Caracas.- Once nuevos ejecutivos de Pdvsa, en este caso del complejo "José Antonio Anzoátegui" (JOSE) fueron detenidos por supuestos actos de corrupción según el fiscal general de la República, Tarek William Saab, los cuales se suman a los 100 detenidos y 90 procesados con anterioridad que incluyen a 23 altos gerentes, 2 exministros y 2 expresidentes de la estatal. Un caso que trasciende los límites de las denuncias que suelen producirse en relación al tema de la corrupción, por cuanto ahora implican de manera directa nada más y nada menos que a la alta gerencia en prácticas que afectarían directamente el patrimonio de la principal fuente de ingresos de la nación. Habría que tomar en cuenta también que no se trata de una de las conocidas empresas del Estado, sino (dadas las características de la económica venezolana) lo que podría considerarse como "el propio Estado", tomando en cuenta que ella además del manejo de la principal industria en los últimos años opera como un fondo social que atiende exigencias y necesidades distintas a su propia naturaleza. Tanto es el peso de Pdvsa, que con razón, ha sido comparada por el historiador Luis José Oropeza como la "Compañía Guipuzcoana del siglo XXI".

Un factor que sin duda influye en el cuadro financiero de la compañía, agravado por la caída de la producción en términos dramáticos de 2,1 millones de barriles por día en un 28%, y si se compara con 2015 con una producción de 2,65 millones de barriles por día, es decir un declive del 43%, y que por ello para el economista Alejandro Grisanti Venezuela dejará de percibir entre 29.800 millones y 33.600 millones de dólares en el 2018. Una situación más grave aún en el marco de una consistente recuperación de los precios petroleros que no tendrían ahora mayor efecto en el caso venezolano, país que históricamente ha luchado como miembro fundador de la OPEP por la obtención de precios estables y razonables en el mercado. Ello sin tomar en cuenta tampoco las circunstancias nacionales como la creciente deserción del personal técnico y especializado que se suma a la conocida diáspora; la necesidad de importar gasolina y aditivos para la explotación de la Faja Petrolífera del Orinoco sin disponer de los recursos para ello; y además del constante robo de materiales eléctricos en las refinerías.

De esta manera el tema de Pdvsa resulta crucial para el futuro y su recuperación requiere de un esfuerzo que involucra a importantes sectores sociales, por cuanto no es ya uno de los simples elementos de discusión entre oposición y gobierno que han marcado las fallidas tentativas de diálogo, entre otras causas por no incluir en ellas factores indispensables para acometer el rescate, en este caso de una empresa que no es uno de los clásicos "elefantes blancos", estimulados por la riqueza fiscal sino es este el músculo financiero de la economía y la fuente fundamental del ingreso público ¿Existe conciencia en que se trata de un asunto que va más allá de las disputas entre las élites partidistas? ¿Acaso es posible la rectificación económica e incluso un cambio de gobierno sin abordar con respuestas consensuadas el drama de la estatal petrolera? Como diría Teodoro Petkoff, hay que ver a Pdvsa "como problema".

México: Ni PRI ni PAN
Andrés Manuel López Obrador, candidato de "Juntos Haremos Historia", encabezada por su partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) deberá ser elegido hoy como presidente de México por un margen no menor del 10% de los votos frente a Ricardo Anaya candidato de "Por México al Frente", que lidera su organización Partido Acción Nacional (PAN). Una elección que en esta oportunidad ha despertado una especial atención internacional dadas las circunstancias que definen el escenario político mexicano. Al igual que lo ocurrido recientemente en Colombia, López Obrador, personaje polémico y excesivamente pragmático, obtendría la victoria a costa de dos referencias históricas fundamentales. El PRI mantuvo el poder de manera consecutiva durante 71 años con un férreo control de las instituciones en lo que Mario Vargas Llosa llamó "la dictadura perfecta". El PAN rompió la hegemonía priista en el 2000 con la victoria de Vicente Fox y en lo largo de los últimos años se han alternado los gobiernos de Felipe Calderón (PAN) y del actual gobernante Enrique Peña Nieto, quien marcó el regreso del PRIN. En está ocasión López Obrador superando a Ricardo Anaya de PAN y José Antonio Mead aspirante de "Todos por México", que lidera su partido PRI, se enfrentará a un país cruzado de problemas, entre ellos, una violencia social incontrolable que durante la campaña dio cuenta más de 102 políticos asesinados, 112 amenazados de muerte y 47 periodistas muertos; con una crisis provocada con la migración en la frontera y la propuesta de Trump de construir un muro fronterizo; y con la promesa del seguro ganador de revisar la reforma petrolera como palanca central de la economía. El escritor Jorge Volpi escribe sobre las elecciones: "La campaña se ha revelado apática y carente de ideas, con tres candidatos que por razones opuestas, no han afrontado la mayor problemática del país; mientras la violencia es ciega y deja impunidad para criminales y políticos corruptos que nos convierten en un Estado fallido".

Testigo y actor
Ramón J. Velázquez, como historiador resumió la memoria política del país en el último tramo del siglo XIX y de manera directa, y en buena medida como testigo de los hechos más relevantes del siglo pasado. Abogado, investigador y periodista desde el reporterismo a la columna de opinión y la dirección de medios; además como responsable de altos destinos públicos: secretario de la Presidencia de Rómulo Betancourt (1959-1964) y Presidente de la República para garantizar una segura transición entre los gobiernos de Carlos Andrés Pérez II y Rafael Caldera II. Recientemente, la productora CINESA presentó el documental "Ramón J. Velásquez, Testigo y Actor" que recoge aspectos importantes de la vida de este meritorio ciudadano, y quien sin duda es más que merecedor de este homenaje cinematográfico, que por cierto por unos días estará disponible en Youtube.

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