Buenos Aires.- Argentina irá a elecciones generales en medio de una fuerte crisis económica, detonada principalmente por un tratamiento inadecuado de la política de endeudamiento, la falta de consensos políticos, un abultado déficit fiscal y una desregulación del sistema financiero, señalaron expertos.
Las visiones de los economistas argentinos entrevistados acerca de las causas de la crisis son divergentes, pero coinciden en que sobre Argentina pesa un problema de credibilidad y confianza entre inversores que hoy están "muy escépticos", informó Xinhua.
Algunos analistas señalaron que el actual gobierno aplicó políticas de "endeudamiento colosal" además de una apertura "indiscriminada" a los "capitales especulativos".
Otros expertos expresaron "problemas estructurales" de la economía argentina que han sido "difíciles de corregir" en los últimos cuatro años de gestión del presidente Mauricio Macri.
El próximo domingo 27 de octubre, más de 33,8 millones de argentinos están convocados a las urnas para elegir a un presidente, vicepresidente, diputados y senadores.
Seis candidatos compiten por la Presidencia, de los que destacan el actual presidente Macri, quien va por la reelección, y Alberto Fernández, un aliado de la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, quien busca la Vicepresidencia.
El economista y profesor universitario Guillermo Wierzba sostuvo que el gobierno fomentó en estos últimos cuatro años "un endeudamiento externo colosal que tomó equivocadamente, con una perspectiva de financiar un déficit fiscal que era en pesos mediante endeudamiento en el exterior".
"La táctica fue tomar deuda en dólares para después venderle esos dólares al Banco Central de la República Argentina (BCRA) para afrontar necesidades y cuestiones fiscales con los pesos producto de esa venta, cuando, en realidad, podía haber cubierto ese déficit con pesos y no endeudándose en el exterior", dijo.
El ex director del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CEFI-DAR) también cuestionó un "desregulamiento" del esquema financiero al permitir la llegada de "capitales golondrina", inversiones de corto plazo que se beneficiaban con la alta tasa de interés convalidada por el BCRA, para luego salir del país.
Para Wierzba, el detonante de la crisis argentina fue en 2018 cuando se inició la fuga de capitales, a partir de la desconfianza generada entre los inversionistas por la gran cantidad de deuda que ha tomado el país, lo cual se tradujo en una fuerte devaluación que se trasladó a inflación, y luego a pobreza, desempleo y caída de la actividad.
En una postura análoga, el economista Pablo Bortz calculó que la fuga de capitales, principal detonante de la crisis económica, fue superior a los 20.000 millones de dólares en el 2018 y que este año puede aumentar.
Uno de los principales problemas que afronta el país es la pérdida de credibilidad y confianza, apuntó.
Consideró que uno de los problemas está en la política de entrada de inversiones cortoplacistas que debe ser sustituida por "una oferta genuina de dólares que tenga un efecto positivo sobre la economía".
"El problema es que por más que tuvieran la tasa de interés alta (hoy ronda el 68%, destruyeron la confianza en cualquier tipo de instrumento de inversión. Ningún inversor va a confiar por más que ofrezcan esta tasa alta", señaló.
Los economistas consideraron que las medidas de control cambiario y reperfilamiento de deuda tomadas por el gobierno argentino a partir de agosto, tras la segunda fuerte alza del dólar, constituyeron "medidas tardías".
En tanto, Martín Polo, economista jefe de Mills Capital, contrastó las visiones de Wierzba y Bortz al asegurar que Argentina tiene "problemas estructurales" que arrastra desde años atrás, y que "sin un consenso bastante amplio serán difíciles de resolver".
Entre esos problemas figuran un proceso de estancamiento económico con alta inflación desde el 2011 que ha generado desbalances en las cuentas fiscales y externas por muchos años, y que se intentó corregir durante la administración macrista a través de un "gradualismo" que luego terminó por acelerarse.
"Eso obligó a hacer un ajuste más rápido, acelerar la corrección de los desequilibrios externos y fiscales acelerando a su vez la devaluación y la baja del gasto", explicó.
"El gobierno actual quedó muy debilitado de cara a las elecciones y el candidato más votado viene del kirchnerismo con políticas hostiles contra el mercado, lo cual genera hoy una enorme crisis de credibilidad", precisó Polo.
Para el economista de Mills Capital, las medidas del gobierno han logrado contener una situación que ha podido "resultar peor".
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones