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Turquía lucha por una "zona segura" en su frontera con Siria

El gobierno turco ha desplegado a su Ejército para combatir con los grupos terroristas y poder brindarle una nueva oportunidad de vida a los 4 millones de refugiados sirios que ellos atienden

  • MARIANYFEL SALAZAR

13/10/2019 08:00 am

Turquía y Siria comparten al menos 900 kilómetros de frontera que se han convertido desde hace varios años en un campo de batalla entre grupos terroristas y las diferentes fuerzas de seguridad y han desplazado a un gran número de civiles. Cuatro millones de estos se encuentran en territorio turco. 

Para ellos el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha planificado minuciosamente la operación "Fuente de Paz", con la que aspiran liberar 900 km de frontera, y 30 km más de profundidad de Siria de lo que ellos denominan el "grupo terrorista PYD (Partido de la Unión Democrática Kurda) y YPG (Unidades de Protección Popular), brazos fuertes del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán)", para así convertir ese espacio en una "zona segura" que permita a un gran número de esos ciudadanos regresar a su país, informó el embajador del Turquía en Venezuela, Sevki Mütevellioglu. 


Jorge Luis Galofre / El Universal 

El diplomático aseguró que su país ha buscado este objetivo desde hace más de dos años, agotando todos los recursos, incluso el de la cooperación, sin obtener resultados positivos. 

Con prioridad en los civiles 

La cercanía del autodenominado Estado Islámico (ISIS), y estos grupos terroristas kurdos, y "el peligro que ellos representan para Turquía" obligaron a la nación a realizar una incursión militar, con objetivos claros, pero muy limitados, y con la prioridad de evitar a toda costa la pérdida de vidas de civiles, aclaró el diplomático. 

La meta de Turquía es crear una zona de paz en Siria para reubicar a esta gran población migrante. Y eso sólo se podrá lograr "limpiando a este territorio de los grupos terroristas", una lucha a la que las Fuerzas Armadas sirias "no temen" porque ya están acostumbrados, pero sobre todo "preparados" para estos combates, enfatizó Mütevellioglu.


El gobierno turco realizó dos operaciones previas: en 2016 y 2017 ejecutaron "Escudo del Éufrates", con la que lograron liberar gran parte de la ciudad de Aleppo de la presencia de ISIS, y en 2018 "Rama de Olivo", con la que neutralizaron al menos 10 puntos claves de los kurdos en la ciudad Afrin, ambos en Siria. Estás incursiones, y la que está en ejecución cuentan con el apoyo del Ejército Libre Sirio (EJS), principales actores de esta lucha contra el terrorismo en el país. 

El embajador destacó que para evitar la pérdida de vidas de civiles en la región, el apoyo del EJS ha sido "muy importante", ya que juntos han logrado adentrarse en estos territorios y determinar las zonas que podían ser atacadas.

En este momento, cuando se cumplen cuatro días de combates, reportes oficiales indican que unos 10 civiles han perdido la vida, mientras que más de 300 miembros del PYD/YPG han sido dados de baja. 

Por parte de Turquía se espera que la operación militar "no se alargue por tanto tiempo" para así dar pie a la segunda fase de este plan, en el que esperan convertir esta zona en una "nueva ciudad", aseguró. 



"Necesitaremos apoyo global"

"Una vez que terminemos la operación militar, entonces se implementará el escenario para los civiles, reconstruyendo ciudades, la infraestructura que se ha dañado, restaurando las condiciones para vivir, vamos a necesitar cooperación global, y vamos a necesitar financiamiento internacional para lograr esto, tendremos la oportunidad de cooperar los aliados porque va a ser un estallido social, en un gran espacio de territorio", indicó. 

Además de este apoyo financiero de la comunidad internacional, el embajador Mütevellioglu explicó que aunque en este momento su país está "luchando solo", confía en que pronto todos sus aliados se hagan parte de este proyecto, que finalmente traerá buenos resultados "para todos". 

Es por ello que invitó a miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) -de la que Turquía forma parte-, la Unión Europea, a América y los países que integran la región a "creer" en esta maniobra que Turquía ha preparado con tanto cuidado. 


Ante el temor de la comunidad internacional por los resultados de este combate puntualizó que "Turquía sólo hace lo que dice, haremos lo que explicamos al principio. La mayoría de las reacciones están basadas solo en la operación militar, y están preocupados de que sobrepasemos los limites, nosotros lo hemos explicado, incluso en los más altos niveles, presentamos los objetivos claros de esta misión". 



"No nos quedaremos en Siria"

El emisario de Turquía en Caracas disipó las dudas sobre la integridad del territorio sirio: "quiero enfatizar que Turquía no tiene la meta de estar en Siria permanentemente, de cambiar su posición demográfica, no tiene interés en anexarse a ningún territorio sirio, y no quiere desmontar la integridad territorial de Siria porque finalmente esta operación va a crear una zona segura para los sirios, los kurdos, los árabes y los cristianos", minorías étnicas que componen la gran mayoría de refugiados en Turquía. 

Mütevellioglu hizo mención del alto costo que tiene asumir la responsabilidad de estos cuatro millones de migrantes llegados a Turquía y los más 400.000 bebés que han nacido en el país de padres refugiados en los últimos años, y demostró la preocupación porque puedan crecer con y en la identidad nacional de su país: Siria. 

Dijo que la operación "Fuente de Paz" terminará cuando todos todos los objetivos sean cumplidos y la zona segura esté libre de grupos terroristas. 



Entrevista: Marianyfel Salazar (masalazar@eluniversal.com)
Fotos: AFP, Andrés Torres.
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