El incidente de Salisbury: un ataque contra la seguridad internacional
El Reino Unido dio al Kremlin la oportunidad de explicar la posible desaparición de reservas de Novichok. Esta petición fue ignorada. Varios países líderes de la comunidad internacional coinciden en que la única explicación plausible es que el Estado ruso es culpable de un intento de asesinato en el Reino Unido a través del uso de un agente nervioso.
Andrew Soper*
El 4 de marzo en Salisbury, una tranquila ciudad del Reino Unido, un padre y su hija fueron víctimas de un ataque con un agente nervioso, la primera acción de este tipo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Los Skripal debieron ser internados en el hospital. Un policía que los socorrió también cayó en estado crítico. Decenas de otras personas tuvieron que ser remitidas a los servicios médicos, solamente por estar cerca.
Lo acontecido en Salisbury fue un burdo intento de asesinato en suelo británico. Una acción desmedida que puso en peligro a cualquiera que estuviese por casualidad en la zona.
Nuestros científicos identificaron la sustancia usada como un agente nervioso de origen militar, conocido como Novichok. Rusia tiene antecedentes de almacenar este tipo de agentes, además de la capacidad y el motivo para atacar a Sergei Skripal, un disidente ruso.
El Reino Unido dio al Kremlin la oportunidad de explicar la posible desaparición de reservas de Novichok. Esta petición fue ignorada. Varios países líderes de la comunidad internacional coinciden en que la única explicación plausible es que el Estado ruso es culpable de un intento de asesinato en el Reino Unido a través del uso de un agente nervioso.
Cabe destacar que hemos seguido completamente los protocolos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que visitó el Reino Unido y está verificando independientemente las conclusiones de nuestros especialistas. El 4 de abril, Rusia intentó sabotear este proceso y propuso en el Consejo Ejecutivo de la OPAQ una investigación conjunta sobre el ataque de Salisbury. Solamente 6 de los 41 países miembros del Consejo Ejecutivo apoyaron esta propuesta.
Además, el ataque de Salisbury no es un hecho aislado: forma parte de un patrón de acciones anárquicas del Kremlin. Desde 2014, Rusia se anexó Crimea, fomentó el conflicto en Ucrania y ha interferido en las elecciones europeas.
Rusia cruzó la línea y utilizó un agente nervioso prohibido, una nueva y peligrosa etapa en sus acciones contra Europa. Es por suerte que no hay más personas en el hospital, pues no les importó la cantidad de inocentes que ponían en peligro.
Como respuesta, el Reino Unido expulsó a 23 agentes de inteligencia no declarados de la Embajada rusa en Londres. Nuestros aliados nos han respaldado decididamente: más de 150 diplomáticos rusos fueron expulsados de 28 países, la más grande expulsión de agentes de inteligencia no declarados en la historia.
Nuestras diferencias no son con el pueblo ruso, al que admiramos profundamente. Nunca olvidaremos nuestra alianza contra el nazismo. Muchos rusos viven en el Reino Unido, cumplen nuestras leyes y contribuyen con nuestra sociedad.
Pero todos debemos oponernos a los intentos de dividir a la comunidad internacional. Esta atrocidad ocurrió en el Reino Unido. La próxima podría ser en otro país. Trabajando juntos nos aseguraremos de que eso no ocurra.
*Andrew Soper es el embajador de Reino Unido en Venezuela
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones