Espacio publicitario

Andrés Bello como historiador y la Universidad de Caracas, hoy UCV

La formación inicial de Andrés Bello ocurrió durante los últimos treinta años del dominio de la monarquía española sobre Venezuela, entre la década de 1780 y los primeros años del siglo XIX

  • ALBERTO NAVAS

22/02/2024 05:00 am

Andrés Bello López, un venezolano nacido en Caracas el 29 de noviembre de 1781, es recordado hoy principalmente como uno de los principales humanistas del siglo XIX venezolano, por sus conocimientos y aportes en los campos del derecho, la literatura, la gramática, la filología, la filosofía y la educación. También se le recuerda mucho por haber sido uno de los maestros primarios de Simón Bolívar, mientras Bello era estudiante de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, Pero menos se le reconoce su obra como diplomático, agricultor, funcionario civil de la Gobernación y Capitanía General de Venezuela y de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, así como pocos conocen su obra como historiador de formación universitaria, tal vez el primero de ese tipo en nuestra tradición historiográfica nacional. Fuera de Venezuela, tanto en su tiempo de vida en Londres, como en su prolongada estadía en Santiago de Chile, también dejó invalorables aportes a la cultura y la educación hispanoamericana.

La formación inicial de Andrés Bello ocurrió durante los últimos treinta años del dominio de la monarquía española sobre Venezuela, entre la década de 1780 y los primeros años del siglo XIX. Sus primeros maestros Ramón Vanlosten (particular) y el padre Cristóbal de Quesada en el Convento de la Mercedes de Caracas, donde se destacó por su preferencia por los clásicos antiguos y del Siglo de Oro español, obteniendo una base sólida para poder ingresar a los estudios en la Universidad de Caracas en 1797 a los 16 años de edad. Era un joven estudiante, conservador, apegado en su fidelidad a la corona española, pero en conocimiento de la moderada apertura hacia la Ilustración, los intentos de reforma universitaria en materia de filosofía moderna, impulsada por el Dr. Baltazar de lo Reyes Marrero y luego en las tertulias de la familia Ustáriz y, finalmente, con el trato de importantes figuras del mundo del conocimiento, como fue su relación con Alejandro de Humboldt cuando estuvo en Caracas en el año de 1800.

Conforme al Libro de Egresados de la Universidad Central de Venezuela (1) Andrés Bello López obtuvo el grado de Bachiller en Artes, en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Caracas en el año de 1800, junto a otros 17 graduandos, entre quienes, además de Bello, destacaron José Félix Blanco (luego prócer de la Independencia) y Juan de Rojas Queipo (futuro Rector de la Universidad). desde entonces Bello alternó su vida intelectual con funciones como secretario en la Gobernación de la Capitanía General de Venezuela (funcionario del Rey) y como agricultor cafetalero en la finca “El Helechal” ubicada en las colinas de Mariche, al Este del Valle de caracas y del pueblo de Petare.

En su faceta de historiador la obra de Bello destaca principalmente en la redacción y publicación de la poco conocida obra: “Calendario manual y Guía Universal de Forasteros en Venezuela, para el año de 1810”, publicada en Caracas en la Imprenta pionera de Gallagher y Lamb en 1810, que contenía en su interior un “Resumen de la Historia de Venezuela”, una obra que ha sido reconocida por expertos como Pedro Grases como el Primer Libro publicado en Venezuela y que formaba parte de un proyecto editorial más amplio que no pudo completarse, evidentemente por las turbulencias políticas de ese año, que significó el inicio del proceso emancipador venezolano el 19 de abril del mismo año, con la conformación en Caracas del gobierno de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VIII. El propio Andrés Bello tuvo que partir de Venezuela, el 10 de junio de 1810, como Secretario de una comisión diplomática enviada ante el gobierno de Londres, en compañía de Simón Bolívar y de Luis López Méndez, allí, además de cumplir sus funciones oficiales, Bello completó su formación en fuentes como la Biblioteca de Francisco de Miranda y el Museo Británico, hasta el año de 1829, cuando se embarcó definitivamente hacia Chile dunde desarrolló de resto de su enorme carrera intelectual y educativa hasta la fecha de su fallecimiento en Santiago de Chile el 15 de octubre de 1865.

En la obra “Resumen de la historia de Venezuela” encontramos dos grandes partes, una primera en la que aborda nuestro pasado desde los primeros contactos con los descubridores y conquistadores españoles, fines del siglo XV, hasta avanzado el siglo XVII, basándose principalmente en el estudio de obras anteriores de cronistas como José de Oviedo y Baños, así como, posiblemente por documentos revisados en los archivos del Ayuntamiento de Caracas. Pero, más adelante, en una segunda parte y a partir de fines del siglo XVII, Ballo pasa a un estilo más propio y contemporáneo para él, especialmente al considerar el siglo XVIII, reconociéndola como “ El comienzo de la regeneración civil de Venezuela”, admitiendo la importancia de la expansión económica agrícola basada en la producción y exportación del cacao, el añil, el azúcar, las reses y cueros, el tabaco y la gran novedad del cultivo del cafeto y de la exportación de sus granos, aprovechándose del vacío dejado en el mercado mundial por las crisis en las Antillas francesas. Así como la exportación de alimentos hacia las islas del Caribe.

Se trataba, conforme a Bello y con toda razón documentada, de un período de progreso económico colonial, cuya crisis se iba expresar, más tarde, como una crisis de necesidades de crecimiento, entre las cuales la Independencia iba a aparecer como un camino de posibilidades, sobre todo después del desbaratamiento de la monarquía española por la invasión napoleónica de 1808. Venezuela contaba ya, sobre todo gracias a la política de Felipe V y luego Carlos III, de instituciones como La Universidad de Caracas, la Real compañía Guipuzcoana, la Real Audiencia, la Real Intendencia y, sobre todo con un marco territorial integral dado por la Capitanía General desde 1777.

Bello reconoció con juicio crítico y objetivo, documentado, la importancia de la expansión material e institucional de la Venezuela colonial y el citar sus propias palabras son suficiente evidencia de ello en la señalada obra: “El año 1788 será siempre memorable en los fastos de la regeneración política de Venezuela, y su memoria permanecerá inseparable de la del Monarca y el Ministro que rompieron con munificencia las barreras que se oponían a sus adelantamientos.” Es decir, la libertad de comercio, junto a la expansión agrícola e institucional, concretaron las condiciones para el desarrollo posterior de la independencia y la república en Venezuela.

ANB. Cronista de la UCV.

1.  Ildefonso Leal, Egresados de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, Ediciones de la Secretaría de la UCV, Caracas, 1996, Tomo I, p. 253.

Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario