Un año de paralización para el turismo de cualquier país es pésimo. Pero, para Venezuela, aunque sea unos meses, es una tragedia.

Sabemos que, con la pandemia de coronavirus, el sector turismo, en todo el mundo resultó afectado, con la consecuencia de millones de dólares en pérdidas, porque no se trata solamente de los viajes o los vuelos, sino de un entramado de sectores relacionados que realmente lo han pasado mal.

El caso de Venezuela ha sido especialmente dramático, a pesar de que se reactivó un poco durante algunas semanas en diciembre y enero, cuando se suavizaron las restricciones.

Pero, la escasez de gasolina, la prohibición de vuelos nacionales y la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos han sumado puntos a la grave situación de uno de los rubros de la economía que más potencial tiene en Venezuela.

Según cifras que hemos podido recolectar, el sector turismo en el país está en niveles críticos, lo que ha generado preocupación, porque estamos a pocos días de que comience la temporada vacacional.

Por ejemplo, solo 10% de las camas en los hoteles está ocupado. Y esto no mejorará si no hay una campaña masiva de vacunación.

Desde hace tiempo, los gremios del sector apoyaron la propuesta de Fedecámaras de ayudar con la campaña de inmunización y beneficiar a 6 millones de venezolanos. Luego, pidieron ser incluidos en el plan iniciado por el ministerio de Salud, pero no hubo respuesta.

Los vuelos parcialmente autorizados es otro problema. El Ejecutivo solo permite vuelos hacia Los Roques, Canaima y Margarita. ¿Y los demás destinos?

Son miles de empleos directos e indirectos que dependen de esto y lamentablemente no se están tomando las medidas para solventarlo.

De hecho, alrededor de 100.000 personas han quedado desempleadas. Es decir que hay una baja de 50% en la capacidad empleadora del sector y eso es dramático.

Hay cientos de agencias de viaje que han desaparecido. Hay una enorme cantidad de posadas y recintos para vacacionar que se levantaron con el esfuerzo de los emprendedores, pero también están cerrando.

Aunque todavía hay quienes apuestan por el turismo y se empeñan en reinventarse, no tener gasolina para una planta eléctrica, no contar con agua o electricidad para que la posada opere, echa por tierra cualquier esfuerzo por emprender en este ramo.

Por eso nuestro llamado es al presidente Nicolás Maduro, para que escuche a los que saben. Tomando las previsiones necesarias, impulsando la vacunación y aprobando medidas estimulantes, el turismo en Venezuela se puede rescatar.

Analista Político y Económico. Ex Ministro de Comercio.

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