En su más reciente libro, Canción gótica, Carmen Verde Arocha habla de los rostros del amor y sus distintas aproximaciones.

La poeta, también editora de Eclepsidra, llevaba mucho tiempo trabajando en el poemario pues guardaba el deseo de publicar un libro sobre el amor. "Salieron otros libros porque no puedes imponer temas en poesía, los temas te asaltan, te llegan". Así se publicaron Mieles; poesía reunida (2005) y En el jardín de Kori (2015). Finalmente nació Canción gótica, publicado por Gisela Capellin Ediciones, que fue presentado el pasado viernes en la librería Lugar Común de Las Mercedes.

En este poemario la autora decidió trabajar a partir de la forma en que veía el amor.

"Generalmente los poemas de amor se cuentan como el pasado, muy triste o muy alegre. Mientras que yo prefiero ver el amor como una premonición, algo que viene, algo que llega, algo que se aproxima", explica la escritora.

La poeta recita desde su palabra, suave y a la vez sobria, aquello que le asaltó como un presentimiento y lo refleja en un poemario cuyo título no apunta a oscuridad, sino a la atmósfera de misterio que lo envuelve, como anuncio de aquello que está gestando en silencio. Todo a su vez relacionado con la naturaleza, que no solo se evidencia en sus imágenes poéticas o en los animales que utiliza en sus versos como el leopardo blanco o el cocodrilo, sino que también en el propio libro como objeto, diseño a cargo de Aixa Díaz, con ilustraciones que recuerdan a los primeros trazos de los botánicos.

En el libro, además, aparecen hasta dos o tres versiones de cada poema lo que la autora explica como parte de un proceso en el que a la hora de corregir surge otro poema, con el mismo título y la misma opción.

"Cada poema que nace, parte de un proceso interior que se está viviendo, porque uno es el afuera y también el adentro. Entonces el libro de alguna manera responde a ese proceso, ya sea de alegría, ya sea de dolor. Creo que la escritura te acompaña en cada proceso de tu vida y la poesía siempre va más allá, te anuncia lo que viene".

La autora, que cuenta con un pleno conocimiento a cuanto a recursos estéticos dada su trayectoria, muestra su visión desde algo que reconoce abstracto pero que es capaz de plasmar a través de vivas imágenes.

"En estos momentos, en esta situación tan dura que está viviendo el país, de tanto quiebre emocional para todos, pienso que el hecho de que me haya asaltado el tema del amor me da mucha esperanza, porque hay algo que viene, el amor tiene muchos rostros y Venezuela también tendrá el suyo", concluye la autora.