Caracas.- Hector Constant Rosales, embajador de Venezuela en las Naciones Unidas, desconoció este viernes la legitimidad de la Misión Internacional de Determinación de Hechos sobre Venezuela, y rechazó su más reciente informe por carecer de rigor científico, ser injerencista, parcializado y politizado.

Al intervenir en la 48° sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Constant Rosales manifestó que resulta imposible darle crédito al referido informe, “que fue realizado a distancia por una suerte de misión fantasma monitoreada por los gobiernos subordinados a Washington”.

Tras señalar que este tipo de informes son muy bien financiados con millones de dólares, sugirió a los miembros de la misión donarlos “para la adquisición de vacunas contra el covid-19, en vez de seguir prestándose para esto”.

“Es un informe politizado y parcializado que se basa en el estándar probatorio de “motivos razonables para creer”, el cual recurre a fuentes anónimas que nadie podrá verificar”, explica el diplomático, al insistir en que la única finalidad del mismo es continuar legitimando falsas realidades como supuestos informes de las Naciones Unidas que son ampliamente mediatizados con fines políticos para debilitar el progresivo estado constitucional de los derechos humanos en Venezuela.

Se refirió a las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra el país por parte de Washington y sus socios de la Unión Europea, las cuales -dijo- constituyen un crimen de lesa humanidad.

El embajador, quien hizo un llamado a desconocer a la misión y a su informe, consideró oportuno reconocer la fluida cooperación entre la Oficina de la Alta Comisionada y el Gobierno venezolano.

Finalmente sugirió a la ONU no mantener el desperfecto llamado Misión Internacional de Determinación de Hechos sobre Venezuela, que responde a los planes intervencionistas del gobierno estadounidense.