Expresidente Lula da Silva vuelve a ser salpicado por presunta corrupción y será juzgado
Junto al exmandatario, se encuentran señalados dos de sus exministros y el expresidente de la polémica constructora Odebrecht, quienes habrían hecho negocios al margen del marco legal
Río de Janeiro, Brasil.- La Justicia brasileña aceptó hoy una nueva denuncia contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y dos de sus ex ministros, acusados de haber recibido sobornos del grupo Odebrecht.
El juez Vallisney de Oliveira, de la décima Sala de la Justicia Federal de Brasilia, aceptó la denuncia que el Ministerio Público Federal (MPF) presentó contra Lula, Antonio Palocci y Paulo Bernardo, ministros de Hacienda y Planeamiento, respectivamente, durante el gobierno de Lula, y el empresario Marcelo Odebrecht, ex presidente del grupo Odebrecht, informó XINHUA.
Según el MPF, Lula, Palocci y Bernardo habrían cobrado 64 millones de reales (unos 16,5 millones de dólares) del grupo Odebrecht en 2010 a cambio de aumentar a 1.000 millones de reales (unos 250 millones de dólares actuales) una línea de crédito concedida a Angola por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
Tras la concesión del crédito, la constructora Odebrecht, que había sido contratada por el gobierno de Angola, captó parte de los valores obtenidos del BNDES. La liberación del crédito fue firmada en la época por Bernardo.
El MPF aseguró además que parte del dinero recibido ilegalmente por los tres políticos habría acabado en las arcas del Partido de los Trabajadores (PT), del que los tres eran afiliados.
Se trata de la décima vez que Lula se convierte en reo. Apenas en uno de los casos fue absuelto.
Lula se encuentra preso desde el 7 de abril de 2018 cumpliendo una pena de ocho años y 10 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de haber recibido un apartamento de la constructora OAS en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecerla en contratos con el gobierno.
En febrero pasado, Lula fue condenado, en primera instancia, a 12 años y 11 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en otro caso, en el que está acusado de favorecer a las constructoras OAS y Odebrecht a cambio de que remodelaran una hacienda de un íntimo amigo suyo en Atibaia, en el estado de Sao Paulo.
La defensa recurrió a la sentencia y todavía no hay fecha para el juicio en segunda instancia.
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