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Israelíes van hoy a las urnas en segunda elección en 2019

Miles de trabajadores palestinos que han llegado a Israel evaden las preguntas sobre los comicios, por miedo a perder su permiso para poder laborar en la zona israelí

  • AFP

17/09/2019 05:30 am

Hoy celebra Israel su segunda elección legislativa de este año, muchos asemejan a un referéndum sobre el futuro del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. 

Un promedio de sondeos difundido por la prensa coloca al Likud (derecha) de Benjamin Netanyahu, en el poder desde hace diez años ininterrumpidos, y a la formación Kahol Lavan ("Azul-blanco", los colores de la bandera israelí) del exjefe del ejército Benny Gantz, en situación de empate, con 32 escaños a cada uno, de los los 120 que tiene la Knéset, el parlamento israelí, relató AFP.

"Raros son los momentos en los que los electores están ante dos opciones tan diferentes, dos caminos, y deben elegir cuál de ellos tomar" dijo Benny Gantz en un artículo en hebreo publicado en los principales diarios locales.

"Bajo mi gobierno, el partido Azul-Blanco cambiará la dirección del timón del Estado israelí hacia más democracia. Se acabaron las divisiones para reinar; al contrario, se tomarán acciones rápidas para formar un gobierno de unión" aseguró Gantz, que dice querer dirigir el país en "el interés de todos los israelíes" y "no en el interés de los grupos de presión". 

Esas palabras apuntan indirectamente hacia Benjamin Netanyahu, acusado por sus adversarios de mantenerse en el poder gracias a sus apoyos entre los partidos ultra-ortodoxos y el movimiento de los colonos en los territorios ocupados 

"Izquierda y árabes"

En las radios locales, Netanyahu elogió su balance económico -con un desempleo en un mínimo histórico del 3,7%- y exhortó a sus electores a votar masivamente para impedir que "la izquierda y los árabes" tomen el poder. 

Asimismo atacó al centrista Gantz, a quien considera "a la izquierda", así como a la "lista unida" de los partidos árabes, hostiles al Likud aunque sin ser afines a "Azul-Blanco", y que podría desempeñar un papel clave en la formación o no, de un gobierno de coalición. 

El domingo por la noche Netanyahu anuló in extremis su último mítin de campaña, una estrategia según sus adversarios utilizó para movilizar a sus electores y que éstos lo "salven" de una derrota electoral.

La elección del martes se celebra a solo un mes de la comparecencia de Netanyahu ante la justicia por "corrupción", "abuso de confianza" y "malversación", cargos por los que aún no fue inculpado. Una victoria electoral podría permitir a sus aliados votar su inmunidad.

El valle del Jordán

El domingo, el gobierno de Netanyahu celebró su último consejo de ministros antes de las elecciones en el valle del Jordán, en los Territorios Palestinos ocupados, y anunció la legalización en esta zona de una colonia ilegal según la ley israelí. 

El gobierno decidió "transformar la colonia salvaje de Mevoot Yericho, ubicada en el valle del Jordán, en una oficial", anunció la oficina del primer ministro. Esa colonia, donde viven una treintena de familias, sigue siendo ilegal a ojos de la comunidad internacional, como de hecho lo son todas las colonias en los Territorios Palestinos. 

La colonia Mevoot Yericho está situada cerca de Jericó, la principal ciudad palestina de este valle estratégico y corazón de la industria agrícola, al norte del Mar Muerto. 

Netanyahu prometió la semana pasada, si gana las elecciones, anexar todas las colonias judías en el valle del Jordán, un territorio estratégico que representa aproximadamente el 30% de la Cisjordania ocupada.

El anuncio fue duramente criticado por funcionarios palestinos, quienes consideran que de concretarse equivale a la muerte del proceso de paz, así como por una parte de la clase política israelí, que está a favor de la anexión pero considera que ésta se plantea con fines electorales. 

Trabajadores palestinos  

El auge económico en Israel y el desempleo en Cisjordania ocupada obligan a trabajadores palestinos a trasladarse cada día al banco "enemigo".

"Los gobiernos cambian y nosotros seguiremos yendo a trabajar, con o sin permiso", declaró Najo Mohamed, obrero de construcción.

La mayoría de ellos evita las preguntas sobre las elecciones, por temor a perder su permiso para laborar en la zona israelí. En 2015, cuando Netanyahu formó un gobierno conservador: 45.000 palestinos disponían de este permiso. 

Cuatro años después, son 85.000 los que tienen el buscado documento, según datos palestinos. A los que se le suma las decenas de miles que cruzan ilegalmente los controles.
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