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Una generación sin arraigos construye su propia identidad

La exposición “Autorretratos”, curada por Alicia Díaz Eseverri, se presenta en Secadero 3, de Hacienda La Trinidad Parque Cultural

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

10/07/2022 01:00 am

La migración de venezolanos por todo el mundo, que según las últimas cifras de la ONU se ha elevado a 6,11 millones de personas, se ha convertido en un tema tan cotidiano entre quienes estamos dentro o fuera del país, o quienes desde cierta distancia analizan las causas y consecuencias de ese éxodo, que al final se termina obviando la recomposición afectiva, emocional, a la que obliga esta situación inédita en la historia nacional.

No se trata de buscar alicientes en tal o cual terapia física o psicológica. Tampoco de ofrecer las soluciones “milagrosas” de la autoayuda. Se trata más bien de verificar una realidad que trasciende las estadísticas o los estudios académicos. Y es en el territorio estético del arte donde pueden encontrarse esas respuestas a las que la ciencia habitualmente no llega.

Esa es la intención de la colectiva que hasta el 31 de este mes se presenta en Secadero 3, de Hacienda La Trinidad Parque Cultural. Se titula Autorretratos y es la primera exposición que la iniciativa Próxima, creada recientemente por la investigadora y curadora caraqueña residenciada en Nueva York, Alicia Díaz Eseverri, muestra en el país.

Francisco Tavoni (CORTESÍA SECADERO 3)

Autorretratos reúne trabajos de nueve jóvenes artistas: Juan Pablo Ayala, Manuela Benaim, Isabella Benshimol, Cassandra Mayela, Gabriel Pinto, Realenga, Francisco Schütte, Francisco Tavoni y Manuela Zárate. Todos en consonancia con la necesidad de recomponer sus propias identidades estando en Venezuela o fuera de ella.

“El objetivo de Próxima es ofrecer un espacio colaborativo y experimental para jóvenes artistas donde tanto ellos como yo podamos innovar, seguir creciendo y aprendiendo juntos”, dice Alicia Díaz Eseverri, quien tiene un posgrado en Gestión de Artes Visuales en la Universidad de Nueva York (NYU) y realizó pasantías de arte en la casa de subastas Sotheby’s. Antes vivió en Madrid, ciudad en la que experimentó su mayor acercamiento al arte emergente. Pero fue en la Gran Manzana donde Próxima se gestó, según cuenta la curadora: “En una conversación con un amigo arquitecto sobre arte emergente venezolano y de ver el potencial artístico joven que hay actualmente en el país, surgió una necesidad de ofrecer un espacio en la ciudad de Caracas para proyectar a estos creadores y ofrecer una propuesta fresca a la escena artística venezolana”.

"Autorretratos es una expresión de lo que significa ser venezolanos y el haber abandonado o no nuestra casa", dice la curadora Alicia Díaz Eseverri (CORTESÍA)

-¿Qué planteamiento curatorial se hizo para Autorretratos?
-El primer planteamiento curatorial de Autorretratos fue partir de artistas emergentes que estuvieran produciendo en el país, traduciendo en lo estético cuestiones del ahora. La curaduría es un animal vivo, y a través de la investigación, ese primer planteamiento fue mutando hacia una propuesta más justa confrontando la situación que todos hemos estado soportando como venezolanos: la diáspora.

“Muchos de los artistas con los que me crucé durante mi investigación -prosigue- se encontraban produciendo fuera del país. La muestra cuenta con la participación de nueve jóvenes artistas venezolanos que en sus propuestas se cuestionan quiénes son, cómo se perciben a sí mismos y cómo trasciende la identidad bajo los parámetros de una cultura extendida por la diáspora y la globalización”.

Retrato provisional de la artista Realenga (CORTESÍA SECADERO 3)

-La unión de nueve artistas, que se encuentran trabajando tanto dentro como fuera del país, provenientes de una generación afectada por la pérdida de arraigo a un lugar físico, conjuga una propuesta estética que basándose en vínculos históricos y afectivos, personales y universales, traduce un imaginario creativo fresco a la contemporaneidad artística venezolana. Parece ser que el despojo y abandono de un hogar conocido, permite la búsqueda de arraigo y conlleva a una generación de identidad desde el cuerpo y dentro de él. Se deja de lado el apego a un lugar reconocible, abriendo espacios para la diferenciación. Una vez que la identidad personal es despojada de una identidad nacional procura el renacer del humanismo más puro, agrega Díaz Eseverri.

-¿Cómo escogió a los nueve artistas que participan en la muestra?
-Todo surgió al enfrentarme al trabajo de dos artistas, Gabriel Pinto y Manuela Benaim, que a través de propuestas completamente diferentes ofrecen un trabajo rompedor con la estética que hasta ahora yo había visto en Venezuela. Estando en Nueva York, Instagram fue la plataforma que me acercó primeramente a su trabajo y para mí fue muy emocionante ver que estas personas tan jóvenes estaban ofreciendo propuestas de tanto nivel. A partir de allí todo fue encajando muy orgánicamente, me di cuenta que ellos se mueven dentro de una comunidad de artistas que también se encuentra tanto dentro como fuera del país, y que había muchos otros con el mismo potencial. Luego me fui guiando por disciplinas. En un momento me di cuenta que me faltaba pintura y fue cuando apareció la obra de Realenga. De último aparece Manuela Zárate con su trabajo en cerámica, que no podía faltar… Pero escoger no fue fácil, no te voy a mentir.

Gabriel Pinto (CORTESÍA SECADERO 3)

-Más que retratarse, los artistas de la exposición buscan proyectar en la imagen aquellos sentimientos tan extendidos en los venezolanos de hoy: desarraigo, identidad y el desvanecimiento del “yo”. ¿Hay que entender entonces estos autorretratos como una expresión del éxodo venezolano?, ¿como un cuestionamiento a la decisión de dejar el país?
-Sí y no. Autorretratos es una expresión de lo que significa ser venezolanos y el haber abandonado o no nuestra casa. La muestra expresa el sentimiento de una generación que ha estado expuesta al éxodo. Para todos, nos hayamos quedado o nos hayamos ido, el país que conocimos desapareció y con ello, nuestra identidad. La identidad nacional conocida también deja de existir y con ello surge una identidad individual diferenciada y diversa.

Autorretratos permanecerá abierta al público hasta el 31 de julio en Secadero 3 de Hacienda La Trinidad Parque Cultural, ubicada en la calle Rafael Rangel Sur, urbanización Sorokaima, La Trinidad, Baruta. Horario: de martes a domingo, de 10:00 am a 5:00 pm.
@juanchi62



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