Aumenta alarma por coronavirus en Japón y Corea del Sur
Desde diciembre, la aparición de esta nueva epidemia ha dejado hasta la fecha al menos 75.000 personas contagiadas en China
Pekín.- China se congratuló por la reducción de nuevos contagios por el coronavirus, pero en Japón, donde murieron dos pasajeros de un crucero, y Corea del Sur, que registró su primer deceso y un contagio masivo, aumentó la preocupación por la epidemia.
La enfermedad ha matado a otras 115 personas en la provincia de Hubei, lo que eleva el número total de muertos en China continental a 2.233, informaron este viernes las autoridades sanitarias locales, relató AFP.
En total, unas 75.000 personas han sido contagiadas en China desde la irrupción del nuevo coronavirus en diciembre.
En el mundo, la epidemia causó 11 muertos y la propagación alcanzó a unos 25 países, entre ellos Irán, donde perecieron dos personas, las primeras registradas en Oriente Medio.
Preocupado por estas muertes, Irak prohibió este jueves la entrada de iraníes en su territorio y los viajes de sus ciudadanos a la República Islámica.
En Kuwait, la aerolínea Kuwait Airways anunció que suspendía todos los vuelos a Irán y el ministerio de Salud kuwaití ha desaconsejado los viajes a la ciudad santa iraní de Qom, a unos 140 km de Teherán.
En Japón, el crucero "Diamond Princess", atracado en cuarentena en el puerto de Yokohama, en las afueras de Tokio es, con más de 600 casos registrados, el mayor foco del virus fuera de China. Una mujer y un hombre octogenarios que se encontraban a bordo fallecieron.
Dos pasajeros australianos de este crucero que regresaron a su país dieron positivo al nuevo coronavirus, y habían dado negativo en Japón.
Contagio masivo en una secta
En Corea del Sur, las autoridades anunciaron la muerte de un sexagenario el miércoles en la provincia de Gyeongsang del Norte (sureste).
El viernes anunciaron otros 52 casos de la enfermedad COVID-19, lo que eleva a 156 el número de pacientes en el país.
Ochenta de ellos son fieles de la secta "Iglesia de Jesús Shincheonji". Una mujer de 61 años, miembro de esta secta cristiana y que no sabía que había contraído la neumonía viral les transmitió el virus asistiendo a los oficios religiosos.
Y dieciséis personas contrajeron la enfermedad en un hospital.
El alcalde de Daegu, con más de dos millones de habitantes, instó a la población a quedarse en casa.
En China, las autoridades consideran que las medidas para restringir los desplazamientos, sobre todo el aislamiento de más de 50 millones de personas en Hubei, empiezan a dar sus frutos.
"Los resultados muestran que nuestros esfuerzos para frenar (la epidemia) funcionan", se felicitó el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi.
"Las medidas firmes de China permitieron contener la propagación del virus en el país y en otras partes del mundo", indicó Wang en un encuentro con sus homólogos del sureste de Asia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el miércoles que "todavía era demasiado pronto" para hablar de contención del virus, pero insistió que se habían hecho "enormes progresos en poco tiempo".
17 toneladas de material médico
Como consecuencia de estas medidas de aislamiento, millones de chinos tienen que quedarse en sus casas.
En Hubei y su capital, Wuhan (11 millones de habitantes), las restricciones son todavía más drásticas: está prohibida cualquier entrada o salida, excepto para los productos de primera necesidad.
Ante esta situación, muchos países siguen evacuando a sus ciudadanos. Francia envió el miércoles a Wuhan un nuevo avión para repatriar a franceses y europeos.
El aparato también lleva 17 toneladas de material médico para el personal sanitario.
Mientras Pekín ensalza el progreso en su lucha contra la epidemia COVID-19, el gobierno de Japón se enfrenta a duras críticas por las medidas de cuarentena en el crucero "Diamond Princess".
El jueves, el ministerio japonés de Salud 13 nuevos contagios en el buque, elevando el número de personas infectadas a 634.
