El 12 de diciembre del año en curso, el Presidente Xi Jinping asistió a la Cumbre de Ambición Climática y pronunció un discurso importante, en el cual planteó propuestas chinas para promover la gobernanza climática global, hizo un anuncio crucial de aumentar las contribuciones propias de China, ofreciendo gran confianza y fuerza al proceso de la gobernanza climática global.

Actualmente, el cambio del escenario internacional se está acelerando, y la pandemia Covid-19 provoca a todos los países reflexiones profundas sobre las relaciones entre la humanidad y la naturaleza. Participar activamente en la gobernanza climática, garantizar la implementación plena y efectiva del Acuerdo de París y trabajar juntos para lograr una recuperación ecológica post-pandemia se han convertido en un amplio consenso entre todos. El Presidente Xi Jinping, considerando los temas destacados en la gobernanza climática global, presentó tres iniciativas claves sobre la coordinación de los países en la lucha contra el cambio climático: Primero, reforzar la unidad para crear un nuevo panorama de gobernanza climática de cooperación y ganancia mutua. Planteó que todos los países se adhirieran al multilateralismo para enfrentar conjuntamente los desafíos climáticos. Segundo, reforzar la ambición para formar un nuevo sistema de gobernanza climática en que todos los países pusieran su mayor esfuerzo en fortalecer sus medidas climáticas según su realidad y capacidades. Tercero, reforzar la confianza para adoptar un nuevo enfoque de gobernanza climática de recuperación verde. Propuso que fomentaran una forma de producción y vida con bajas emisiones de carbono, y que buscaran nuevas oportunidades y energías motrices en el desarrollo verde. Las iniciativas arriba mencionadas demuestran plenamente la determinación firme de China de implementar sus objetivos y visiones a mediano y largo plazo de la lucha contra el cambio climático, y brindan una referencia beneficiosa para todas las partes en la exploración del camino de transformación ecológica.

Siendo el país en vías de desarrollo más grande del mundo y emisor principal, la estructura energética de China todavía está dominada por el carbón, por lo cual la tarea de materializar la transformación y modernización de industria y promover el desarrollo ecológico con bajas emisiones de carbono resulta muy ardua. Sin embargo, la Parte china siempre cumple con sus promesas en la lucha contra el cambio climático, y ha cumplido con antelación los objetivos de acción climática para el año 2020, aportando grandes contribuciones a la lucha global contra el cambio climático. En septiembre de este año, el Presidente Xi Jinping anunció que China elevaría las contribuciones propias, adoptaría políticas y medidas más vigorosas para controlar la máxima emisión de CO2 antes del 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes del año 2060. En este sentido, hizo otra declaración solemne: para el año 2030, la emisión china de CO2 por unidad del PIB reducirá en más del 65% en comparación con el año 2005, las energías no fósiles ocuparán el 25% del consumo de energía no renovable, las reservas forestales se aumentarán en 6.000 millones de metros cúbicos respecto al año 2005, y la capacidad instalada de energía eólica y solar llegará a los 1.200 millones de kilovatios. Éstas son las acciones conscientes de China para promover un desarrollo de alta calidad y la transformación ecológica, demuestran la responsabilidad como un gran país en los esfuerzos activos al cambio climático y el apoyo firme a la implementación del Acuerdo de París. La Parte china promete que cumplirá al pie de la letra sus objetivos y visiones de gobernanza climática, y acelerará la construcción de su civilización ecológica.

Tanto China como Venezuela son países en vías de desarrollo y enfrentan los mismos riesgos del cambio climático y los desafíos de lograr un desarrollo sostenible. La Parte china está dispuesta a trabajar junto con Venezuela y la Comunidad Internacional, a fortalecer la comunicación y cooperación bajo el canal principal de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, así como el marco del desarrollo sostenible, contribuyendo la construcción de un sistema de gobernanza climática global cooperativo, beneficioso, justo y razonable, para crear conjuntamente un mundo limpio y hermoso, así promoviendo la construcción de la Comunidad de Destino Humano.