Más sobre perdonar:
“El niño y sus padres pasaban por una época atroz. En el colegio era hiperactivo y rebelde; en casa, el niño de 7 años no controlaba su mal genio.
Seis meses después el niño estaba mucho más feliz: descubrió una nueva forma de lidiar con sus sentimientos, la relación entre sus padres mejoró y él ya no precisaba medicinas. Empezó a irle bien en el colegio.
Sus padres y él hallaron otro método de combatir su mal genio natural: en vez de negar que lo sentían o darle rienda suelta, aprendieron a perdonar. Y actualmente la solución que descubrieron se estudia con mucha más minuciosidad.
El perdón conlleva notables efectos curativos en aquellos que se sirven de él -afirma el Dr Fitzgibbons, psiquiatra que usa el perdón en su trabajo.
Sea por agravios o engaños mínimos o por delitos e injusticias graves, la mayoría de la gente carga con rencores y pleitos. Los efectos de que muchos no sepan lidiar con ello se traducen en violencia en los colegios, altos índices de divorcio y violencia intrafamiliar, drogadicción, alcoholismo, criminalidad, guerras étnicas y el terrorismo de hoy día.
Algunos consideran que perdonar tiene muchas posibilidades, no solo en la vida de una persona, sino en las relaciones entre los habitantes de una ciudad o un país y entre naciones. Y muchos lo llevan a la práctica.
Perdonar es un tema candente en muchos aspectos que van desde la investigación académica hasta el asesoramiento matrimonial y familiar, así como la vida política y social.
Desde hace mucho se considera que perdonar es un acto extremo de compasión de un creyente hacia el ofensor; pero hoy día el hecho de perdonar se redescubre como una facultad humana para sobreponerse a una separación -asevera L. Smedes, catedrático de teología y ética en un libro sobre el tema.
El perdón es más que un imperativo moral o una máxima teológica. Dada nuestra condición humana e imperfecta, es el único medio de sobreponernos al odio y al complejo de culpa y seguir adelante tras nuestro objetivo de madurar y amar -afirma P Coleman, psicólogo, cuya labor se ha renovado luego de comenzar a plantar esa semilla entre sus pacientes. Él afirma:
El perdón tiene un componente espiritual, y conlleva una gracia que proviene de Dios. La espiritualidad recién ha llegado a ser un poco más aceptada en el campo de la salud mental.
El Dr. Worthington, autor de To Forgive Is Human, sostiene que el ingrediente principal es la empatía. La medida en que una persona logra crear lazos de empatía con otra está muy relacionada con la medida en que puede perdonar.
En vista de lo que ocurre en el mundo, él cree que el perdón puede llegar a ejercer gran influencia en esta era. Asegura que el fruto de las investigaciones seguirá revelando que sería muy bueno para la salud no solo perdonar un hecho ocurrido o al causante del daño, sino adoptar una personalidad perdonadora.”
Extractos de escrito de J. Lampman, The Christian Science Monitor
@viviendovalores
@agusal77
“El niño y sus padres pasaban por una época atroz. En el colegio era hiperactivo y rebelde; en casa, el niño de 7 años no controlaba su mal genio.
Seis meses después el niño estaba mucho más feliz: descubrió una nueva forma de lidiar con sus sentimientos, la relación entre sus padres mejoró y él ya no precisaba medicinas. Empezó a irle bien en el colegio.
Sus padres y él hallaron otro método de combatir su mal genio natural: en vez de negar que lo sentían o darle rienda suelta, aprendieron a perdonar. Y actualmente la solución que descubrieron se estudia con mucha más minuciosidad.
El perdón conlleva notables efectos curativos en aquellos que se sirven de él -afirma el Dr Fitzgibbons, psiquiatra que usa el perdón en su trabajo.
Sea por agravios o engaños mínimos o por delitos e injusticias graves, la mayoría de la gente carga con rencores y pleitos. Los efectos de que muchos no sepan lidiar con ello se traducen en violencia en los colegios, altos índices de divorcio y violencia intrafamiliar, drogadicción, alcoholismo, criminalidad, guerras étnicas y el terrorismo de hoy día.
Algunos consideran que perdonar tiene muchas posibilidades, no solo en la vida de una persona, sino en las relaciones entre los habitantes de una ciudad o un país y entre naciones. Y muchos lo llevan a la práctica.
Perdonar es un tema candente en muchos aspectos que van desde la investigación académica hasta el asesoramiento matrimonial y familiar, así como la vida política y social.
Desde hace mucho se considera que perdonar es un acto extremo de compasión de un creyente hacia el ofensor; pero hoy día el hecho de perdonar se redescubre como una facultad humana para sobreponerse a una separación -asevera L. Smedes, catedrático de teología y ética en un libro sobre el tema.
El perdón es más que un imperativo moral o una máxima teológica. Dada nuestra condición humana e imperfecta, es el único medio de sobreponernos al odio y al complejo de culpa y seguir adelante tras nuestro objetivo de madurar y amar -afirma P Coleman, psicólogo, cuya labor se ha renovado luego de comenzar a plantar esa semilla entre sus pacientes. Él afirma:
El perdón tiene un componente espiritual, y conlleva una gracia que proviene de Dios. La espiritualidad recién ha llegado a ser un poco más aceptada en el campo de la salud mental.
El Dr. Worthington, autor de To Forgive Is Human, sostiene que el ingrediente principal es la empatía. La medida en que una persona logra crear lazos de empatía con otra está muy relacionada con la medida en que puede perdonar.
En vista de lo que ocurre en el mundo, él cree que el perdón puede llegar a ejercer gran influencia en esta era. Asegura que el fruto de las investigaciones seguirá revelando que sería muy bueno para la salud no solo perdonar un hecho ocurrido o al causante del daño, sino adoptar una personalidad perdonadora.”
Extractos de escrito de J. Lampman, The Christian Science Monitor
@viviendovalores
@agusal77
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones