Presidente Bolsonaro busca corregir su imagen fuera de Brasil
El mandatario defendió a rajatabla sus posturas más criticadas en materia de medio ambiente, y negó que en Brasil hubiese personas que pasan hambre en sus primeros 200 días al mando del país
Brasilia.- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, defendió el viernes a rajatabla sus posturas más criticadas en materia de medio ambiente, y negó que en Brasil hubiese personas que pasan hambre, en un encuentro con corresponsales extranjeros convocado para mejorar su imagen internacional.
"Gran parte de la prensa extranjera tiene una imagen totalmente distorsionada de quién soy y de lo que pretendo hacer con nuestras políticas para el futuro de Brasil", dijo Bolsonaro al recibir a los reporteros en un desayuno en el Palacio de Planalto en Brasilia, reseñó AFP.
"Les he invitado porque entiendo perfectamente la dimensión del envenenamiento que se está haciendo con Brasil", agregó el exmilitar, de 64 años, antes de dejar claro que no intentaría hacer un ejercicio de suavización diplomática de sus posturas.
"Seguiremos en la línea de lo que siempre prometimos durante la campaña electoral", afirmó.
A continuación, algunas de las principales declaraciones de Bolsonaro en el encuentro:
Datos sobre deforestación, bajo sospecha
La Amazonía, para Bolsonaro, es una cuestión de soberanía nacional, y los datos que muestran un avance de la deforestación son sospechosos de responder a intereses extranjeros.
"Con toda la devastación que ustedes nos acusan de estar haciendo y de haber hecho en el pasado, la Amazonía ya se hubiese extinguido", dijo Bolsonaro a los corresponsales.
"Eso sucede con muchas divulgaciones, como la de ahora, incluso ya mandé a ver quién está al frente del INPE [Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales], para que venga a explicar en Brasilia esos datos que entregó a la prensa", agregó.
Según el INPE, que realiza sus estimaciones en base a observaciones satelitales, la deforestación en la Amazonía tuvo un aumento de 88% en junio de este año en comparación con el mismo mes de 2018.
"Desinformación" sobre los agrotóxicos
Bolsonaro atribuyó a una voluntad de "desinformación" las acusaciones de que Brasil lidera el uso de agrotóxicos, y de que eso podría comprometer la aprobación del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea.
"Brasil es el país que usa menos agrotóxicos, porque si estuviéramos vendiendo veneno, ustedes no lo comprarían. Me sorprende esa desinformación", afirmó el presidente, dirigiéndose prácticamente todo el tiempo a los corresponsales como un conjunto homogéneo.
"Es una desinformación de mal gusto, porque se trata de una guerra [comercial] contra un país con recursos, que produce materias primas", añadió.
En Brasil "no hay hambre"
Bolsonaro rechazó las acusaciones del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, un aliado suyo pese a todo, de que nunca habría prestado atención a los pobres.
"Decir que se pasa hambre en Brasil es un discurso populista para tratar de ganar simpatía popular, nada más que eso", declaró.
En Brasil "uno no ve gente pobre en las calles con un físico esquelético como en otros países", agregó.
Redes sociales, sin censura
Bolsonaro defendió la "libertad de prensa sin restricciones", al ser interrogado sobre virulentas campañas en las redes sociales contra opositores a su gobierno, y consideró una "interferencia" y "censura" la decisión de Instagram de suprimir los "likes" en Brasil.
"Nadie es más atacado que yo en las redes sociales y en los medios tradicionales. Me entristece, pero nunca he presentado un decreto de control de esos medios sociales. Por mí seguirán siendo completamente libres", dijo Bolsonaro, que convirtió a las redes en su principal medio de comunicación, al igual que su aliado estadounidense Donald Trump.
"Instagram ya no tiene likes, es una tentativa de interferencia; eso sí que es censura", afirmó.
"Quien intentó imponer el control social sobre los medios fue el PT [Partido de los Trabajadores]", agregó el mandatario, en referencia a los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).
Bolsonaro, un admirador de la dictadura militar (1964-1985), respondía a una pregunta sobre la anulación, por las amenazas recibidas, de la participación de una conocida periodista y de un sociólogo en un festival literario.
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