Nicosia.- Amnistía Internacional (AI) instó este jueves a la UE a reconsiderar la cooperación con Libia por "los terribles abusos" contra refugiados y migrantes en este país del norte de África.
Libia se ha convertido en una ruta de migración irregular hacia Europa desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011.
La crisis migratoria de 2015 llevó a la UE a alcanzar un acuerdo con Turquía para reducir el número de llegadas a las costas griegas. La Unión brindó además apoyo a los guardacostas libios para que frenasen los desembarcos en la costa italiana.
"Libia, que es un país roto por años de guerra, se ha vuelto aún más peligroso para los refugiados y migrantes que buscan una vida mejor", recalcó Amnistía.
"En vez de recibir protección, se les somete a muchos y terribles abusos contra los derechos humanos", añadió.
"A pesar de esto, incluso en 2020, la UE y sus estados miembros siguen aplicando políticas que encierran a decenas de miles de mujeres, hombres y niños en un terrible ciclo de violencia", lamentó Diana Eltahawy, vicedirectora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África.
"La UE y sus estados miembros deben revisar completamente su cooperación con las autoridades libias y solo brindarles una ayuda adicional si toman medidas inmediatas para poner fin a la terrible violencia infligida a refugiados y migrantes", subrayó la ONG.
El informe cita "asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y otros malos tratos, así como violaciones y otros actos de violencia sexual, detenciones arbitrarias, trabajos forzados y explotación a manos de agentes gubernamentales y no gubernamentales en un clima de impunidad casi total".
"Movidos por el deseo de detener las llegadas a toda costa, los Estados europeos ofrecieron ayuda a Libia (...) sin supeditarla a estrictas garantías en materia de derechos humanos", lamentó Amnistía.
Destacó que las promesas de las autoridades libias de investigar los delitos contra refugiados y migrantes "no han permitido depurar responsabilidades".
La publicación de este informe se produce después de que Bruselas anunciara el miércoles su nuevo Pacto sobre Migración y Asilo.
El Ejecutivo europeo abogó por controles reforzados en sus fronteras exteriores para descartar más rápidamente a los migrantes que probablemente no tengan derecho a una protección internacional.
Libia se ha convertido en una ruta de migración irregular hacia Europa desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011.
La crisis migratoria de 2015 llevó a la UE a alcanzar un acuerdo con Turquía para reducir el número de llegadas a las costas griegas. La Unión brindó además apoyo a los guardacostas libios para que frenasen los desembarcos en la costa italiana.
"Libia, que es un país roto por años de guerra, se ha vuelto aún más peligroso para los refugiados y migrantes que buscan una vida mejor", recalcó Amnistía.
"En vez de recibir protección, se les somete a muchos y terribles abusos contra los derechos humanos", añadió.
"A pesar de esto, incluso en 2020, la UE y sus estados miembros siguen aplicando políticas que encierran a decenas de miles de mujeres, hombres y niños en un terrible ciclo de violencia", lamentó Diana Eltahawy, vicedirectora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África.
"La UE y sus estados miembros deben revisar completamente su cooperación con las autoridades libias y solo brindarles una ayuda adicional si toman medidas inmediatas para poner fin a la terrible violencia infligida a refugiados y migrantes", subrayó la ONG.
El informe cita "asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y otros malos tratos, así como violaciones y otros actos de violencia sexual, detenciones arbitrarias, trabajos forzados y explotación a manos de agentes gubernamentales y no gubernamentales en un clima de impunidad casi total".
"Movidos por el deseo de detener las llegadas a toda costa, los Estados europeos ofrecieron ayuda a Libia (...) sin supeditarla a estrictas garantías en materia de derechos humanos", lamentó Amnistía.
Destacó que las promesas de las autoridades libias de investigar los delitos contra refugiados y migrantes "no han permitido depurar responsabilidades".
La publicación de este informe se produce después de que Bruselas anunciara el miércoles su nuevo Pacto sobre Migración y Asilo.
El Ejecutivo europeo abogó por controles reforzados en sus fronteras exteriores para descartar más rápidamente a los migrantes que probablemente no tengan derecho a una protección internacional.
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