Grupos de pasajeros dejaron el barco el jueves, y fueron trasladados en unos autobuses amarillos a estaciones y aeropuertos.
Pero en el archipiélago algunos mostraron su temor a que se desplacen por el país, sobre todo después de la muerte de dos de ellos.
La enfermedad ha matado a otras 115 personas en la provincia de Hubei, lo que eleva el número total de muertos en China continental a 2.233, informaron este viernes las autoridades sanitarias locales, relató AFP.
En total, unas 75.000 personas han sido contagiadas en China desde la irrupción del nuevo coronavirus en diciembre.
En el mundo, la epidemia causó 11 muertos y la propagación alcanzó a unos 25 países, entre ellos Irán, donde perecieron dos personas, las primeras registradas en Oriente Medio.
Preocupado por estas muertes, Irak prohibió este jueves la entrada de iraníes en su territorio y los viajes de sus ciudadanos a la República Islámica.
En Kuwait, la aerolínea Kuwait Airways anunció que suspendía todos los vuelos a Irán y el ministerio de Salud kuwaití ha desaconsejado los viajes a la ciudad santa iraní de Qom, a unos 140 km de Teherán.
En Japón, el crucero "Diamond Princess", atracado en cuarentena en el puerto de Yokohama, en las afueras de Tokio es, con más de 600 casos registrados, el mayor foco del virus fuera de China. Una mujer y un hombre octogenarios que se encontraban a bordo fallecieron.
Dos pasajeros australianos de este crucero que regresaron a su país dieron positivo al nuevo coronavirus, y habían dado negativo en Japón.
Contagio masivo en una secta
En Corea del Sur, las autoridades anunciaron la muerte de un sexagenario el miércoles en la provincia de Gyeongsang del Norte (sureste).
El viernes anunciaron otros 52 casos de la enfermedad COVID-19, lo que eleva a 156 el número de pacientes en el país.
Ochenta de ellos son fieles de la secta "Iglesia de Jesús Shincheonji". Una mujer de 61 años, miembro de esta secta cristiana y que no sabía que había contraído la neumonía viral les transmitió el virus asistiendo a los oficios religiosos.
Y dieciséis personas contrajeron la enfermedad en un hospital.
El alcalde de Daegu, con más de dos millones de habitantes, instó a la población a quedarse en casa.
En China, las autoridades consideran que las medidas para restringir los desplazamientos, sobre todo el aislamiento de más de 50 millones de personas en Hubei, empiezan a dar sus frutos.
"Los resultados muestran que nuestros esfuerzos para frenar (la epidemia) funcionan", se felicitó el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi.
"Las medidas firmes de China permitieron contener la propagación del virus en el país y en otras partes del mundo", indicó Wang en un encuentro con sus homólogos del sureste de Asia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el miércoles que "todavía era demasiado pronto" para hablar de contención del virus, pero insistió que se habían hecho "enormes progresos en poco tiempo".
17 toneladas de material médico
Como consecuencia de estas medidas de aislamiento, millones de chinos tienen que quedarse en sus casas.
En Hubei y su capital, Wuhan (11 millones de habitantes), las restricciones son todavía más drásticas: está prohibida cualquier entrada o salida, excepto para los productos de primera necesidad.
Ante esta situación, muchos países siguen evacuando a sus ciudadanos. Francia envió el miércoles a Wuhan un nuevo avión para repatriar a franceses y europeos.
El aparato también lleva 17 toneladas de material médico para el personal sanitario.
Mientras Pekín ensalza el progreso en su lucha contra la epidemia COVID-19, el gobierno de Japón se enfrenta a duras críticas por las medidas de cuarentena en el crucero "Diamond Princess".
El jueves, el ministerio japonés de Salud 13 nuevos contagios en el buque, elevando el número de personas infectadas a 634.
Grupos de pasajeros dejaron el barco el jueves, y fueron trasladados en unos autobuses amarillos a estaciones y aeropuertos.
Pero en el archipiélago algunos mostraron su temor a que se desplacen por el país, sobre todo después de la muerte de dos de ellos.
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