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La reelección de Ahmadinejad hace diez años dejó a Irán al borde del abismo

La reelección causó caos en la nación, además de la fuerte crítica internacional, sembrando enormes dudas en el sistema electoral del país persa

  • AFP

12/06/2019 05:30 am

Teherán.- Hace diez años la cuestionada reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad provocó una onda de choque que hizo temblar a la República Islámica de Irán. 

Durante 19 meses, manifestaciones de detractores y contramanifestaciones en apoyo al Estado se sucedieron en las grandes ciudades del país, sobre todo en Teherán, dejando al país al "borde del abismo", como dijo más tarde el guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei. 

Ante la mirada atónita del mundo, el "Movimiento Verde" empezó con manifestaciones silenciosas contra la reelección de Ahmadinejad, presidente ultraconservador y populista, pidiendo un recuento de los votos y acabó en una lucha, desigual, entre detractores y fuerzas de seguridad. 

Gracias a internet, la difusión rápida de las imágenes contribuyó a transformar la protesta contra el presunto fraude electoral en un movimiento que denunciaba la represión. 

"Para la Historia, el fracaso del Movimiento Verde quedará grabado como un acontecimiento amargo que dejó a sus partidarios extremadamente frustrados y profundamente decepcionados", explica Ahmad Zeidabadi, periodista y militante reformador detenido al día siguiente de los comicios.

Amir Mohebbian, analista y hombre político conservador, considera por su parte que la situación en Irán ha cambiado mucho desde que el "Estado se dio cuenta", en 2009, "que la oposición y Estados Unidos", enemigo jurado de la República Islámica, estaban detrás de los disturbios. 

Por estas razones, dice, el Estado hizo uso de "todos sus poderes para retomar el control de la situación". 

"¿Dónde está mi voto?"

La campaña electoral de 2009 se caracterizó por un enfrentamiento sin piedad entre candidatos, especialmente tras el debate explosivo entre Ahmadinejad y su principal rival, Mir Hosein Musavi. 

El viernes 12 de junio, el día de los comicios, la participación fue tan alta (85% oficialmente) que las operaciones de voto tuvieron que prolongarse hasta tarde en la noche en numerosas ciudades. 

Desde la mañana, los iraníes constataron algo anormal: el sistema de mensajería SMS fue suspendido durante la noche. Los reformistas se quejan de que muchos observadores no fueron autorizados a entrar en los colegios electorales. 

Más tarde, las fuerzas de seguridad cerraron varias oficinas de Musavi en Teherán. Musavi organizó una rueda de prensa nocturna, reivindicó la victoria y advirtió que cualquier información contraria será tachada de fraude. El resultado oficial dio la victoria a Ahmadinejad con alrededor de 63%. 

En unas horas, las protestas estallaron en Teherán y en otras ciudades. El 14 de junio, Ahmadinejad atizó el descontento al llamar a sus críticos "basura" en una manifestación para celebrar su victoria. 

Musavi y otro candidato reformista, Mehdi Karubi, con 34% y 1% de los votos respectivamente, hicieron un llamado a una contramanifestación el 15.

Ese jueves, una marea humana marchó en silencio en Teherán hasta la plaza Azadi ("Libertad"), con pancartas donde se podía leer "¿Donde está mi voto?" y banderas verdes, el color de la campaña de Musavi. 

Muerte "desgarradora"

Las manifestaciones se sucedieron toda la semana. Algunas informaciones dieron cuenta de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Las autoridades pidieron a los candidatos que siguieran la vía legal y recurrieran ante el Consejo de los Guardianes de la Revolución, a cargo de la organización y el control de los comicios. 

Un nuevo recuento del 10% de los votos confirmó la victoria de Ahmadinejad. Pero el campo reformador rechazó el resultado, y puso en duda la neutralidad de los Guardianes. 

El 20 de junio, una nueva manifestación masiva en Teherán degeneró en enfrentamientos violentos contra las fuerzas de seguridad. Ni los medios locales ni los internacionales tenían derecho a acceder a los lugares de las manifestaciones, pero eso no impidió que se difundieran imágenes impactantes. 

Un video que muestra la agonía de Neda Agha-Soltan, estudiante de 20 años alcanzada por los disparos, conmocionó al mundo. El presidente de Estados Unidos Barack Obama la calificó de "desgarradora". 

Cada vez menos regulares y menos imponentes, las manifestaciones cesaron en febrero de 2011 cuando Musavi y Karubi fueron puestos en arresto domiciliario, régimen en el que se encuentran hoy en día. 

Se desconoce cuántas personas murieron, resultaron heridas, o fueron detenidas durante las protestas. Según las autoridades, hubo docenas de muertos, principalmente debido a los "sediciosos". 

En diez años, considera Ali Shakuri-Rad, uno de los pocos reformistas que siguen activos en la política, los iraníes pasaron a otra cosa y actualmente se interesan "en otros temas que los políticos, como su situación económica". 

Para muchos observadores extranjeros, sin embargo, "el verano de Teherán" contribuyó a la emergencia de la primavera árabe, que surgió cuando el "Movimiento Verde" se apagaba.
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