo llama la arquitectura institucional del Estado democrático con solidez y estabilidad de un gobierno que gobierne dentro del marco del Estado de derecho, una rama legislativa que legisle y controle la marcha del poder público y de un Poder Judicial que administre justicia para que todos tengamos confianza en los jueces.
El segundo punto que propone en su programa, es la reactivación de la economía venezolana: el pecado de ayer con la "traición de los mejores, es que no fuimos capaces de aprovechar la inmensa riqueza que nos dio el petróleo para construir una economía autosustentable y diversificada que generara riqueza y empleo para todos. Cuando va terminando el siglo XX el pueblo está bravo", apuntó Fernández.
El tercer punto, es el tema social, con la atención a los sectores más vulnerables, pueden ser subsidios directos durante un tiempo, para atender el problema del hambre y el desabastecimiento de alimentos y medicinas. También mejorar los servicios públicos básicos.
El cuarto punto es el dramático tema de la educación, se ha fallado tanto en esta materia que ni siquiera una cultura democrática se sembró en el país suficientemente como para que los venezolanos pudieran resistir la presencia de una amenaza autoritaria y caudillista como la que se nos vino encima. "El futuro pertenece a los países que tienen más y mejor educación y la clave no es tener petróleo, sino en tener cada día más y mejor educación", recalcó el líder político.
El último punto, que él considera el más importante, es la crisis moral, de valores, la corrupción galopante y por demás "grosera y enorme" que ha caracterizado estos años de revolución socialista. "Desde la época de Simón Bolívar se ha visto la corrupción, pero jamás se había llegado a los niveles que hemos llegado en los últimos años", subrayó.
Eduardo Fernández aprovechó la presentación de su libro para invitar a los venezolanos a "rescatar los valores civiles de Venezuela y a reflexionar para ver en qué nos equivocamos ayer, corrijamos y construyamos un país mejor para nuestros hijos y nietos".
Consenso
Por otra parte, aseguró que debe haber un consenso capaz de hacer un gran frente que haga un esfuerzo por encontrar algún venezolano que pueda asumir la responsabilidad de dirigir un próximo Gobierno, no por la vía de unas primarias que serían darle la oportunidad al Gobierno para que escoja al candidato de la oposición.
Piensa que debe existir un gran consentimiento para escoger a alguna persona que presente junto con un programa para dirigir, -lo que él ha calificado- como el cambio. La persona que va a representar la alternativa frente al continuismo del Gobierno, y si hace eso, motivaría al electorado a concurrir a las urnas.
El exdirigente de Copei es de los que reclama "un país de esperanza", en el que se debe poner en marcha una gran alianza nacional, integrada por diversos sectores de la oposición, que represente una alternativa frente al Gobierno en elecciones venideras.
Perfil
Fue candidato por Copei a las elecciones presidenciales en 1988 (40.40%), frente a Carlos Andrés Pérez de AD (52,89%). En 2014 se separó del partido socialcristiano. Abogado (UCAB) mención "Cum Laude".
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