"Las últimas movilizaciones navales en el Mediterráneo oriental son muy preocupantes", pues "conducirán a un antagonismo y una desconfianza crecientes", advirtió Borrel en un comunicado, citó AFP.

"Las fronteras marítimas deben ser definidas por el diálogo y las negociaciones y no por acciones unilaterales y la movilización de fuerzas navales", agregó.

"Los diferendos deben ser resueltos en el marco del respeto del derecho internacional", señaló.

"La Unión Europea se compromete a contribuir a la resolución de esos diferendos y desacuerdos en ese campo de interés vital para la seguridad", aseguró.

"La línea de conducta actual no servirá a los intereses ni de la Unión europea, ni de Turquía. Debemos trabajar juntos para la seguridad en el Mediterráneo", concluyó.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció el viernes la reanudación de la busqueda turca de hidrocarburos en una zona disputada del Mediterráneo oriental, luego de la firma de un acuerdo marítimo entre Grecia y Egipto criticado por Turquía.

El acuerdo busca delimitar las fronteras marítimas entre ambos países y parece una respuesta directa a un acuerdo similar concluido en noviembre pasado entre Turquía y el gobierno oficial con sede en Trípoli.

El pacto turco-libio, por el cual el territorio marítimo de Turquía es considerablemente ampliado, causó la furia de la mayoría de los países situados en el Mediterráneo oriental, encabezados por Grecia.

El descubrimiento en los últimos años de vastos yacimientos gasíferos en el Mediterráneo oriental aumentó el apetito de los países de la zona como Grecia, Chipre, Turquía, Egipto e Israel.