SOFÍA TORRES BENAVIDES
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
El periodista, escritor y columnista de prensa explicó que las noticias falsas, cuyas fuentes se amparan en el seudónimo y anonimato, hallan su razón de ser en la lucha por la distribución del poder, en el desprestigio a personas e instituciones, e incluso en la conquista de espacios y tiempo en los medios de comunicación.
Los bulos, apuntó, responden a objetivos concretos de interés político y económico y perturban la paz y la normalización de las relaciones sociales, "van en contrasentido a los transparentes vínculos de armonía y concordia que deben existir en cada sociedad".
Primera víctima, la verdad
"Es un arte tan viejo como lo es la misma civilización. Desde la antigüedad, la verdad y la mentira se han cruzado irredentas", indicó Cordero Peraza para referirse al tiempo de existencia del fenómeno de las fake news, presente, según afirmó, en la antigua Grecia, la edad media, el imperio romano, así como en Francia, con panfletos y folletos; y en Inglaterra y Estados Unidos con el periodismo sensacionalista.
Sostuvo el escritor que en todas las épocas ha existido la modificación o creación de realidades en el aspecto militar, bélico, político, social, económico y cultural, y a propósito de esa aseveración, citó la célebre frase: "La primera víctima de la guerra es la verdad".
Para Cordero Peraza la difusión de noticias falsas por los medios de comunicación, redes sociales, factores de poder, instituciones y personas, ha sido a través de la historia un instrumento de deformación y desequilibrio social.
-¿Las fake news tienen incidencia real en la ciudadanía en cuanto a la toma de decisiones o adopción de conductas?
-Ha habido una proliferación de fake news en el mundo y en particular en Venezuela, a la gente le cuesta distinguir entre una noticia falsa y una verdadera. Desgraciadamente han sido utilizadas para tomar decisiones que afectan los intereses de las personas o perjudican la buena imagen de un producto, una marca o institución. En muchos casos y dependiendo de su masificación y la intensidad de su viralización han hecho cambiar a los individuos sus actitudes y opiniones de naturaleza política, económica y cultural. Muchas creencias y juicios, parte importante de la cultura urbana de una ciudad o país, son producto de noticias falsas, tergiversadas, medias verdades o parciales.
-¿La situación de crisis en Venezuela, favorece la creación y difusión de noticias falsas?
-Sin lugar a dudas, la radical polarización política en la lucha por el poder en Venezuela ha sido caldo de cultivo para que proliferen y se multipliquen las noticias falsas. La crisis ha potenciado la aparición de informaciones cuyo objetivo es imponer y manipular sobre realidades inexistentes. Y las rivalidades entre y dentro de los partidos se hacen presentes con infamias y calumnias que salen de laboratorios estructurados con ese fin.
-¿En una población que vive en zozobra y con incertidumbre, qué tan perjudicial puede ser la circulación de bulos?
-Los chismes y rumores se diseminan por medios de comunicación de masas, redes sociales y de boca a boca, así incrementan la incertidumbre y la angustia de la población, ávida de información veraz, precisa y clara sobre la situación del país, sobre las medidas del gobierno y acerca de las posiciones políticas del liderazgo. Los bulos elevan el desasosiego, la tensión social y la desinformación de los individuos, haciéndolos presa fácil de la mentira y del analfabetismo político.
-¿La legislación venezolana contempla sanciones para quienes generan noticias falsas?
-La legislación venezolana prohíbe y penaliza a quienes difunden noticias falsas. La Constitución Nacional claramente lo establece en sus normas. En su Capítulo III, sobre los Derechos Civiles contempla en su artículo 57: 'No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra'. El artículo 58 dice: '... Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura (...) así como el derecho de réplica y rectificación cuando se vean afectados directamente por informaciones inexactas o agraviantes'. En el artículo 60, encontramos: 'Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación'.
En relación a la Ley del Ejercicio del Periodismo se lee en su artículo 9: "Toda tergiversación o ausencia de veracidad en la información debe ser rectificada oportuna y eficientemente ...". Y en el Artículo 10: "Sin perjuicio de la facultad que corresponde a los directivos de los distintos medios de comunicación social, estos no podrán adulterar o falsear los hechos objetivos de las informaciones ni obligar al periodista a que realice adulteraciones o falsificaciones".
-¿Qué papel debe jugar la academia frente al desarrollo del fenómeno?
-De vigilancia y orientación permanente para evitar la proliferación de noticias falsas y el incumplimiento de las normas constitucionales y de aquellas expresas en la Ley del Ejercicio del Periodista. En este campo juega un papel primordial el Colegio Nacional de Periodistas, tal como lo establece la Ley y el Código de Ética del Periodismo Venezolano.
-¿Es tan responsable quien replica noticias falsas como quien las genera?
-Sí, porque toda información debe ser confirmada y la fuente sometida a un análisis de credibilidad y autoridad. Y los periodista y los medios están obligados a utilizar fuentes confiables y ha detectar la intencionalidad de la información.
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