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América: Un mar que dragar, no para arar

La intensa actividad de la diplomacia del gigante del sur, parece descontextualizada con los nuevos tiempos. Originalmente el actual presidente constituyó una especie de voz autorizada, de grandes atributos para la concertación y la unificación regional

  • PEDRO ARCILA

22/07/2023 05:00 am

Más allá de la teoría pura, o la difusión obligatoria de supuestos méritos de personajes u organismos públicos, por aquellos quienes ejercen poderes absolutos en los estados; Invertir sumas estrafalarias en publicidad, para capturar la imaginación y la capacidad de análisis del colectivo; Revestir de colores y adoquines una realidad imposible de ocultar, como un abdomen abultado que al menor movimiento hace saltar los botones de la chaqueta; A pesar de todos los esfuerzos, por convencer a un mundo donde la comunicación ha logrado romper las barreras de la censura, y ha permeado a todos los sectores sin menoscabo de ideología, o bagaje cultural e intelectual; Dios o la vida pone siempre en relieve la verdad ante los ojos más escépticos, a cuyas evidencias no se pueden negar, aún los más fanáticos defensores de una determinada concepción ideológica o de negociados inter estatales.

Podrá la inteligencia artificial retocar imágenes, abultar currículos, e incluso crear elaborados bocetos para sofisticadas estrategias de mercadeo y promoción; enfocar cámaras y luces sobre esculturales estructuras a las cuales la plastilina y el mastique, bajo la destreza de un buen escultor, pondera atributos morales, capacidades de desempeño y eficiencia, con la intención cierta de ocultar ingentes limitaciones y evidentes debilidades en el cumplimiento de obligaciones. De nada sirve el uso de costosos cabildeos, onerosas giras para convencer al planeta de ser garantes de un prospecto de seguridad y confianza en las acciones por venir; recomponer narrativas, latonear las carrocerías maltrechas de las instituciones democráticas, para ocultar el deterioro que la desidia y la improvisación ha dejado en territorios que abarcan cerca de un tercio de la superficie del planeta. Obviamente, naciones con grandes problemas, necesidades y entravamiento en sus procesos de desarrollo; pero a los cuales la medicina ha resultado peor que la enfermedad.

A punto está de terminar el período gubernamental en Argentina, mientras Brasil y Colombia inician con expectativas, que van paulatinamente decepcionando a quienes apostaron por un derrotero amable con el desarrollo. Regresar al pasado ha sido una experiencia nefasta en materia de políticas públicas, Suramérica toda ha sido un reflejo de dicha práctica. Conviene además no crear falsas ilusiones, en aquellas teorías de eternos luchadores por una igualdad inexistente e imposible de construir. Inexistente por cuanto la experiencia en el planeta ha demostrado mayor despropósitos que las políticas combatidas por ideologías que terminan con mayor desigualdad, solo que cambian las élites. La imposibilidad radica en la esencia misma de la naturaleza humana; en cuyo desempeño se impone la idea de “Los Iguales luchan por ser superiores y los inferiores por ser iguales”. A más de tres mil años de su muerte Aristóteles sigue manteniendo no solo vigencia, sino resonancia puntual y pertinente.

La intensa actividad de la diplomacia del gigante del sur, parece descontextualizada con los nuevos tiempos. Originalmente el actual presidente constituyó una especie de voz autorizada, de grandes atributos para la concertación y la unificación regional. Después de la debacle económica del primer financista de los procesos ideologizante -la petro-chequera vecina -; Impresiona mantenerse en un constante desatino, arando en un mar colapsado por desechos de malas prácticas administrativas y sobre todo resistencia a reconocer errores. Con la cumbre de Mercosur rompió el encanto de la luna de miel, desconociendo una realidad que afecta de manera directa a su propio territorio, y constituye el día a día de sus propios electores. En cuanto a las Asamblea de la OEA y la ONU, ya era evidente el deslucido de un discurso anquilosado, des contemporizado y sobre todo, sin elementos retóricos que sustente su realidad ficticia; menos los recursos financieros que inclinaron la balanza en un largo período de despilfarros de fondos ajenos.

Ahora, como última carta recurre al “último desfile de pasarela” del presidente del gobierno español; intenta vender como un ente al nivel de las grandes corporaciones políticas a la CELAC; de donde se desprende un estruendoso fracaso de los objetivos generales. Si para algo sirvió el encuentro de la CELAC con la UNION EUROPEA, fue para poner en evidencia las discordancias de la otrora fortalecida cofradía del grupo de Río, la triste y parsimoniosa despedida del presidente argentino, a quien la sombra de su vicepresidencia le secó el alma de su gobierno, exprimió su prestigio como académico reconocido y luego lo desechó en busca de carne fresca, alguien a quien atribuirle la culpa de la inevitable derrota próxima, así como la inmensa soledad de los regímenes mal queridos y auto invitados, luego de que públicamente fuesen conminados a no asistir como “arroceros”. Infaltable es, la toma de nota por parte del presidente colombiano, quien en los últimos meses parece haber entendido que la prisa es contraproducente cuando se desconoce el terreno; ojalá enrumbe su gestión hacia la cordura por el bien de nuestro hermano país; Ese mar en que están arando, necesita es ser dragado, limpiar el candil, para que la democracia y la libertad puedan navegar exitosamente por América Latina.

pedroarcila13@gmail.com
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